sábado, 29 de marzo de 2014

Viernes de por ahí...

Hola a tod@s! 
¿Qué pasó? Ya era primavera, lo juro que si. Lo sé muy bien, y no me refiero a las florecitas, el buen tiempo y las temperaturas. Mi fuente era de buena tinta, empecé con el asma, también porque de nuevo me confundí y especulé que tenía gripe, todos los años me pasa, todos los años me pregunto ¿Qué hago de nuevo con gripe si ya la pasé? En fin, que era primavera, lo sé muy bien. Pero de pronto, así sin avisar, volvimos al invierno. También lo sé perfectamente porque me fui ligerito de ropa hacer fotos a una manifestación y casi me congelo en el intento. Sí, me fui con la cámara a una de esas demostraciones ciudadanas de la última semana que tanta controversia ha suscitado, las mismas en la que nadie se pone de acuerdo y la palabra asesino salta de un grupo a otro como un electrón des localizado en busca de su nivel energético… y de eso no voy hablar, la red está abarrotada de todo tipo de opiniones, vídeos, acusaciones cruzadas y el gobierno gozando… todos desviados del objetivo primero. Mientras tanto algún chiflado le dio por ver si un musgo algo ancianito volvía a la vida, y lo demostró. Luego de 1500 años aquella cosita renació, habrá que estudiarlo, ¿no? Por otro lado unos enamorados de lo que hacen han sintetizado un cromosoma completo y funcional. ¡Wao! me dije cuando lo leí e inmediatamente lo publiqué en mi Facebook y en Twitter. Esto abre una puerta grande, muy grande, la levadura con su cromosoma “hecho a mano” vive y funciona. Cuantas cosas se podrán lograr a partir de ahora. Una exaltada de la red me comentó que esperaría a que esto le solucionara los problemas a quienes han perdido el trabajo y la casa… “I rather not said”. De todo tiene que haber para que el mundo funcione. Están los que prestan atención al ahora y hoy, pero también deben estar los que miran el futuro no inmediato. Me gusta pertenecer al segundo grupo, a los que sueñan y se enamoran de la nueva serie Cosmos que es poesía científica y fue inspiración en mi juventud. Sigo y seguiré sintiendo mariposas en la barriga cuando leo que han encontrado el “higs” del Big Bang. Debo admitir que esta teoría nunca me ha convencido del todo, que un antes sin nada y un después con todo me suena a cuento bíblico postmoderno, pero los datos son los datos y ahora tenemos otro.
Y con todo esto en la cabeza sigo intentando quedar con mi amiga Mónica para seguir una conversación truncada, pero ella es más difícil que los electrones “relambíos”, aquellos que saltan y saltan huyendo de una localización precisa. Mi amiga es la encarnación del principio de incertidumbre, si tienes su velocidad no encuentras su posición y viceversa. En fin, el mar y todos sus peces. No hay manera humana de pillarla para ¿terminar? la idea que una vez nos atrapó en una red medio cuántica, un pozo con constante de Planck demasiado pequeña como para poder escapar. ¿Por qué la muerte? Que cosa más inútil si lo vemos en términos de consumo de energía. Demasiado improductivo para la especie la pérdida de la mente… y aquí lo dejo. Mónica te espero y ahora también tod@s l@s que leen esto.  
Os quiero, Ed. 
PD: He ido al cine, también al teatro… pero eso será harina para otro pastel. ¿Gonzalo cuándo vuelves? Ian me olvidaré de tu cumple.

sábado, 15 de marzo de 2014

Viernes...

Hola a tod@s!
Ya con el sol instalado aunque no caliente, Madrid se prepara para el verano que no primavera. En esta ciudad nos gusta los extremos, somos fanáticos de buscar el límite. ¿Qué eso de las medias tintas? O ponemos la calefacción o encendemos el aire acondicionado. Yo tímidamente me voy poniendo nervioso, el calor me aterra pero el invierno que hemos tenido me estaba hartando. Y aquí estoy, como un inglés de pura cepa hablando del “weather” para evitar entrar en carnes. Mientras tanto el planeta se intriga por un avión que ha desaparecido sin dejar rastro. La cosa pinta muy rara, de pronto se ha evaporado. Nadie sabe nada, nadie lo ha visto, ¿dónde diablos está? En la costa oeste de los “States” se están frotando las manos, la historia tendrá miga para contarla en mil pelis. Yo voy un poco más allá y especulo, casi sueño, con estar viviendo los primeros momentos de un acontecimiento trascendental, de los que gustaba a Arthur Clarke et al. Mejor lo dejo aquí. Ya me han acusado de muchas cosas y no voy a dar pie para que me encasqueten un adjetivo nuevo. Por mi parte, sigo emocionado con un nuevo proyecto y harto de la gestión. Como dice mi amiga Miriam… hay que perseguir el relámpago, ese momento donde todo se ilumina y la claridad te permite captar la esencia y solución del problema. Pero es un segundo, tenemos que mantener los ojos abiertos, un parpadeo inoportuno te deja fuera del instante revelador y puede que pase mucho tiempo hasta la próxima tormenta. ¿Lo conseguiré? Quien sabe… por ahora sólo puedo decir que lo intento aunque en su contra estén los elementos y hasta las leyes. Las mismas que ponen trabas al intelecto y se hace eco en los débiles de neuronas. Ahora os dejos, en palabras de otro amigo, Ian, vuelve el ser humano, el que necesita tiempo para hacer un flan de coco que prometió para la comida. Pero me voy con una pregunta en la cabeza: ¿Por qué en un país laico como España el homenaje oficial a las víctimas de un ataque terrorista tiene que ser una misa? Por qué la iglesia tiene que regir estas cosas? La mayoría no se lo pregunta, cómo no se cuestiona el hecho de poner belenes en los hospitales públicos durante las navidades. 
Os quiero,
Ed.

PD: Gonzalo… venga “re schedule”

domingo, 9 de marzo de 2014

Otro Viernes...

Hola a tod@s!
En el espacio los tumores son menos agresivos, no sé por qué… le he estado dando vueltas y ni aquello de haber estudiado física en mi juventud me da la clave. Mientras tanto uno y otro y otro más se nos va por esa enfermedad. Hoy, con un día soleado y al grito de ¡por fin primavera! decidí dedicarle la mañana a estudiar, estudiar, estudiar… analizar datos recientes sobre los tumores, seguir el camino del sistema inmune que deja de defendernos frente al cangrejo. Garabatee un montón de hojas, escribí un whatssap a Mónica comentándole, también a Laura (la nueva adquisición del laboratorio).
Estaba pletórico. En mi mesa se amontonan ideas, junto a la cámara fotográfica que me acabo de comprar, la misma que me tiene como niño con zapatos nuevos… ya termino, cierro esto y me voy al gym, pensé. Luego aprovecharé la tarde para hacer fotos por Madrid. Entonces entré en El País, manía de viejos, y leí la noticia: Ha muerto Mortier. Con 70 años el cáncer se lo ha llevado. Para él no llegó a tiempo la ingravidez, el tratamiento inmune, la nueva droga. Para él y otros muchos. Me desinflo, re calculo, me pregunto: ¿Qué estamos haciendo? ¿Cuánto tiempo perdemos en tonterías? Los minutos se acaban e invertimos horas en lo superfluo. Reflexionemos.
Os quiero,
Ed.

domingo, 2 de marzo de 2014

Viernes...

Hola a tod@s!

Tarde pero seguro escribo este Viernes una mañana fría de domingo en Madrid, por supuesto. Hay semanas que mientras avanzan prefieres borrar, hacer un “delete” tras el click. Luego, cuando el sur de los días se va acercando, ves como la botella se va llenando y hasta te ríes de los desesperos pasados. Muchas son las veces, por estos tiempos, que la idiotez me asalta al cuello y bailo con ella algunas horas. Es trabajo arduo no caer en la tentación de compartir precipicio con quien la adrenalina de su día a día no tiene otra fuente que el sobresalto inventado a medida de su gusto. Sin embargo, no se ha contado con el pequeño detalle del temple que forja al sobreviviente. Ese ser que los infortunios lo han moldeado sin hacer mellas en su sueño… Por ello y otras cosas, no habrá motivo lo suficientemente grande para cegar el empeño de vivir esta vida que tengo y seguir, semana tras semana, contando impresiones, compartiendo experiencias y sonriendo a lo que viene. Así estos sietes días han dado para mucho. Empezamos con un ¿experimento? televisivo que nada tiene de nuevo y mucho ha dado de sí. El domingo pasado Jordi Évole emitía por la sexta un documental falso que casi convence a medio país con una versión diferente sobre el famoso 23F. Twitter ardía, Facebook echaba chispas, los listos decían que ya lo sabían, la mayoría ponía el grito en el cielo. Según la farsa aquello fue un montaje con la colaboración de políticos, cineastas, periodistas y la casa real. Al final sobrevino la risa, el enfado y los “yo lo sabía” de los ultralistos. Lo cierto es que,
una vez más, se demuestra que la manipulación informativa es muy fácil y que Orson Wells fue un genio. Luego de aquel desbarajuste televisivo vino otro peor, el ministro del interior condecora con la máxima distinción al merito policial a… la Virgen del Amor. “Are you serious?” Creo que no merece mucho la pena hacer más comentarios, todo cae por simple gravedad. Siempre he dicho que los locos son la reserva de la genialidad pero este tipo de locura va por otro camino. A este señor lo dejamos sin camisa de fuerza y termina quemando homosexuales como en Uganda. Alejándonos de esta cuerda, por aquello de no cogerla y ahorcar a unos cuantos… ¿habéis visto “Her”? Si la respuesta es no, os habéis perdido una poesía visual y filosófica de los tiempos modernos. Amén de una realización impecable, un tema casi de hoy y la voz de Scarlett Johansson, “Her” expone muchas aristas del ser humano dignas de estudiar. ¿Qué esperamos? ¿Qué queremos? ¿Qué hacemos? Con diferentes niveles de lectura y disfrute en “Her” hay película para tod@s, ya me diréis. Un caso diferente fue “La gran belleza” , con la cual me aflora la incertidumbre. ¿Me gustó? No sé, disfruté mucho con la banda sonora (¡Gracias Manuel!), identifiqué un “algo” más allá. Sin embargo, nada nuevo se encuentra si Fellini ha estado antes en tu vida. Algo parecido me ocurrió cuando una tarde me fui a ARCO para buscar las nuevas tendencias del arte, ahora con un IVA algo menor (¡Gracias Baraja por la invitación!). Allí estuve dos horas, creo que un poco más, entre mucho hipster y yo sin gafas de pasta. Por momento temí que me expulsaran, no soy moderno “enough”, luego me percaté que simplemente era invisible debido a mi descarado atuendo que no competía con la insoportable levedad que me rodeaba. Eso sí, es definitivo, la fotografía se impone. En gran formato, en pequeño tamaño, desde ángulos imposibles, con o sin tratamiento, la foto es la reina y me alegro por ello. Así con los pies agarrotados y cansado regresé a casa, luego vendrían días grises y oscuros, diría que casi negros. Discusiones estériles, histerismos colectivos, lucha por salvar la ciencia y mucho, mucho despotismo… pero luego de la lluvia siempre escampa. Me quedo con una reunión de amigos al austro de la semana, tres experiencias diferentes frente institutos de investigación sanitarias, tres vidas dispares que el azar unió en un momento pasado. Con una comida seguida de una charla en un máster, Carmen, Rafa y yo disfrutamos mucho contando qué es esto de dirigir ciencia en un hospital.

Os quiero, Ed.

PD: Alina… todo saldrá bien.