sábado, 27 de octubre de 2012

Viernes patinando...

Hola a tod@s!
Hoy escribo mi Viernes a 299 km por hora y camino, no de Camagüey pero sí de Barcelona. Ya se acaba una semana que como todas ha sido crítica, empalagosa, crucial, trivial y más. Los políticos siguen siendo ellos mismos, los artistas menos creativos, los críticos más acusadores y yo no pude patinar. Resulta que me encanta patinar, eso de ir sobre ruedas, con muchas papeletas para caerme en cualquier momento, me resulta atractivo, cosas extrañas que tiene uno. Pero patinar en solitario aburre o quizá sea más divertido hacerlo en compañía. Ponerme los cascos (auriculares para los que no viven en la Madre Patria) y hacerme el autista sobre ruedas no me complace mucho. Pues bien, un amigo tuvo la gran idea de crear un grupo para quedar los jueves por la noche en el Retiro madrileño y estar unas horas patinando. Somos variopintos, usamos Facebook para convocarnos y allí vamos. Lo cierto es que nos divertimos, a veces alguno se cae, otras alguno se pierde y al final buscamos alguien para que nos haga una foto de familia. Pero esta semana en Madrid han caído perros, gatos y hasta agua del cielo y, por más que lo intentamos, no hemos podido quedar para patinar. Vaya tragedia… A estas alturas del Viernes más de un@ se preguntará ¿y qué? Pues eso, no pude patinar y es mi tragedia. A que fastidia, enerva y hasta jode que venga alguien y te suelte treinta veces su trágica opinión, situación y varias cosas más terminadas en “ión”. Eso mismo sufro yo a diario con mis amig@s/conocid@s preocupados por los perritos que no encuentran casas adoptivas, otros que re-niegan de la carne y quieren hacernos ver que el veganismo es el camino correcto, más allá los que hacen de las manifestaciones su agenda diaria, por el costado aquellos que súper critican lo mega criticable y la lista mejor la corto porque me aburriría yo mismo. Así que hoy me toca a mí y os transmito mi preocupación porque no pude patinar. Pero, afortunadamente, soy de aquellos que no me caso con una sola idea y, a pesar de que no pude ir a patinar, estuve pendiente de la noticas y hasta me enteré que el dueño de Zara ha donado 20 millones de euros a Caritas. La noticia ha sido un bombazo con a favores y en contras, está genial eso de que nuestros ricos comiencen a compartir su dinerito, yo sólo los animo a buscar más eficiencia en el destino. Un amigo subió, a Facebook claro está, un video con las “caritas” de tristeza que se borrarán con esta donación… a lo mejor un proyecto como el Bill Gates daría más futuro y el número de “caritas” se multiplicaría, vamos que la máxima “no regales un pescado, enseña a pescar” no es famosa por gusto. También, y debido a que no pude ir patinar, me he puesto a estudiar más y hasta encontré un error en una serie de experimentos que, lejos de desmotivarme, me ha despejado algún que otro callejón en el laboratorio. Pensándolo bien creo que he encontrado la razón por la cual en el Reino Unido hay tantos premios Nobels, allí llueve mucho y la gente no puede patinar, de esa manera estudian más y encuentran errores en sus experimentos. Más avanzada la semana, viendo que lo de patinar sería imposible, me fui al Teatro Canal y casi me da un infarto al comprobar que, este sitio que ha visto grandes compañías, ha contratado para todo un fin de semana a los alumnos de la Academia de Ballet de la Escuela de la Scala de Milán. Increíble, están vendiendo funciones de fin de curso a precio de ballet profesional, parece que eso de la crisis va en serio. La cara se me cayó de vergüenza porque invité a un amigo reciente, otro que patina pero esta semana tampoco lo ha podido hacer… ¿os había contado que no pudimos patinar? Fuimos pensando que veríamos al Ballet de la Scalla y allí, con toda su caradura, estaban los italianos aprendices preocupados por terminar movimientos cual autómatas sin alma ni arte. De verdad… vaya semanita, y lo peor no lo he contado aún: Debido a la cantidad de lluvia que hemos tenido en Madrid, no pude patinar. 
Os quiero, Ed.

sábado, 20 de octubre de 2012

Viernes de collage...

Hola a tod@s!
Llegó el otoñooooo!!! Si después de no se cuantos amagos, de ir y venir, de ahora estoy pero mañana no… al fin ya tenemos un otoño como la naturaleza manda, con su lluvia fastidiosa, sus temperaturas que despistan, los mocos de los despistados y las hojas de los árboles haciendo apoptosis tiradas por el suelo. En fin, menos mal que algo funciona porque lo demás está patas arriba.  Desde Europa todas las mañanas nos rescatan y todas las tardes nos ponen en la “waiting list”. La Merkel cada día alaba las grandes medidas de austeridad de la periférica España y por la noche firma algún papelito para retrasar lo retrasado. Esto parece un juego de locos, de fronterizos, así que no me extraña que por allí, cerca de la Alemania organizada, los austríacos hayan puesto el grito en el cielo por una muestra de desnudo masculino organizada en el Museo Leopold. La cuestión es que en dicha exposición se ven culos y pollas que quitan (o dan) hipo y los ilustres ciudadanos del centro europeo, tan cultos ellos, dicen que sus hijos no deben ver estas imágenes. Me he quedado a cuadros. Pero parece que la cosa es una fiebre o algo así, resulta que Grecia, si la misma que permitió, fomentó, incitó y un montón de cosas terminadas en “o” la homosexualidad desde los tiempos ancestrales, ahora prohíbe los besos gays en la televisión. ¿Habrá que irse a otro planeta? La idea no es mala, lo único que por ahora la cuestión de hacer habitable un astro no va muy bien encaminada. De hecho esta semana han descubierto un planeta fuera del sistema solar con dimensiones parecidas a nuestra azul Tierra. El problema es que está muy cerca de su estrella y el achicharramiento de todo aquello que lleve carbono encima está asegurado… habrá que seguir esperando. Pero mientras tanto, está bien que se vayan haciendo pruebitas de trajes que nos permitan tirarnos desde de unos cuantos kilómetros y superar la velocidad del sonido. Uno nunca sabe cuando lo tendremos que usar en caso de huida desesperada. Así que muchas gracias a Félix por hacer de cobaya. Por cierto, estuve pegado a la pantalla de mi iMac durante todo el tiempo que duró la proeza, no recé porque soy ateo, pero cruce todo lo que pude. Debo decir que luego me bajé al chino que tengo en los bajos, me compré un mango y me hice un batido para celebrarlo. La chinita, tan simpática, se contagió con mi alegría y me vendió otro mango por la mitad de dinero. Yo casi le doy un beso y es que estos señores son inflexibles con sus precios, no me extraña, con la mafia que tenían detrás la mayoría, como para ponerse a variar lo establecido por el emperador. Viendo las imágenes de todo lo que estaban acumulando y evadiendo de impuestos se me pone la carne de gallina, no tanto por lo visto, sino por lo que no vemos. No quiero ni imaginarme lo acumulado por los “reales” y los “banqueros”. Aunque estos últimos, con más elegancia y sin muertos por medio, que sepamos. Por eso lo mejor es irse a una sala oscura y evadirse un rato… y estoy hablando del cine para los mal pensados. He visto unas cuantas cosas, desde unos strippers por Florida que aburren a pesar de sus cuerpos (Magic Mike), hasta Brad Pitt haciendo de malo, malo, malísimo en una intra-américa profunda y con un discurso electoral como “soundtrack” (Mátalos suavemente). Me encantó su frase final: “américa no es un pueblo, es un negocio” (en inglés suena mejor, “sorry”). También estuve viendo “7 días en La Habana” de la que se destaca mucho la fotografía increíble que tiene como musa aquella ciudad, recomendable para los nacidos en la isla metafórica, de donde, según su chistoso gobierno “revolucionario” se podrá salir sin permiso de salida siempre que se salvaguarde la integridad de la “revolución” ¿a quién quieren engañar? Y para el final dejo la última versión de Blancanieves, pobre niña huérfana que no para de ser blanco de tiro. Ahora se llama Carmencita, nació en Sevilla y tiene genes de torero. Realmente la película, en blanco y negro y silente, es una obra de arte, hay planos para todos los gustos y todos perfectos. Los actores están en primera línea y el argumento, de cuento gótico, engarza perfectamente con todos y cada uno de los tópicos del sur español. Ahora bien, a mi aburrió. Por otra parte, y quizá dado de que ya soy tio abuelo, he estado pensando que si alguien me pide que le cuente Blancanieves, La bella durmiente o cualquiera de otra historia infantil, no podría hacerlo. Ahora mismo, no sé si los enanos salvan a la madrastra, si esta es amante del príncipe, si Blancanieves era gladiadora o dependienta de un blockbuster, si la Bella Durmiente se comió la manzana ¿Esa no era Eva? En fin, tendré que ir a la fuente original y quién sabe dónde diablos está.
Os quiero, 
Ed.

domingo, 14 de octubre de 2012

Viernes de Nobels y otras historias...

Hola a tod@s!
Ha pasado la semana en que se anuncian los Nobels pero, desgraciadamente, este planeta sigue haciendo honor a la pandereta y otras muchas cosas habrá que destacar. El lunes luego que medio Madrid llegara tarde a sus trabajos porque el metro, ese que antes volaba, ahora es lento y la frecuencia ha disminuido significativamente, los suecos anunciaban el primero de los premios, el que dedican a Medicina y Fisiología y en realidad es para los biólogos. Este año el casi millón de euros ha ido a parar a quienes demostraron que las células adultas se pueden re-programar. En el Reino Unido John Gurdon hace 40 años cuestionó aquel dogma que decía que la célula adulta debería cumplir sólo una función, el británico re-emplazó el núcleo inmaduro de un óvulo de rana con otro extraído de una célula adulta del intestino. El núcleo adulto generó un renacuajo normal, demostrando el camino hacia la clonación, pero también la reprogramación celular, años más tarde otro de por allí “creó” a la famosa oveja Dolly. Pero Iam Wilmut no ha entrado en el tándem laureado, todo parece indicar que a los suecos, tan religiosos ellos, no les pareció importante que esta técnica se desarrollara hasta los mamíferos. En cambio, Gurdon comparte su Nobel con un japonés, Shinya Yamanaka quien logró reprogramar células maduras como si fueran células madre para dar origen a otras, todo un hito en la biomedicina. Un día después, es decir el martes, mientras unos esperaban el salto desde la estratosfera que no se produjo, llegaba el Nobel de Física que esta vez se congració, nuevamente, con los cuánticos. Es conocido que cuando bajamos a niveles microscópicos aquello de medir y manipular sin destruir es un problema. Pues estos “chicos”, el francés Serge Haroche y el americano David Wineland, han desarrollado métodos en óptica cuántica que abren muchas puertas en ese sentido. Se dice que serán los culpables de ordenadores ultrarrápidos y relojes más precisos. Al parecer no hay mucha polémica con este premio, por ahora. Más tarde, ya miércoles, llegó el turno a los químicos que, una vez más, han tenido que ver como este premio se va la Biología. El caso es que la Academia Nobel decidió otorgar el galardón a los que descubrieron unos de los mecanismos de “internalización” de una señal exterior, me refiero a los receptores acoplados a la famosa proteína G. Esta forma de “actuar” que tienen varios tipos celulares explica desde la descarga de adrenalina hasta la forma de acción de muchas drogas. Los ganadores fueron Robert Lefkowitz y Brian Kobilka, ambos americanos. Y entonces llegó el jueves y con él el premio del que se hacen quinielas, el que nunca se comparte “and son on”… el Nobel de Literatura. Esta vez un chino conocido se llevó el gato al agua. Mo Yan es un escritor que en los ochenta se dejó influenciar por el boom latinoamericano y “adaptó” esa forma “real y mágica” a su realidad oriental. Muchos lo tildan de genio, otros de copión. Lo cierto es que ha sido muy leído y hasta llevado al cine, no entra en contradicción con el régimen e intenta seguir tranquilo en su pueblo natal… un cóctel explosivo para la prensa y los estrictos. Pero tuvo suerte el escritor de ojos rasgados, el amanecer del viernes le dio un espaldarazo al anunciarse, desde Oslo, el premio de la Paz… redoble de tambores: La Unión Europea. Ya nadie habló más Mo Yan. Uno por argentina dijo que la UE es una unión ilegítima, sanguinaria y tenebrosa, en España salieron a relucir los Balcanes, Siria y la conquista del Dorado, Facebook ardía en comentarios que tildan a Europa de cuna del horror, la masacre y causante directa de las explosiones solares, en Cataluña no dijeron nada porque, si se van, quieren estar en buena con el resto de la Unión por si las cosas se ponen feas. En fin, yo creo que si se lo merece (acabo de activar el escudo antimisiles). Europa hace poco más de medio siglo estaba sumida en guerras, llena de fronteras y un largo etcétera. Gracias a ese proyecto que se llama UE hoy no hay fronteras, tenemos una moneda única y se han creado infraestructuras que han vigilado por la paz en el continente… fisuras ha tenido, errores se han cometido, pero tal y como dije alguna otra vez, me gustaría ver a quienes tanto critican tomando decisiones de altos vuelos, otro gallo cantaría. Y así las cosas, veremos quien se lleva el premio de Economía que se anuncia el lunes, difícil en estos tiempos. Mientras tanto, es agradable ver como la Fundación Templeton sigue financiando proyectos que rozan la ciencia ficción, esos que pueden provocar un verdadero salto. No tan placentero es ver como Chávez se afianza en el poder y Venezuela tendrá el mismo presidente durante, al menos, veinte años. Con ello, la duda de la democracia sobrevuela muchas cabezas, pero habrá que respetar la decisión de un pueblo que quiere un dictador en su tribuna. En otra cuerda estuvo el anuncio de la subasta de una carta de Einstein donde, sin tapujos, el melenudo llamaba a la biblia (las minúsculas son apropósito) “una colección de historietas infantiles”, mientras que a dios lo explicaba como una debilidad humana. No puedo estar más de acuerdo. Por España sigue el rifirrafe con la independencia de Cataluña, en este sentido y mirándolo con distancia , creo que si una “pareja” no nos quiere mejor es que se vaya, con todas sus consecuencias. Probablemente una solución sería convocar un referéndum nacional donde se pondere la población catalana y se asuma la respuesta ciudadana. La situación actual sólo está provocando crispación en ambos bandos. Por una parte, los “españolistas” tratando de españolizar catalanes y por otra los “catalanistas” diciendo estupideces varias. En fin, si alguien nos viera desde afuera seguro que diría: están locos.
Os quiero, Ed.

sábado, 6 de octubre de 2012

Viernes de vuelta...

Hola a tod@s!
Llevo más de un mes sinViernes, el aterrizaje en la Madre Patria ha sido revuelto y sin sal. Mucho trabajo ingrato me esperaba, más de una decisión tambaleante he tenido que tomar y la lista se hace aburrida en su tridimensionalidad. Llegar a Madrid ha sido volver a la realidad de la casa que necesita orden, limpieza y mantenimiento. De nuevo he tenido que abrir los oídos a la frase repetida y al desgano verbal. Pero todo no ha sido un desastre, la luz y ese cielo despejado han contribuido a mantener arriba un ánimo que tendía al desplome. No es noticia que la crisis económica sigue siendo el centro de toda conversación, todo el mundo sabe qué se debe hacer y nadie lo hace. La conclusión podría ser que nadie realmente sabe lo que sucede y algunos se están aprovechando de ello. Mientras tanto,  todos los días nos rescatan o no, la Merkel declara que España ha hecho los deberes o no, los ministros dicen que no hay dinero o sí y Rajoy sale en el Times fumándose un puro con aire despreocupado por las calles de New York. Siguiendo en España, por el patio trasero emergen los nacionalistas que piden independencia a la vez que dinero para depender, una parte del pueblo protesta gritando, otra tira alguna piedra, la policía se excede en su celo y los políticos no tasan la gravedad de los hechos. Y para colmo de males, el mundo musulmán monta en cólera por un video casero elevando su justicia por encima de todo. Pero eso es lo que sale en las noticias o quizá debería decir lo que se puede leer en Facebook, sitio donde la objetividad es tan sutil como en la de los grandes medios de comunicación. Otras cosas menos sonadas han ocurrido, por el norte, en la bella San Sebastián se ha organizado uno de los mejores festivales de cine de su historia y con ello se demuestra que el ingenio mueve más que el dinero. Desde allí dos películas hablan de la creatividad ibérica a pesar de la crisis y otras desgracias… dicen que Blancanieves, la española, la de enanos toreros y madrastra con mantilla, es digna de entrar en el altar de los grandes y, junto ella, una francesa que lleva por nombre “Dans la maison” se alza con los premios gordos y cabe decir que es versión de una obra teatral cien por cien española. Más hacia el centro, en el mismo Madrid, el Brujo de siempre estrenó espectáculo tradicional con ruptura. Tradicional porque sigue siendo él y más de él, con ruptura porque ha roto el molde y saca la risa del análisis literario que podrá ser comprendido por quien sólo ha visto los telediarios, y gozado por aquel que leyó a Shakespeare. En la cuerda del cine se amontonan los títulos recomendables y se puede mencionar la francesa “Le prenom”, o la multi algo que habla de siete historias en La Habana. Otra recomendación nos llega de la misma ciudad cubana con veinte años en la espalda, por Chueca una sala de teatro pequeña pone “Fresa y Chocolate” con el mismo sabor que nos dejó “La Catedral del Helado” a los que vivíamos en La Habana de los noventa. Eso sí que a nadie se le ocurra gastar medio euro en ver la última de Woody Allen quien desde Roma nos envía un bodrio indigerible y sumamente aburrido. Y así las cosas, yo he tenido que volver a Londres, donde una amiga celebró sus sesenta irradiando la belleza que le sobra, donde me re-encontré con la querida Ana que ha entrado en mi vida para quedarse y donde comí frente a un Thames rociado con agua insistente con otra grande, “mi negrona de Londres” la misma que conoció a todo el mundo Ginsberg incluido, aquel que aullaba y apestaba. También hice un viaje relámpago a Logroño para disfrutar de comida, buen vino y mejor compañía. Y mientras espero ser tío abuelo, celebro un proyecto en pleno centro de Madrid que burlando toda crisis se ha abierto una librería donde comprar un libro vale lo que te cueste llegar al sitio… yo voy andando, por lo tanto es gratis (Covarubias 7).
Os quiero,
Ed.