Hola a tod@s!
A
veces aunque tengas mucho que decir, las palabras no salen o la desgana te
puede. Por ello me he saltado un Viernes y retomo esta costumbre quince días
después. Han transcurrido dos semanas de muchas aristas, alguna trágica e
incomprensible como el accidente de tren que ha teñido de negro el norte
español; otras menos trágicas pero también incomprensibles como la insistencia
de Ana Mato y su ministerio de no-salud en discriminar la soltería y la homosexualidad
a favor de la pareja compuesta por un hombre y una mujer. Mientras tanto sigo a la espera de la pre-evaluación de mi
proyecto, algo de lo que no me fio porque los tentáculos de “las oportunidades
y las estrategias” son demasiados largos y poco dados a reconocer la ciencia. Entonces,
para que el aguardo no sea tan largo, retomo costumbres, patino, no voy al gym
porque la muñeca izquierda sigue manifestando su dolor, leo, me cabreo con
medio mundo y me río con la otra mitad. Entre tanto, me fui a la ópera y
finalmente pude ver “Il Postino” en su noche de estreno, no, no con Plácido
Domingo y sí, sí contrasté que aquello no tiene ni pie ni cabeza, que es un
aborto musical y teatral, que no merece un minuto más en escena. Tampoco tuve
suerte con el cine, varias veces visité la sala oscura y en el olvido se ha hundido
lo visto, lo cual quiere decir algo. Esforzándome recuerdo una de
eco-terroristas que llaman “The east” con planteamiento interesante pero guión
para echar a los perros. Otra me viene a la mente con firma de Tornatore, pero
muy lejos de aquella joya que se titulaba “Nouvo cinema Paradiso”. Esta vez se
apareció con “La mejor oferta” que resultó lo peor que podía ofrecer. Fue el
momento que me refugié en la ciencia, retomé las riendas de proyectos en curso
y me alegré de ver reconocido en “blanco y negro” que sólo el 5 % de los
resultados que se obtienen en modelos de ratones han sido transferidos a
humanos. Esta es una lucha sin cuartel y con muy poco apoyos en la que llevo
inmerso muchos años. Cada día se publican mil artículos donde ponen fin a la
diabetes, curan la fibrosis quística, eliminan el cáncer y resuelven el asma…
en ratones. Sin embargo, los hospitales siguen llenos de enfermos. El
desarrollo de técnicas de ingeniería genética en roedores ha sido muy
importante para dilucidar muchos mecanismos moleculares implicados en
enfermedades. Pero, como casi siempre nos pasa a los humanos, se han
magnificado los modelos de ratones y el éxito en el laboratorio nos ha cegado
frente a la evidencia en el paciente. Llevo más de una década gritando que lo
más alejado del sistema inmune de una persona, es el mismo sistema de un ratón.
Pero ni caso, Nature (la revista) prefiere un elegante artículo donde un grupo
de élite cura el Parkinson en ratones transgénicos frente a otro que intenta
acercarse a la realidad con modelos humanos, que no son espectaculares pero
describen mucho mejor la situación. Nada es negro y blanco, pero el gris del
roedor sigue siendo más atractivo aunque, al final, bastante menos útil. Y con
esto en mente entro en este fin de semana sin planes, asombrado de ver como una
escritora como Lucia Etxebarría, movida por la ingente cantidad de dinero que le
pagaban, aceptó participar en un reallity show del cual salió disparada cual
bala… ahora es apaleada por aquellos para los que un libro no deja de ser papel con cosas negras
impresas.
Os quiero,
Ed.