viernes, 25 de diciembre de 2015

Viernes... navideño

Hola a tod@s! 
Al final va ser cierto que España es diferente. Luego de unos meses imposibles con peleas pre electorales, debates por doquier, tortazos al presidente y otras lindezas… llegó la navidad, no tenemos gobierno y a nadie le importa. Somos un país de “breaks”, ni dios mueve un dedo en semana santa, el verano o navidad. Ya nos empezaremos a preocupar de todos estos temas en enero… ¿qué más da? 
Mientras tanto que los políticos se exprimían uno a los otros, mil cosas sucedían. En Madrid se estrenó una versión de Don Quijote para chuparse los dedos, resulta que las coreografías empolvadas se pueden modernizar, traerlas al siglo XXI sin perder la puntas ni quitar los fouttés. Y allí estuve.
En Madrid también, un conocido periodista lanzó un libro donde coloreaba la justicia, con entrevistas a varias personas, personalidades dirían, dibujos y pinturas alegóricas… el objetivo era captar la opinión sobre la justicia de quienes tienen algo que decir. Y allí estuve y no hablo del lanzamiento que también, sino del libro… en sus páginas estoy. Más tarde, y seguimos en Madrid, un hashtag se hizo medio-viral en la red, #CIENCIAsexyIdiPAZ inundó los twitters de amigos, conocidos y simpatizantes. Presentábamos la memoria científica de mi Instituto y se me ocurrió que la palabra que mejor caracteriza a la ciencia es SEXY. Acaso existe algo más sexy que descubrir, crear, inventar, salvar, mejorar… todo eso y algo más es la ciencia. Minutos antes de subir al podio y resumir nuestro año científico-sexy, una noticia me ponía pletórico: me concedían un proyecto de excelencia, luego de luchar mucho la agencia consideró mi propuesta financiable… y allí también estuve para contarlo.


Luego llegó un día difícil, dos años sin mi madre, dos años sin sus cartas ni su voz al otro lado del teléfono. A todo nos acostumbramos, la soledad y el vacío de la existencia es un hecho contra el que he luchado pero poco a poco visualizo la irremediable derrota… Entonces llegaron las elecciones, el momento de decidir entre los colores… a mi el naranja me mola. Por primera vez aparecen matices entre el rojo y azul. No puedo ser hipócrita, no puedo olvidar mi historia, nadie es perfecto pero hay que intentarlo. La noche electoral se convirtió en una reunión con amigos, discusiones suavizadas con vino. A casa me fui sin gobierno claro y en ellas aún seguimos. La semana avanzó con reuniones fructíferas y promesas al teléfono. Se acercaba la noche buena y su glotonería familiar. Lissette llegaba desde NY y un día entero no bastó para ponernos al día, recordar, reír y reconocernos mayores pero iguales.
Compré comida para cocinar, se me olvidó la yuca, la dejaré para noche vieja. Mi 24 estuvo lleno de olores y sabores… más tarde, ya en la noche, servimos la mesa y comimos. Jose renunció a su familia por seguir siendo la mía, a pesar de que la pareja no existe hay cosas que están por encima de esa tonta razón. También me acompañaron, vía whatsaap, mis “becarios” que no son tal porque todos tienen contratos. Marta hizo un vídeo que me arrancó una sonrisa y las gracias le doy. Y así llega el viernes y decido temprano escribir mi Viernes. Alicia me espera en Cuenca. A Dani lo reservo para enero.
Os quiero, 
Ed.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Viernes...

Hola a tod@s! 
A veces es necesario decir basta, tirar la toalla, dar un portazo y usar la ventana. Sin embargo, nunca sabemos cuando es el momento propicio, ese instante jamás se muestra evidente o simplemente lo disfrazamos de inoportuno. Los trenes se detienen y los dejamos marchar a la espera de otro ¿mejor? Los coches se nos antojan demasiado lustrosos, falsos o gastados en demasía. Parece ser que el tren del cual nos bajamos, o nos echaron, eran tan perfecto que en realidad nunca existió… mis Viernes se distancian, la desidia se torna corpórea y me frena. Lo urgente, al final, hace que olvide lo importante. ¿Qué tal si digo basta? ¿Qué pasaría si de pronto hago lo que nadie espera? Eso que parece impropio y desaconseja la experiencia. Estoy críptico, ya lo sé, pero es lo que tiene los “egoblobs”, al menos así fue como clasificaron mis pobres Viernes… estos textos que llevan casi veinte años vagando por el ciberespacio, mucho antes que el primer “egobloguer” dijera “aquí estoy”.  
Andamos por el principio de un diciembre probablemente histórico. En breve España votará qué quiere para los próximos años. Todo pinta que algo cambiará… o no. El panorama si ha cambiado, hay actores nuevos y creo que ganas. Algunos ilusos, otros con más cálculos, probablemente más formados. El gobierno actual se desgasta, el presidente no da la cara, teme la retórica perfecta de sus contrincantes. Pero este país es costumbrista y las costumbres, probablemente, se impongan. Mientras tanto, Madrid se ahoga en una nube de polución. La ciudad se anega en sus coches, los madrileños no renuncian a ellos y el aire deviene irrespirable. La alcaldesa intenta diluir la boina contaminante. Pero la alcaldesa sola no puede. Los pulmones pagan la factura, yo vivo un diciembre de asma. Llegará el momento en que desde la alcaldía se tenga que imponer mayores restricciones y será criticada Carmena, pero los humanos somos así. El cáncer de pulmón llegará después. ¿A quién le importa ahora? Por criticar hasta la pobre Carmena ha sido reprochada por decir que su relación, que ya suma cuatro décadas, ha sido y es abierta. Los críticos dicen que es vulgar hablar de esos temas. Yo digo… dejad el doble rasero para la casa. Me parece fantástico que tengamos nuevos y reales referentes. Harto estamos de esos idilios que sólo se mantienen felices en Facebook. La verdad es más cruda y el deseo humano tiene muchos matices. Tener un modelo de éxito basado en la apertura de una relación es, sencillamente, empezar a vivir “down to earth”. Pero no todo ha sido denso y contaminante por estos días en los cuales ni sale sol ni tu rostro (guiño para los cubanos de mi generación). Porque es diciembre y porque tengo el mejor grupo del mundo, organizamos una cena, nos dividimos en subgrupos, compramos comida y cocinamos cosas deliciosas… por estos momentos de compenetración con los de mi laboratorio, esos chic@s que lo dan todo por un sueño, sueño desprovisto de dinero y llenos de muchas respuestas, por eso momentos y la cara de Jose Germán, uno de ellos, cuando me enseña un experimento… merece la pena seguir adelante. 


Os quiero, 
Ed.
PD: J gracias por prestarnos la casa y por muchas cosas más. 

sábado, 21 de noviembre de 2015

Viernes... confundido

Hola a tod@s! 
La semana pasada tenía preparado un Viernes de esos que me salen “graciosos”. Alguien me había definido como “egobloguer” y me metía, así de repente, en el saco de los que opinan y opinan para crear tendencias, resultó gracioso y con el tema desarrollé un Viernes. Sin embargo, París ardió, se tiñó de sangre y mis gracias sobre la egoblogmanía y otras clasificaciones no pintaban adecuadas. A partir de entonces el ciber espacio se inundó de opiniones, todas doctas, todas acertadas y contrarias a la anterior. De repente Facebook y Twitter reventaron con análisis certeros, fundamentados… opiniones esféricas, sin aristas. ¿Quién tiene la razón? ¿Los que criticaron que pusiera la bandera francesa en mi foto de Facebook? ¿Los que la pusieron como yo? ¿Los que me señalaron con el dedo superior por haber participado en uno de los minutos de silencio institucionales con reina emérita incluida? He escuchado y leído de todo. Una catedrática de políticas vino a decir que su dolor no estaba al lado de los franceses, sus lágrimas no mojarían las heridas de un occidente al cual no siente pertenecer… todo ello con una copa de vino, occidental, en la mano. En otro extremo están los que ya ven a los refugiados como el caldo de cultivo de terroristas. ¿Dónde me sitúo? Ninguno tiene la razón y todos la tienen. Es humano la empatía con lo cercano. París está a dos horas de avión y en esos lugares pude haber estado. En Siria, probablemente no.
Entonces no es criticable que me sienta aturdido por un atentado en Francia del cual pude haber sido víctima, en el cual murió la amiga de un conocido. Pero también pienso en los orígenes de este despropósito, en el quién armó a quién y por qué. La naturaleza humana es complicada y erguirse con la bandera de la razón es en extremo peligroso. Lo único cierto es que cada vez que una bomba explota se van vidas y libertades. Por lo pronto nunca apoyaré nada que promueva ni un ápice una “cultura” donde la mujer es un ser inferior, el gay es un ente a eliminar y la historia debe ser escrita en nombre de un dios… venga de donde venga. Pero no todo ha sido terrible estos días. Como un rayito de luz minúsculo y tembloroso entre tanta oscuridad puedo decir que el Comité Olímpico Internacional me ha financiado un proyecto para combatir el dopaje estudiando marcadores del sistema inmune y, con ello, El País se ha hecho eco. También que "It gets better" ya sacó al ciber mundo algunas entrevistas para ayudar a los jóvenes LGTB a desarrollar sus vidas sin complejos. Entre ellas una mía que me ha gustado mucho. Todo eso mientras tanto el número PI aparece en la mecánica cuántica y mi equipo encuentra un tipo celular que nunca habíamos visto… lo dejo ahí.
Os quiero, 
Ed.

viernes, 6 de noviembre de 2015

Viernes...

Hola a tod@s! 
Madrid vuelve a iluminarse, dicen que tan sólo por este fin de semana, pero nos vale. Luego de lluvias, nubes y grises un poco de luz activa la fotosíntesis del alma; tan necesaria por estos días en los que preferiría decir que “no sale el sol sino tu rostro”. Corren tiempos en que espero sin desespero y la verdad es que no sé exactamente qué aguardo. Probablemente los cambios son como el jet lag, se necesita reposo y mucha luz para adaptar al cuerpo a las nuevas costumbres. Mientras tanto, el mundo sigue girando, implacable este mundo. Mientras tanto, Abilio, el maestro Estévez, publica un “Archipiélago” completo y no tiene respuesta ante mi pregunta, impertinente, de por qué el escritor cubano que cuenta por décadas su exilio, sigue pariendo historias de la Isla de las Metáforas. Linda prosa la Abilio, envidia siento al leerlo. 
Otras cosas también llenan estos días. El susto y la intriga me asaltaron al saber que el cáncer retoza de especie en especie… alguien diría: “éramos pocos y parió la abuela”. Resulta que una persona con VIH y en pleno tratamiento decidió, así porque sí, dejar de tomarse los antirretrovirales. Tiempo después acudió al médico con fiebres e insuficiencia respiratoria, un tumor extraño había crecido en sus pulmones. Murió. Pero hubo un científico, especie rara de persona que el resto del planeta piensa que no tiene que cobrar por lo que hace… total no es modelo, ni futbolista, ni actor, ni vende nada, en fin volvemos, un científico decidió analizar el tumor y resultó no ser humano. Sí, estamos ante la primera evidencia de un salto entre especies. El paciente se había infectado con una tenia y esta, a su vez, generó un tumor. Preocupante. Pero bueno, sigamos financiando pasarelas. Total, de algo habrá que morirse… ¿o no? También me llamó la atención un experimento que apoya, un poco más, la explicación cuántica del todo. Aunque parezca increíble y, en apariencia, nada tiene que ver con la vida cotidiana, dos partículas “nacidas” juntas estarán pareadas para “siempre” aunque la distancia entre ellas sea medida en años luz. Eso predice la teoría cuántica, de esto se rió Einstein y de ahí su celebre frase: “Dios es sabio pero no tramposo”. Pues parece que el señor-inexistente, hablo de Dios, sí juega a los dados. A espera de experimentos más consistentes ya tenemos uno, difícil de explicar aquí, que apunta con dedo firme a mi querido Einstein y le dice: “esta vez te equivocaste”. Otros que se han equivocado, en parte, son los que afirman ya tener los elementos necesarios para explicar la metástasis y con bombo y platillo lo anunciaron en un artículo publicado en Nature. Los autores cargan sobre los hombros de los exosomas, pequeñas vesículas con información genética, el origen y final de la metástasis… yo sólo les hago una pregunta: ¿Quién los lleva de un sitio a otro? El silencio sentencia. Y así, entre días y noches que se suceden, esperando sin desesperar "la música que tengo que cantar", han pasado estos días en los he visto hasta un águila pasar por el mar… no en Madrid, por supuesto. 
Os quiero, 
Ed.

sábado, 24 de octubre de 2015

Viernes... como hace tiempo

Hola a tod@s! 
En La Habana, cuando me sentía agobiado por aquello de tener un montón de cosas por hacer y tiempo para ninguna de ellas… me iba al cine. Me sumergía en otra historia, en otra época, en otra piel. Luego salía como nuevo, era como una clase de yoga y un masaje. No hacía las cosas que tenía que hacer pero había recuperado la energía que el estrés me había robado. Algo parecido me está ocurriendo ahora, muchos años después y un poco lejos de aquella Habana. El tiempo se me hace minúsculo, los emails se me amontonan, los papers se quedan sin leer y algunos whatsapp corren el mismo destino. Debe ser por ello que últimamente he ido tanto al cine. Con “El Club” me quedé a cuadros, muchos dirán que es una película que ataca a la iglesia católica, yo digo que es un espejo donde se refleja la maldad del ser humano, nuestra esencia diabólica.
Para los que aman el cine, “El Club” es una escuela de dirección de actores y primeros planos. Subiendo latitudes me fui hasta Cuba, en el cine claro está. “El Rey de La Habana” prometía transportarme a los años 90 habaneros. No recordaba todo lo que experimenté cuando leí el libro original, el desasosiego de no tener salida alguna, la asfixia… Pedro Juan Gutiérrez es una especie de Albert Camus caribeño coleccionista de historias sórdidas y reales, descritas con la sensibilidad que te aporta el desparpajo de aquel que no tiene nada que perder, nada que ocultar. La película, de factura española y rodada en Santo Domingo, es fiel al libro y los personajes, la mayoría cubanos, están esculpidos por la realidad. Ella, Mayda, ganó la Concha de Plata en San Sebastián. Él, el Rey, también la merecía. Al cine fui con mi amigo Alex, cubano también, de allí salimos con el ánimo en los talones y el corazón en un puño. Algo ligero fue “Los miércoles no existen”, no recordaba que había visto la obra teatro que tan poco me gustó. Una idea interesante pero muy mal montada, con errores en el guión y un Madrid bello y reconocible al fondo de la pantalla… Javi lo siento, debí elegir mejor. Más tarde llegó el turno a “The Martian” o como le han puesto aquí “Marte”. ¿Qué queréis que diga? Me encantó. ¿Cómo no me ha gustar una película donde se hace una oda a la ciencia? El mensaje de “The Martian” es sólo la ciencia te puede salvar. Un astronauta se queda en Marte y sobrevive a base de conocimientos científicos. Los que me leéis: ¿Sabéis cultivar para alimentaros? ¿Sabéis destilar agua? ¿Sabéis generar oxígeno? ¿Sabéis provocar una explosión? … todo eso sin tener Google a mano. Me sentí afortunado, de pronto me percaté que probablemente gane menos dinero que muchas personas-amigos que me rodean, pero sabría salir adelante en un sitio donde ellos estarían condenados a morir. Ya sé que es una idiotez lo que acabo de escribir, es poco probable que se dé esta situación… pero dejadme soñar, por favor. Y para terminar, un amigo americano me convidó a ver “Una casa en Paris”… pero me quedé dormido, creo que los ronquidos fueron antológicos, el cansancio me venció y sólo recuerdo un par de escenas de la gran Maggie Smith pero así entre velos y brazos de Morfeo. Os quiero,
Ed.

sábado, 10 de octubre de 2015

Viernes de vuelta con Nobels...

Hola a tod@s! 
Cuando Madame Curie, luego de ausentarse de la vida pública por la muerte de su esposo Pedro, tomó la riendas de las clases que impartía su compañero de vida, el anfiteatro estaba abarrotado y todos esperaban un discurso sentido, una justificación obvia de su ausencia. Ella apareció, tragó saliva y comenzó la clase… 
Esta es la semana Nobel del año, desde Estocolmo día a día van subiendo al Olimpo a científicos, activistas y un escritor. Esta semana, como cada año, los comentaré con vosotr@s. El lunes la espera no fue larga, sobre las once se anunciaba que el Premio de Medicina y Fisiología volvía a sus orígenes, a la propia Medicina… ya venía siendo una costumbre que esta categoría se quedara en la casa de los biólogos moleculares pero este año se premió a la terapias efectivas contra infecciones. El irlandés William C. Campbell y el japonés Satoshi Omura comparten la mitad del Nobel por su combate contra las infecciones causadas por parásitos. La otra mitad va entera a la china Tu Youyou por haber establecido una nueva terapia contra la malaria. ¡¡¡China y mujer!!! Definitivamente en Suecia están cambiando las cosas. Demás está decir que en la red corren chistes acerca del nombre de la científica china, lo cierto es que trabajando desde Pekin y basándose en la más tradicional medicina china, hizo uno de los grandes avances en medicina tropical de los últimos tiempos al descubrir la la artemisinina (también conocida como dihidroartemisinina) y con esto salvar muchas vidas. To Youyou también tiene el premio Albert Lasker que se considera la antesala del Nobel y en su curriculum no aparece ninguna estancia en universidades de élites ni centros alemanes. El martes, fueron también puntuales y antes de las 12 se sabía que los físicos Takaaki Kajita y Arthur B. McDonald, japonés el primero y canadiense el segundo, ganaban el Nobel de Física por sus trabajos sobre la oscilación de los neutrinos que, traducido a un idioma más simple, quiere decir que estas minúsculas partículas, capaces de atravesar cualquier materia sin provocar muchas alteraciones, tienen masa. Ya miércoles, la Academia sueca tardó un pelín más en anunciar el Nobel de Química de este año y, al hacerlo, giró hacia su costumbre de mirar la biología molecular desde este categoría. Esta vez quienes se llevaron el gato al agua fueron los que descubrieron los mecanismos de reparación del material genético, Tomas Lindahl, Paul Modrich y Aziz Sancarr. Este trío explicó lo que nuestras células hacen cada segundo para evitarnos las anomalías que son base de muchos procesos cancerígenos… sin ir más lejos, cuando tomamos el sol estamos fastidiando nuestro material genético a cañonazos, el mecanismo químico descubierto por la triada Nobel “intenta” que la afectación no se transmita en la próxima división celular. Casi se me olvidaba decir que el primero es sueco, el segundo americano y el tercero turco. Me cuenta mi amigo Fumero desde Estocolmo que, al parecer, existe otro científico sueco con apellido Lindahl y el ayuntamiento de donde nació se apresuró a celebrar el premio de su no-laureado hijo. Entonces llega el jueves y con él la estrella de los Nobels, está claro que el planeta prefiere a los “conocidos” que, escriben, y desdeñan a los desconocidos que descubren… pero esto es harina de otro costal, simplemente una batalla perdida de la humanidad. El Nobel de Literatura, como siempre, se hizo esperar. Las quinielas estaban en todas las portadas y su rey, Murakami, otra vez se quedó sin premio. La periodista bielorrusa Svetlana Alexiévich por sus escritos polifónicos es la nueva estrella de la literatura mundial. Según la Academia, ella en sí es un monumento al sufrimiento y coraje de nuestro tiempo. Confieso no haber leído nada salido de su pluma, quiero decir, de su ordenador. Y para el viernes se deja el premio que suele ser muy controvertido, el de la Paz. Este galardón lo han obtenido personas que hasta el momento no han hecho mucho por la Paz de ninguna parte o, incluso, que han promovido alguna guerra en nombre de otra Paz. Este año se ha reconocido al Cuarteto de Diálogo Nacional de Túnez por su decisiva contribución a crear una democracia plural en Túnez, según reza en el comunicado de la academia. Sólo falta el de Economía que se anunciará el lunes y desde Oslo… como van las cosas, probablemente no interese mucho. 
Os quiero, 
Ed. 
PD: Sólo una pincelada personal: este Viernes lo dedico a Angel por sus emails, a Emanuela por sus whatsapps, a @alfestruch por sus tws y Eric por el tren de Hersey.

sábado, 5 de septiembre de 2015

Viernes desde Madrid...

Hola a tod@s!
¿Qué puedo decir yo en medio de este desasosiego? El mundo se inunda de imágenes con personas pidiendo ayuda, Europa se balancea entre ser humanitaria y protegerse de no sé qué, los fanatismos afloran, florecen, hacen su agosto… y todos, absolutamente todos, pensamos tener la razón en el bolsillo. Terminé mi Viernes anterior queriéndome bajar del mundo… hoy no tengo ni idea de qué es lo que quiero. Bajarme ¿pero a dónde? Allá donde vaya, si hay personas, habrá conflicto. Me fui de vacaciones para cargar baterías, en la costa gallega discutí de derechos, en la catalana me abrigué con amistad. Esencialmente solo, pero con el corazón acompañado, caminé por los días sabiendo que las prisas no son buenas compañeras pero, consciente de que este viaje es único, sé que las pausas tampoco lo son. Pintorreteado por “El Color del Verano”, logré atravesar Agosto sin quemarme por dentro ni por fuera. Los amigos fueron muchos: Alice, Ernest, Carlin, Juanman, Rus… las playas fueron pocas pero bastaron. De regreso encontré mi Madrid nuevamente, la casa, el sitio de donde ya soy. Haciendo números simples llevo más tiempo en esta ciudad que en cualquier otra… es oficial, soy de aquí. Y no quiere decir esto que haya borrado las raíces, lo genial de Madrid es que te acepta tal y cual eres. Con acento, con costumbres, con rarezas… con compañías y, sobretodo, con soledades. La vuelta no ha sido traumática, nunca lo fue. El día que no quiera regresar al laboratorio, ese día habré dejado de ser yo. Nunca he entendido eso que llaman depresión postvacacional, debo ser un privilegiado… algo menos para sufrir. Los proyectos no se detuvieron por el verano, el ritmo ya vuelve ser el de un crucero, hemos enviado artículos con datos nuevos, hemos analizado experimentos hechos y planificados futuras direcciones.
Pero nada es perfecto, como parte de mi empeño por sacar adelante el Instituto se montó un encuentro con Cristiano Ronaldo, la estrella de las patadas aceptó eso de apoyar un proyecto que combina un hospital madrileño y otro de Oporto, yo no lo acaba de ver… pero allá fui. Enfundado en un traje y con la cabeza puesta en lo que dejaba de hacer en el lab, tomé un avión a Lisboa, sería fácil, un encuentro breve, unas fotos, un compromiso. Pero las estrellas son caprichosas, más aún cuando sólo saben dar patadas. CR7, como lo llaman, se levantó con molestias en la garganta, CR7 decidió que no era día para ser solidario con la ciencia, CR7 prefirió no bajar al Hall del hotel donde un servidor esperaba. Hace poco en una entrevista dije que “odiaba el fútbol y todo lo que le rodea”… sabía que no me equivocaba. Pero dejemos este episodio en lo que es, una anécdota para contar. Quizá sea mejor recomendar “Liltling” una preciosa película sobre el amor y la compresión que desborda los límites. También decir que Nacho Duato vuelve a Madrid pero su paseo por el ballet clásico no ha sido memorable, se ha presentado con una compañía alemana y una Bella Durmiente que no aporta nada a la historia del amor que despertó con un beso. Pero sobre todo quizá sea mandatorio volver al inicio de este Viernes y recordar que la migración es un trauma, que nadie deja su sitio para ser extraño en otro por puro placer y que el dolor y las heridas que se producen nunca pero nunca llegan a desparecer del todo.
Os quiero, Ed. 
PD: Aquí os dejo la entrevista que me hicieron para Redacción Médica, ha sido realmente un perfil fresco y libre… algun@s la han criticado, otr@s querían más, yo me sentí cómodo. 

http://www.rmedica.es/edicion/252/eduardo-lopez-collazo

viernes, 7 de agosto de 2015

Viernes estival...

Hola a tod@s!
Hoy si es viernes, además no es un viernes cualquiera, empiezan mis vacaciones de verano. Ya tengo la maleta preparada, en breve estaré en un tren, me acompañará una amiga de toda la vida, me esperan una ciudad desconocida y un amigo reciente, cosas buenas… pero estoy nervioso. No lo puedo evitar. Es algo que me acompaña desde niño, el efecto maleta-viaje saca mi inquietud. Luego disfruto contándolo, pero el proceso es una tortura sutil. Algo de aquellos domingos de partida “hacia la beca” debe quedarme en el subconsciente. En fin, todos tenemos nuestras rarezas y esta es una de las mías. Lo cierto es que necesito una desconexión, tirar el cable a tierra, hablar de otras cosas o simplemente de nada. Leer frente al mar, ver llover, no explicarme ni pedir explicaciones. Olvidarme del día y la noche, no leer nada más sobre el cambio climático que es realidad y que Obama ha visualizado como otro filón para pasar a la historia, dejar a un lado la discusión sobre la oportunidad de abrir relaciones entre Cuba y USA con el telón de éxito castrista o el escenario de un respiro para quienes viven en la Isla de las Metáforas, desenchufar a los dinosaurios-empeñados en pasar por jóvenes promesas y las miradas inquisitivas de quienes quieren más a cambio de nada, dejar a un lado la estrategia que me resulta pesada y quizá pensar en experimentos imposibles o lejanamente posibles. No sé si lo lograré, me quedan por delante 5 horas de viaje que trataré de llenar con teorías sobre la vida extraterrestre y otras excentricidades…. vamos que estoy como Mafalda cuando gritaba: “paren el mundo que me quiero bajar”. 
Os quiero,
Ed.

sábado, 1 de agosto de 2015

otro Viernes

Hola a tod@s!
No es Viernes, ya lo sé. A veces me resulta difícil la puntualidad en este país donde lo exacto no tiene cabida en el día a día. Termina una semana y también termina un mes. Se va el Julio más caliente de la historia, al menos de mi historia, o quizá de mi memoria reciente. ¿Qué más da? Ya dije que lo de la exactitud se ha tomado vacaciones. Lo cierto es que ayer logré pasear por la noche vestido de pingüino, quiero decir enfundado en un traje, por un Madrid que no ardía, y hoy he despertado sin la sensación de estar en un capítulo de la Divina Comedia. La ciudad, mientras tanto, se va despejando. La gente se marcha al pueblo, a la playa, al extranjero… es el éxodo que se hace costumbre cada verano, al cual nos vamos sumando. Ya empiezan aparecer fo
tos de playas sazonadas con cuerpos de gym, destinos sabidos, islas paradisiacas, amig@s que dan sorpresas, parejas felices y otras separaciones. Yo aún no me voy, y cuando lo haga será cerca. Este verano no habrá cruce de charco, ni aviones, ni jet lag… hay una España por descubrir y amigos con quien compartir, eso si. Mientras tanto, seguimos yendo al cine y buscando el “por qué” de los “porque” muy a pesar de lo establecido y las instituciones. Si algún día doy con él, no será gracias al sistema y sus componentes, todo lo contrario... Pero dejemos la queja, no va a ninguna parte y mina el alma. Pasemos a lo gracioso, a contar que en mi hospital me sigue un montón de gente por las redes sociales, muchos de ellos por cotillar y hasta se han creado grupos de whatsapp para difundir las fotos que publico buscando la crítica fácil y el chiste verde. ¿En qué mundo vivirán? Aún no se han percatado de dos cosas: si publico algo es que no importa que se difunda, todo lo contrario, es ese el objetivo. Por otra parte, si se toman el trabajo de rastrearme en todas las redes sociales es que les intereso… Salí de Cuba dejando todo lo que tenía atrás, perdiendo raíces y familia para ser libre. Nunca he aceptado irme a una entidad privada para mantener mi libertad de pensamiento, no me he casado jamás con un partido político porque la fidelidad política es una forma de perder la libertad, en fin, venga mi saludos desde este blog que no está escrito para ell@s y si para los amig@s de los que me despido siempre con un:
Os quiero que no va dirigido a esos “otr@s” que creen tener la verdad en el bolsillo,
Ed.
PD: Aquí os dejo una foto que parece que ha causado furor entre “ell@s”.

viernes, 24 de julio de 2015

Viernes...

Hola a tod@s! 
Madrid se evapora, los días saltan por encima de los máximos históricos de temperatura y respirar se vuelve un trabajo para titanes. El calor nunca me ha parecido ni “cool”, ni “in”, ni nada por el estilo. Sólo lo aguanto frente al mar, y esta ciudad, por aquello de no ser perfecta, carece de la maldita circunstancia del agua por todas partes que decía Virgilio al referirse a la Isla Metafórica. “No body is perfect” decía otro… y así andamos. 
Mientras tanto la humanidad ha llegado a Plutón. ¿Y para qué sirve? ¿Por qué nos gastamos una millonada en poner un cacharro a girar entorno a un planeta que está lejísimo? Estas son la preguntas más comunes entono al tema, ¿la respuesta? pues porque no sabemos cuando esos datos los tendremos que usar para salvar a la humanidad. ¿No es acaso palpable que estamos destruyendo la ecología de la Tierra? Quien lo dude está invitado unos días a Madrid. Es conveniente dejar que unos cuantos pongamos las luces largas, y los ejemplos se amontan en los libros de historia. El hoy y el ahora nos ciegan… la prontitud confunde, y este encerramiento ¿voluntario? que tenemos los humanos puede que acabe con nuestra especie. Sigo preguntándome ¿qué ha sucedido para que la tecnología se haya ido hacia la comunicación inmediata, dejando a un lado aquello de abrirnos horizontes? A la Luna fuimos con un ordenador que tenía menos capacidad de cálculo que una bicicleta actual. Allí saltamos con la mirada puesta en la conquista de un nuevo espacio para la humanidad. Hoy no somos capaces de salir a la calle sin el cargador de nuestro “smartphone”, por si nos quedamos sin batería y de pronto la oscuridad nos engulle. Algo ha pasado y no nos hemos dado cuenta, lo mismo tiene que ver con “Lo que hacemos en la sombra”, película que viene del otro lado del mundo, filmada en formato de documental y desternillante. Permitidme la comparación y el cambio te tema. Gocé como hacía mucho con este metraje que vuelve a los vampiros y sus andadas pero es fresco y recomendable. También fue recomendable ver el Nederlans Dans Theater en el Real con su fría mirada que descongela el alma, sin saber cómo ni por qué. Ellos danzan de otra manera, buscan la piel desde el interior y son diferentes en la homogeneidad. Y así avanzó mi semana, entre cajas que se hicieron y deshicieron para verter su contenido en otros espacios. Ya vivo en otro sitio, algo ha cambiado y me adapto a los nuevos puntos cardinales, olores y dinámicas… el alma va más despacio, pero llegará. Para el viaje elegí compañero seguro y para los momentos de soledad un libro que me hace reír desde el saber… “El color del verano” de Reynaldo Arenas. 
Os quiero, 
Ed.

viernes, 3 de julio de 2015

Viernes... y pa' lante.

Hola a tod@s!
Hoy paso una frontera, otra barrera, soy más de allá que de acá. Hace 46 años nací y parece mucho y también poco, cuestión de referencias. La vida me ha enseñado que la temporalidad es una forma estable de vivir, las eventualidades me han hecho memorizar los libros que no he podido cargar en la mochila y el etcétera hace su agosto en cada esquina de la existencia. Ayer pensaba haber trazado el futuro, recto, con tinta permanente. Hoy sé que nada es para siempre. La cuestión parece radicar en nuestra profundidad y nada tienen que decir las superficies. Me quedo entonces con lo lindo, bueno y suave. Lo demás se irá quedando en el camino.
Gracias a tod@s por leerme,
Os quiero,
Ed.

sábado, 27 de junio de 2015

Viernes... orgulloso, como no podía ser de otra manera.

Hola a tod@s!
“¿Por qué tengo que darte la enhorabuena por estar en una lista de homosexuales influyentes?” Fue la pregunta de una amiga. “¿No entiendo eso de celebrar el orgullo gay? ¿Acaso celebro yo ser hetero?” Otro comentario… Y creedme, estas palabras provienen de personas que están lejos de la homofobia, pero simplemente nunca han padecido la infrecuencia. España, y al parecer el planeta entero, está dando pasos importantes por equipar los derechos, las leyes ayudan a la normalización de lo que es corriente pero lleva siglos sin reconocerse como tal. Ahora bien, esto no hubiese sido posible sin la valentía de quienes se levantaron un día y dijeron “basta de creerme inferior por ser infrecuente”. Generaciones enteras tuvieron que vivir en la mentira o bajo tierra, escabullendo la mirada superior de quien decidió señalarlos con el dedo por ser diferentes. Muchas son las personas como mi amiga que piensan que ya todo está hecho, que no son necesarias las listas, ni celebrar ningún orgullo… muchos son los que sueñan con que la aceptación es plena. Pero no es así. En la mismísima Madrid se dan casos de agresiones a parejas de homosexuales por mostrarse tal cual en la calle. En el trabajo la palabra novio para referirse la pareja de un chico se atraganta. El cotilleo y la risa nerviosa son protagonistas cuando se habla del tema, y la enhorabuena por destacar entre este colectivo es una ausencia incómoda que no se sabe gestionar. El año pasado, cuando El Mundo decidió ponerme en la lista de los homosexuales más influyentes del país, en mi hospital se armó un cristo. Desde Comunicación me reprochaban no haberlo informado antes, mi amiga, la que no encuentra motivos para darme la enhorabuena, se enfadaba por tenerse que enterar a partir de terceros y así el etcétera se hacía infinito. Este año, cuando ya tenía medio seguro que volvería aparecer, envié un email a Comunicación con copia a las “fuerzas vivas del hospital”, les decía que era un honor para mí estar allí y una publicidad blanca para el Instituto que dirijo… entonces, el silencio se instauró en mi email. ¿No lo saben gestionar?, ¿les molesta?, ¿les parece inadecuado?… nunca lo sabré. Sé que desde la sombra las interferencias han estado en marcha durante un año, pero las cosas van cambiando, quieran o no. No seré yo quien dé marcha atrás. 
Os quiero y feliz día del Orgullo Gay,
Ed.
PD: http://www.elmundo.es/album/loc/2015/06/27/558d8120e2704ece458b458c_11.html

viernes, 19 de junio de 2015

Viernes... uno más.

Hola a tod@s!
Hoy es Viernes, algunos dicen “por fin”, yo ya no sé si es mejor tener un fin de semana para llenar con una búsqueda infructuosa de piso, o seguir trabajando para tener alegrías puntuales con las que refrescar la existencia. Mientras tanto, Madrid se ha debatido entre el tórrido verano y coletazos invernales. El fuego infernal se instauró por unos días precediendo una bajada de temperaturas que llenaron de gripe las urgencias. Y es que nada en esta ciudad se trata con calma, mirad la llegada de Manuela a la alcaldía. Sin saber aún donde estaba su silla ya tenía una crisis de gobierno, con el ordenador frío y sin encender tuvo que dar explicaciones, ruedas de prensa y entrevistas varias. Ahora nos hemos vuelto finos, refinados, tiquismiquis y uso el plural porque me incluyo. Ni lo veo mal, ni lo veo bien… simplemente lo veo. Estoy planteándome re-leer mis tweets y mis Viernes, analizar cada palabra escrita o dicha, maquillar el pasado, todo puede ser usado en contra. Pero no parece ser fiebre española, en el Reino Unido un premio Nobel ha tenido que dimitir por contar la manera en que se han desarrollado sus relaciones con las mujeres científicas que ha tenido en el laboratorio. ¿Machista? Seguro que sí. Pero dónde está el límite. En realidad somos diferentes, reaccionamos diferentes y en ello puede estar la sal y el azúcar de la vida. El hombre, por lo general, es menos sensible. La mujer, en casi todos los casos, acerca las críticas a la esfera personal. Y mejor lo dejo aquí porque no quiero tener que dimitir de… bueno en realidad no tengo de qué dimitir pero nadie sabe si en el futuro he de dar explicaciones. Así que prefiero cambiar de cuerda, pasar del activo al descriptivo. Decir, por ejemplo, que me aburrí soberanamente con la puesta de “Porgy and Bess” del Teatro Real, ni el “Sumertime” logró espabilarme. Sin embargo, el plano falsamente único de “Hablar” me dibujó una sonrisa, de miércoles por la noche, en una ciudad que parecía estar viviendo los prolegómenos de un desastre… y hablo de Madrid, por su puesto. “Hablar” es un eterno plano secuencia que enamora y huele a premio, a pesar de defectos y efectos. También puedo decir y digo que estos días se me han llenado de amigos, distantes como Paneque que me anuncia por whatsapp “estoy en Madrid” luego de 3 años de ausencia, amigos como Ernesto que me monta una cena en Barcelona o Carlín que me enseña una playa escondida. Amigos como Lilo que camina y camina conmigo en su nueva ciudad y me cuenta y le cuento.
Y así, entre uno y otros, sigo andando, buscando una verdad que a veces se esconde.
Os quiero,
Ed.

sábado, 30 de mayo de 2015

Viernes... ¿en libertad?

Hola a tod@s! 
… una amiga de la infancia me escribe un email, no usa su cuenta, tampoco da detalles reveladores para terceras personas, se disculpa, se deshace en perdones, una vez tuvo que cortar la comunicación conmigo porque en su país, aquel que fue mío, cuestionaron eso de escribirse con alguien que abandonó “el sistema”. Su carta me hizo pensar que soy libre que puedo dirigir mis palabras a quien desee sin temor de una reprimenda pero no es así del todo. ¿Realmente somos libres en esta democracia? Una vez hice una petición on line para que quitaran del Comité de Bioética a un homófobo confeso, aquello tomó proporciones épicas e inmediatamente fui temporalmente destituido de las comisiones técnicas de evaluación que asesoran a la agencia que financia la investigación médica, en palabras textuales del entonces jefe de parte de aquello: “… lo hicimos para protegerte, eres parte del sistema y te has puesto en su contra”. Hoy haciendo la declaración de la renta pensé que debería existir una casilla para la ciencia, inmediatamente se despertó el “libre” que tengo dentro, monté en mi mente otra campaña on line para lograrlo, sería bueno para todos y no haría daño a nadie. Entonces me asaltó la pregunta: ¿De dónde me quitarán ahora?¿En qué despacho dirán que “tienen que protegerme”?¿Cuál será el enano que determinará mi futuro? Al final, no somos libres. Jugamos a serlo pero las cadenas nos atrapan. Hace mucho que no escribía un Viernes, probablemente quise sentirme libre de esta costumbre o simplemente la desgana y la insoportable temporalidad de lo que hoy llaman SER ahogaban las palabras antes de cobrar vida y ser escritas. Pero cometía un error, donde único me siento libre es aquí, escribiendo lo que pienso y lanzándolo al ciberespacio como botellas con mensajes que nunca sabré si llegaran algún puerto. 
Os quiero, 
Ed.

viernes, 1 de mayo de 2015

Viernes puntual y con declaración firme...

Hola a tod@s! 
Quien vuelva a decirme que eso de ser “single” es lo mejor del mundo le retiro la palabra. A ver, ventajas tiene: nadie te pregunta a qué hora vuelves, nadie te recrimina si cambias de planes, nadie exige que hagas algo cuando no quieres hacerlo y el etcétera es infinito… pero, si un día tienes que hacerte una prueba donde juegan con la dilatación de las pupilas y te acompaña tu soltería… la cosa adquiere otro matiz. En mi caso ocurrió así: terminé sin poder distinguir un muro de una puerta, tuve que coger un taxi para irme a casa, intenté pagarle al taxista con la tarjeta de la seguridad social, al final el señor me pidió la cartera y buscó una tarjeta de crédito, la pasó por su cacharro y me fié de que me haya cobrado la carrera y no el valor de una cena en el Palace. Llegué a la puerta de la casa, quince minutos después logré introducir la llave correcta en el hueco adecuado, abrí, por suerte quitar la alarma lo tengo automatizado y no tuvo que acudir la policía pensando que había entrado un intruso, me caí al chocar con una silla que dejé fuera de su lugar, nunca lo hago pero esa mañana iba con prisas. Más tarde me apoyé en una pared de aire y terminé de nuevo en el suelo… eso me hizo pensar en la gravedad con ironía. Tenía hambre pero no se me ocurrió intentarlo por aquello de evitar que vinieran los bomberos, decidí buscar el sofá y acostarme hasta que todo pasara… ya sé que tengo muchos amigos, pero a esas horas tod@s trabajan, otr@s viven lejos y uno anda son su soltería a cuestas y sin saber qué es eso de disfrutarla. En fin, seguro que es atractiva pero por ahora yo he terminado dos veces en el suelo. Lo más cercano que tuve de una compañía fue mi Siri que no es, ni por asomo, la Samantha de “Her” y cuando le pedía que llamara a alguien me indicaba que tenía no se cuantos “alguien” con el mismo nombre y que escogiera de una lista que me mostraba en pantalla, luego de insultarla se desconectó. En fin de nuevo. Por suerte, al despertar ya se había pasado y podía ver… voy a mandar lejos la soltería, os lo prometo. También pienso hacer lo mismo con la ilustre Unión Europea, ya se ha extralimitado dos veces en menos de treinta días. Primero mira por encima del hombro a quienes se mueren en el mar intentando llegar a un futuro… que fácil es hacerlo desde la orilla. Y luego se queda tan ancha dando por bueno que cada país determine si los homosexuales podemos donar sangre o no. ¿Medioevo? Y aún muchos me dicen que no hay que estar todo el día dejando clara la orientación sexual y defiendo nuestros derechos… el poco frecuente siempre tiene que estar en guardia, de lo contrario es fagocitado. Buen puente de mayo… yo tengo que buscar una solución a un problema técnico que tenemos en el lab y luego le prestaré atención a lo dejar de ser “single”. 
Os quiero, 
Ed.

sábado, 25 de abril de 2015

Viernes en crisis...

Hola a tod@s!
Estoy en crisis, ¡vaya noticia! ¿Quién no lo está? Pero mi crisis es diferente, tiene una manifestación clara, evidente, líquida y transparente. No encuentro un puñetero libro que me seduzca. Ya he probado de todo, en la FNAC me ponen la alfombra roja cuando entro, se encienden las alarmas y hasta me saludan por mi nombre los chicos de la caja. Pero no hay manera de que un libro me atrape… tengo una montaña de cadáveres sobre mi mesa de noche, libros que he comenzado y decidido dejar luego de varios intentos infructuosos. Me he ido al esnobismo francés, a los clásicos norteamericanos, he paseado por la ciencia ficción mala y supuestamente buena, he comprado best sellers y worst también… pero nada. Estoy por pensar que no me gusta leer, que he perdido esa voracidad de antaño o simplemente que estoy en crisis. Me decanto por lo último… días difíciles estos que ando viviendo. En uno de esos libros-cadáveres leí que esperamos de la vida lo que no es la vida y debe ser cierto. La misma impresión tuve cuando vi “Regreso a Ítaca”, la película coral a lo francés, dirigida por un gabacho pero con esencia cubana. La misma donde la basura de cada uno se esparce en el encuentro esperado y sucedido muchos años después. ¿Qué es esta puesta escena sin ensayo general? Me temo que cuando nos percatamos que no hay otra oportunidad, la vida se fue. Pero también me temo que esto no lo aprendemos. Mientras tanto todo continúa, como si nada pasará, sin percatarse que uno anda todo “crisoso” y me invento el término porque si no me lo invento hoy quizá no recuerde hacerlo mañana.
Y yo, me dejo llevar… busqué en la “nueva-Blade Runner” una razón para la diferencia y sólo encontré la nostalgia de aquella juventud con amigos, hoy dispersos, concentrados en un cine de Matanzas para ver llover en Los Ángeles del futuro. También busqué razones para el montaje de “Carmen” de la Compañía Nacional de Danza y concluí que cuando no tienes nada que aportar mejor quedarse callado. Pero no todo es horrible, el Real apostó por “La Traviata” y allí estuve para disfrutar de Violeta y su amor incombustible, ese que se nos ha metido en la cabeza, no existe, pero hay que buscar. También disfruté cual enano del último capítulo de “El Ministerio del Tiempo” donde me enamoró Lorca y odié a Dalí. Dije adiós en silencio a Grass y Galeano que desde sus antípodas se despidieron a la vez de esto que llaman vida terrenal. Bailé con Luz Casal en un concierto que me tomó por sorpresa, me vi en la pantalla pequeña en ese talent show que odian y aman y se llama MasterChef. Supe que Rato dará para mucho Rato. Le compré una rosa amarilla a mami. Y sigo preguntándome ¿Dónde está todo el mundo? No me creo eso de la soledad en el universo.
Os quiero, Ed.

sábado, 4 de abril de 2015

Viernes... sin santos.

Hola a tod@s!
De seguir la tradición hoy tocaría criticar la semana santa, el parón español por estas fechas y un etcétera alargado. Pero justamente hoy no me atrae eso de seguir una tradición. Entonces os cuento que me fui a Andorra, probablemente huyendo de mis circunstancias y a sabiendas de que las muy cabronas te persiguen allá donde vayas sin importarle los husos horarios ni la altitud. Allí no sabía lo que me iba a encontrar, nieve quizá. Con dos amigos y un coche atravesamos España y en seis horas llegamos a los Pirineos. No había mucha nieve, pero si una tortilla con Sol que resultó brillar más de lo prometido. Está de más decir que lo mío no fue esquiar, los días intrépidos desafiando mi vértigo innato son historias para fardar. Leí, reflexioné, aprendí. Nada sabía de ese principado, co-dirigido y restrictivo para mantener su linaje. Aparentemente es más fácil que te premien con un Nobel que ser andorrano (gentilicio que me suena raro, por cierto). Han de pasar más de dos décadas de residencia legal para lograr el pasaporte de este pequeño país y aún así las cosas no te las ponen fácil. Lo de votar es complicado y montar una empresa con tu capital, sin andorran@ por medio, ni hablar… eso sí, el dinero es bienvenido y en un restaurante puedes escuchar alguien preguntar: “… ¿pensáis venir a menudo o lo de la compra del piso fue para blanquear?” En Andorra el tiempo se paraliza, la tierra parece que gira con más lentitud, y si a todo esto le añades mi tontería habitual de hundirme frente al percance nimio, por suerte no me ocurre cuando el percance adquiere proporciones de problema, mis días por allí fueron una montaña rusa de parque de atracciones barato. Pero no todo es negro en la blanca vida, en Andorra descubrí a Sol que merece su nombre, una catalana medio ibicenca y, como yo, Madrileña de corazón. Con ella compartimos más de una reflexión certera y muchas risas inteligentes. También estuvieron, mientras el esquí lo permitió, e-Robert y el gran-Dani, ambos con sus estilos tan propios ofreciendo hombros y provocando carcajadas. Y así terminaron los días-Andorra, dejando para el final lo de perder el tren para la vuelta por razones distintas según quien lo cuente. Gran-Dani manifiesta que fue debido a un atasco, e-Robert dijo que Gran-Dani fue optimista al calcular el tiempo mientras que yo me empeñé en alargar la mañana entre burbujas, la realidad fue que e-Robert tardó lo suyo comprando todas las botellas de alcohol que cabían en su maleta. Pero qué más da… Luego en Madrid la semana santa continuaba y una casa rural en un pueblo, demasiado rural, me esperaba en Castilla.


Allí me fui, con Alex recorrimos “los montes verdes” para percatarnos de que el urbanita necesita la contaminación para la vida. De allí huimos cuando el atardecer se volvía noche cerrada sin nada que hacer sino dormir. Es bueno saber que existen personas con las que compartes historia, cultura y están al alcance de la mano… Ya estoy en Madrid, preparado para afrontar el reto de llenar cada día una página en blanco.
Os quiero, 
Ed.

sábado, 28 de marzo de 2015

Viernes... de vuelta

Hola a tod@s! 
Hace mucho tiempo, cuando acaba de llegar a Madrid, mi amiga Shelly me escribía desde La Habana diciendo que no me preocupara por el jet lag. Según ella esta descompensación horaria ya la había definido y estudiado muy bien Cortázar. Todo se debía a que la era moderna hace que nuestro cuerpo viaje muy rápido dejando detrás el alma, ella es más lenta, se toma su tiempo en llegar. Años más tarde, cuando Shelly ya era una experta en eso de cambiar husos horarios, volvía sobre la reflexión de antaño y rectificaba: “flaco, yo creo que lo que realmente se queda atrás no es el alma, es el culo, cuando cambio de hora me cuesta horrores volver ir al baño a las horas de antes”. Shellita, como me acuerdo de ti por estos días en los que he llegado de Colombia y seis horas de diferencia aún no han sido regularizadas por mis intestinos ☺. Llevo varias semanas sin escribir, muchas cosas se me han quedado por contar: el paso gracioso por MasterChef desafiando la orden expresa de la CAM donde se me prohibía asistir a ese programa, el estrés de tener que entregar cinco proyectos, preparar varias charlas y eso mezclado con el olor a barniz que no se va… al final el que se va soy yo, la noticia de que un amigo en NY se ha enamorado, sigue enamorado e incluso se casa, la aparición de una serie en televisión española que merece la pena, hablo de “El ministerio del Tiempo” y así un largo etc… Pero hoy lo retomo, tengo que volver a ser “isótropo, lineal y homogéneo”, debo volver a contar lo que veo, porque simplemente me gusta hacerlo… allá voy. 
Estuve en Colombia, el viaje me costaba imaginarlo. De ese país pocas cosas buenas se habían prendido en mi mente. Allá me esperaban en Calí un amigo de un amigo que me había organizado charlas y encuentros en la Universidad del Valle y luego, en Medellín, debía participar como jurado en una tesis doctoral y dar un seminario. Los aviones no me gustan, la altura me pone nervioso, el ruido de la cabina me da dolor de cabeza, en fin… que para mí viajar es un puro estrés des-compensatorio. Sólo que no tenía ni idea que al otro lado del océano, luego de 11 horas encerrado, me esperaba un sitio encantado. En Cali, la bondad de Dorian (no Grey y si Polo) superó cualquier expectativa de entrega y profesionalidad. La ciudad no es bella, pero su gente son como flores que regalan sonrisas a cambio de nada. En la Universidad del Valle me encontré con estudiantes inteligentes capaces de seguir un seminario lleno de peculiaridades del sistema inmune que no están en los textos. En la calle hay escribidores a máquina que ofrecen sus habilidades para redactar cartas oficiales entre limpiabotas y gente que venden minutos de sus celulares. Paseando por San Antonio te encuentras un bar que llaman Macondo cuya palabra clave para acceder al wifi es “Úrsula”… entonces me di cuenta que Márquez lo tuvo fácil, tan solo tuvo que describir lo que vivía, su alrededor. Una vicedecana me contaba que conocía a sus 21 hermanos y otra persona aseguraba que su padre había tenido 87 hijos, algunos de ellos, a pesar de que estaban “oficialmente” muertos, asistían a al fiesta que cada año celebraba por su cumpleaños. Luego vino Medellín, probablemente la ciudad más limpia que haya visitado si pasamos por alto la esterilidad suiza. A diferencia de Cali, allí existe un urbanismo y la preocupación por mostrar una fachada agradable se palpa en cada centímetro cúbico de aire. Con un tráfico caótico lleno de motocicletas y buses, el metro aéreo ha venido de perlas al paiso de a pie que es más agradable aún que el caleño y tiene una peculiar manera de hablar que, sencillamente, encanta. La primera sorpresa me la llevé en la cena de bienvenida, allí estábamos científicos de varios sitios, Colombia, Francia, Estados Unidos, Argentina y España… decidimos que el inglés sería la lengua a usar, pero una silla se quedó reservada donde la concentración de hispanoparlantes era ligeramente mayor, todo esto siguiendo la orientación del director del laboratorio que me invitaba. Entonces llegó Manolo, un señor que muchos conocían y yo le adjudiqué el puesto de técnico de confianza, el lab manager del sitio, el brazo ejecutor del jefe, aquel que vela porque nada se desmadre, los ojos del “dire” cuando este no está. Manolo irradiaba simpatía, no hablaba inglés pero su sonrisa comunicaba más que cualquier palabra… me había equivocado, no era el técnico-mano-derecha, Manolo era simplemente la pareja del director del laboratorio… “aquí no tenemos derecho a casarnos, pero eso no impide que la sociedad nos acepte”, me dijo. ¡Vaya lección! A Colombia llegué esperando un país horrible y las bofetadas no paraban de acariciar mi cara. Entonces me entregué a la ciudad y los paisos.
Entre tormentas y sol descubrí la amabilidad sin límites del nativo, admiré el arte de Botero al cual nunca he sido aficionado y disfruté de nuevos amigos que se deshicieron en atenciones. Gracias Andrés, Marcela, Felipe, Jose Luis, Manolo, Alejo…, ojalá vuestro país logre superar esa historia de violencia y crezca como os merecéis… y entonces volví a España, a mi Madrid. Y aquí me esperaba un artículo en El Mundo donde se me señalaba como uno de los cuatro solteros de oro del gremio gay con la puntual repercusión que este tipo de cosas trae consigo…, aquí también me esperaba un premio para mi equipo que consistió en 4 mil euros para mis proyectos y sé que ha sido obra de Chadi e insistencia de Libia, a los dos os mando un beso enorme. También me esperaba un apagón, un fallo en el suministro de electricidad a los incubadores y con ello se me fue a la mierda unos cuantos experimentos, todo sazonado con aquello que reza: “… el amor es algo bello que estropeamos sin darnos cuenta”.
Os quiero, Ed.

sábado, 28 de febrero de 2015

Viernes... con ARCO y sin flechas

Hola a tod@s!
Me he quedado sin flechas, probablemente haya querido solidarizarme con la feria de arte contemporáneo de Madrid, ARCO, que este año se trajo a Colombia pero se dejó la sorpresa, y me quedé sin flechas, o las tiré… lo cierto es que no las encuentro o probablemente no las busco bien. Dicen que a veces pasa, que de pronto te ves con el arco pero sin nada que poner para tensar la cuerda. He leído que las razones son muchas y las explicaciones pocas, yo sólo tengo una pregunta: ¿Dónde diablos están las flechas?


Por doquier florecen los proyectos, de debajo de las piedras nacen oportunidades… sin embargo, el desdén y la desidia crecen con más prisa. ¿Alguien tiene un antídoto?
Os quiero,
Ed.

sábado, 14 de febrero de 2015

Viernes...

Hola a tod@s! 
El viernes 12+1 ha dado paso a un sábado 14 de febrero, y mi pregunta es: ¿Dónde se me ha escondido aquella tradición de celebrar este día, sin importarme las críticas o los apáticos? En la isla metafórica donde nací era sagrado, olvidarlo significaba pena capital, no poderlo celebrar te hacía desdichado. Pero las costumbres si no las riegas, mimas, abonas se van desvaneciendo, se evaporan y llegan el momento en que te crees que nunca fueron tuyas.
Alguien diría que es uno de los castigos de la emigración y yo estoy por creerlo. Mis recuerdos de Cuba son en blanco y negro, casi dos décadas hacen estragos en la mente, pero no todo desaparece, sigo hablando como el jovellanense que fui aunque haya sustituido el “OK” por el “vale” y de vez en cuando se me escape un laísmo tan típico de estos lares. De cualquier manera es difícil y hasta inútil mantenerse dentro de una coraza frente a la dinámica que te va imponiendo la vida, en Tele Martí me preguntaron sobre si volver era una opción y mi respuesta fue un “no” sin pronunciar la sentencia. El entrevistador escogió de toda la conversación que tuvimos justamente este fragmento para el reportaje que, por cierto, tantas alegrías en forma de saludos he recibido de amigos y conocidos cubanos dispersos por el mundo. La otrora tele prohibida de mi juventud me designa como un cubano “exitoso” en tierras lejanas y un amigo virtual, al verlo, me pregunta qué siento al ser referente… nada, no siento nada, porque no creo ser referente, aún no he encontrado la solución a la pregunta que hace mucho tiempo me he planteado y sin esa respuesta no hay referencia que valga. Sin embargo, de algo sí estoy orgulloso, algo simple a la par de complejo. Todo lo que he logrado lo he hecho sin renunciar a una ideología que no se identifica con partido alguno, a una condición sexual normal pero poco frecuente, diciendo y escribiendo lo que pienso, leyendo lo elevado y lo disperso, escuchando a Beethoven pero también a la Streisand, haciendo el selfie que me da la gana y publicándolo en la red social que quiero, sin tirar la toalla y admitiendo que por el camino he tenido un chorro de errores. De esta manera días como el pasado martes, luego de deprimirme ante la mediocridad y bajeza del gestor de turno, llegué al acaso reuniendo en mi despacho a 18 científicos jefes de grupos que hemos decidido unirnos para buscar una solución, gente de formación diversa que queremos usar el sistema inmune para darle un bofetón al cáncer y derribarlo de una puta vez. ¿Quieres ayudarnos? 
Un abrazo, Ed. 
PD: Os dejo la entrevista de Tele Martí en este link 
http://www.martinoticias.com/media/video/cuba-espana-exilio-triunfo-/86418.html

sábado, 7 de febrero de 2015

Viernes... de la red

Hola a tod@s! 
Alguien me ha mandado un “Principito”, alguien que parece seguirme en la red, que conoce y comparte esta especie de afición por ver la historia del pequeño hablador en lenguas ignotas. No ha sido la primera persona que lo hace, aunque si la última por ahora. Estas cosas me hacen pensar que dentro de nuestro egoísmo cotidiano, más allá de esa maldad innata, en alguna parte de nuestro código genético tenemos impreso un mensaje que nos hace especiales. En la era del recado inmediato, del contacto electrónico, que alguien pasee por una librería, esta vez portuense, encuentre el librito, lo compre, lo guarde durante el viaje, busque mi dirección profesional, vaya al correo, meta al “Principito” dentro de un sobre y me lo envíe… quiere decir que aún estamos dispuestos a sorprender. Yo le de doy las gracias, a esa persona que hoy lo ha hecho y otras más que, desde que hice pública mi afición, se empeñan en engrosar la lista de lenguas en la que los tengo. Por estas cosas sigo defendiendo las redes sociales, con ellas mi balance ha sido positivo, a través de ellas me entero de que mi amiga de la infancia Zulema vive en Miami y ama todo lo que le rodea o que Nelson, por NY, se prepara para participar en un documental conmemorativo del ABT y está emocionado por ello. También por la red supe de una película cubana que no llegará a España, “Vestido de novia”, cuya valentía sobrepasa las verdades de aquello que muchos no entienden y otros confunden. Por la red, alguien de Tele Martí me conoció y decidió que una entrevista conmigo podría ser interesante, cosa que me arrancó una sonrisa pícara… ahí están mi cara y mis palabras en la tele que nos prohibieron en la juventud, sin hablar mal de nadie, sólo diciendo qué hago y qué quiero hacer. La red convenció a los de la SER para darme unos minutos y hablar de mi proyecto, el mismo para el que no me cansaré de pedir dinero, para el que poco a poco iré consiguiendo lo que necesito y desde ya voy dando las gracias a Cristina, Libia, Chadi, Marta… La misma red ha entronizado a mi amigo Dani Calamonte por tener los santos c… de hacer que una empresa, hasta ayer conservadora, haga su campaña del 14 de febrero con un spot homosexual. Surfeando por sus olas está el éxito de Los Feroz, esos premios que con sólo dos años ya se han colado en el mundo del cine y se quedarán porque si una cosa tiene David Carrón es empeño y talento…
Por todo esto no entiendo a los detractores acérrimos, a quienes desatan, probablemente por ignorancia, su ira contra este medio que definitivamente nos ha hecho más globales. La red no es mala, los malos son aquellos que mal la usan. Ya no es posible vivir fuera de la red del todo, sólo debemos vigilar no vivir dentro de ella nada más. ¿Qué hay de malo en pasear por Madrid, sentir que amas esta ciudad y compartirlo con quien está en Buenos Aires? Tal y como dijo Audra McDonald en su concierto del Teatro Real: “Make someone happy” aunque sea por la red… y esto ha sido lo que me ha hecho El País al declararme entre los 50 amantes de Madrid, gracias!!! 
Os quiero, 
Ed.

PD: ... en la primera fila al final y en la última centrado... :-)


sábado, 24 de enero de 2015

Viernes corto y frío...

Hola a tod@s!
Otro Viernes de sábado por la mañana desde Madrid, helado y soleado como de costumbre por estos días del año. Otra semana que no volveremos a vivir, llena de pequeñas cosas importantes que pasamos por alto por estar pendientes de las grandes cosas sin importancia. Días en que he tenido que ir abrigado y dormir tapado. Momentos que ya se escaparon para siempre. Varias veces en el cine para recrear otras vidas, una vez en la ópera con amigos que miran la vida tras el prisma del infinito.

Un email de Cristina ofreciéndome 100 dólares de sus 1200 mensuales para contribuir a mi proyecto. La advertencia de otros: “si sigues diciendo que necesitas dinero para investigar de la noche a la mañana te cesarán y tendrás que pedir dinero para pagar la calefacción”. El bombardeo de noticias desde Grecia, las especulaciones del mercado, la salida de Bárcenas, varios “welfies” desde el ascensor con mi grupo, el “suicidio” en Argentina, un paseo demasiado largo y el cansancio que provoca lo que queda por hacer. Una semana que termina para siempre aunque no lo creamos.
Os quiero,
Ed.

sábado, 17 de enero de 2015

Viernes...

Hola a tod@s! 
Creo que tendré que rendirme a la evidencia y llamar Sábados a mis Viernes, no hay manera humana que logre la disciplina de antaño. Pero aquí estoy de nuevo, seguro de que no hay un paraíso a donde volver, luchando por hacer de mi sitio el mejor donde vivir. Tarea nada fácil, España sigue convulsa con un abanico político variopinto en el que cada cual lleva su razón al altar de los votos. Pero no estamos solos en ello, Francia, nuestra vecina que siempre nos mira desde su altura blindada, ha vivido unas semanas de estrago que mucho ha dado de pensar. Allí, entre razones y cruasanes se ha tejido una amalgama de odios encontrados con un resultado funesto para la libertad de expresión. Pero la base de todo queda lejos en el tiempo, hoy vivimos el sin sentido de una religión que no sólo pretende mantener su culto, sino imponerlo y eliminar a todo aquel que no lo profese. ¿Cuál es la diferencia con lo vivido durante el apogeo de la Inquisición y las Cruzadas en nombre del dios de los católicos? Ninguna. Muchos amig@s que me leen profesan sus creencias y bendicen en nombre de su dios, os respeto y me congratula saber que encontráis la paz que ayuda vivir. Sin embargo, no puedo dejar de pensar cada vez que escucho una acción nueva de al qaeda o del estado islámico que eso mismo ocurrió en la noche de los tiempos al amparo de la iglesia católica, la misma que hoy se muestra moderna con Francisco en su trono. En el fondo son lo mismo, sólo están desfasadas. Pero no quiero un contrapunto, el dime y luego te diré… así que me muevo y dejo atrás la reflexión libre de cada cual. De la misma manera que cada cual ha opinado de lo poco acertada de la lista de cubanos exitosos en España que ha publicado “El Diario de Las Américas” de Miami.
Desde el otro lado del charco y a 90 millas de La Habana, dicen que 15 nacidos en la isla hemos triunfado por aquí, en la Madre Patria, y uso el “hemos” porque me han incluido. La crítica salta al ver que también se considera triunfal a quien ha sabido encontrar buen cobijo bajo las faldas de alguna famosa de estas tierras. Yo voy un poco más allá, la crítica debe estar en quienes los hicimos famosos siguiendo sus peripecias y riendo sus gracias de macho conquistador. Lo cierto es que nadie ha puesto en duda mi nombre en el listado, cosa también curiosa… ser científico y vivir por y para ello suena precioso. Sin embargo, en mi Facebook he pedido ayuda para terminar un proyecto que promete acabar con la metástasis y aquello ha sido lo más parecido a un “dale a quien no te dio”. Luego nos llevamos la mano a la cabeza cuando escuchamos que, debido a una patente, el tratamiento que elimina la hepatitis C cuesta una fortuna. Yo quiero terminar mi proyecto sin necesidad de patrocinio que lo “proteja” con una patente y no hay manera humana de conseguir docientos mil euros que es lo que se necesita. Ojalá no tenga que tirar la toalla y levantar el teléfono de Roche o Merck para ello. Y ya me voy con una recomendación, no dejéis de ver Birdman… el cine ha vuelto a las pantallas con esta película.
Os quiero, 
Ed.

sábado, 3 de enero de 2015

Viernes primero porque no escribí el último...

Hola a tod@s!
Llevo tiempo sin escribir y no es que no tenga cosas que contar, todo lo contrario diría yo, simplemente que la ganas no me acompañaban hasta el ordenador. El fin de año ha sido frío y desapacible, mi casa huele a barniz y reparto mi tiempo entre estar congelado por tener las ventanas abiertas o sentir una especie de “endrogamiento” por tenerlas cerradas y respirar este aroma tóxico que desprende el barniz. Hay una posición intermedia que se logra cuando dejamos una ventana abierta y la otra cerrada, esta proporciona un estado ambivalente, indefinido, que va desde la tos perruna del tuberculoso al atontamiento del que esnifa cocaína. Es como si tratara de mezclar el Paris de principio de siglo XX con la movida madrileña y todo esto en medio de Chueca en los albores del XXI. Como comprenderéis con este panorama las musas prefieren a cualquier otro bloguero, hablé con una de ellas y me dijo que ni por whatsapp se acercaría a mi piso… es terrible. 

Así que sin musas y con un dolorcito de cabeza que ya se está haciendo el estado estándar, intentaré este Viernes primero del año, escrito un sábado gélido y desde Madrid, por supuesto. Probablemente ahora tocaría hacer un resumen del 2014, ponerme elevado y hasta esnobista, pero eso no sale bien cuando ni siquiera puedes enfocar bien las letras que aparecen en la pantalla por aquello del estado intermedio que os conté en el párrafo anterior... Lo cierto es que el año que ya es pasado lo puedo resumir en dos cosas. Por una parte aprendí a distinguir al hijo de puta simple del hijo de puta mayor, mientras que por otra sentí, nuevamente, lo que significa quitarse un peso de encima, vivir la exquisita levedad del ser. En 2014, reconocí la bajeza en el amigo reciente, los rejuegos de quienes se sienten inseguros porque su vida y su carrera dependen de un dedo, la vileza de aquellos que se acercan para quitarte sombra y opacar la luz. Pero también gocé de una nueva salida del armario, de sacudirme una vez más la pregunta, la duda, la incertidumbre sobre mi tendencia sexual… como diríamos en Cuba: “chico, no hay manera”. Ahora en mi hospital ya nadie aborda a quienes me rodean con un: “¿Tiene novia?” Esto se ha cambiado por el susurro en ocasiones mal intencionado de quienes buscan en ello un defecto genético, el castigo celestial o la condena al infierno. El problema es que por aquello de no ser frecuente siempre tratan de ponerte en el bando mayor y meterte, aunque no quieras, en el estrecho armario del que había salido hace ya mucho tiempo. Mas todo esto es pasado, ahora vienen otros 12 meses que habrá que llenar con muchas historias que intentaremos buenas, un año en que me pienso despojar de aquello que no sirve y resta, con mucha ciencia y cultura para gozar. Y por aquí estaré diciendo “os quiero” a aquell@s que lo merecen que, por suerte, sois much@s. 

Ed.