Hola a tod@s!
Llevo algún tiempo ausente, lo estoy no sólo en estas líneas habituales de fin de semana, también cuando camino o hablo. “Descubrir” que has vuelto al pasado no es plato agradable, menos aún cuando huiste de él. En Cuba no era suficiente con “ser”, también debías “aparentar”. Nunca moví un dedo contra aquel sistema, por miedo más que por otra cosa, pero el sistema no se contentaba con la obediencia, pedía además la apariencia. De allí huí, dejando atrás mil cosas que van cobrando importancia con el tiempo. Pero valió la pena, siempre lo he pensando y aún lo pienso. Sin embargo, este sitio que me acogió y ya es mío tiene una esencia parecida, un olor húmedo que se va intensificando cuanto más te adentras. España no te exige “ser”, te recomienda “aparentar”. Aparenta no ser consciente de lo hijo de puta que es un supuesto amigo, aparenta no escuchar las imbecilidades del otro, aparenta ser quien no eres y a veces ni quieres, aparenta, aparenta y lograrás. Por estos días hemos visto como un ex ministro, ex director del FMI y ex de muchas cosas sólo aparentaba ser lo más de lo más, también como un jovenzuelo con cara de imbécil aparenta y aparentaba y lograba ser recibido por quienes aparentan gobernarnos y reinarnos. Está claro, “aparentar” es el verbo, lo de “ser” es secundario. Pero siempre habrá “outsiders” y es que son estos los que hacen historia. Probablemente yo ya me haya metido demasiado en el sistema, quizá “aparentar” sea parte de mi léxico y “ser” se vaya alejando de mi realidad. Pero mi Viernes son míos y aquí voy a “ser” sin “aparentar”. En estos textos no dejaré que entren los que venden “ser” especialistas aparentado situaciones. A punta pies saldrán de estas líneas. Y desde ya os prometo otra cuerda que me permita “ser” de verdad.
Entonces, por aquello de que el movimiento se demuestra andado, os cuento que la Compañía Nacional de Danza estuvo de cumpleaños y yo lo celebré con ellos. Durante tres fines de semana bailaron en el Teatro Canal y pasaron del clásico al contemporáneo como cambiarse de ropa. Muchas sombras han planeado sobre esta agrupación desde la partida forzosa de Duato, pero hoy hay más claros que grises. Por el cine tampoco ha ido tan mal la cosa, de “Boyhood” me quedé prendado, también me enamoró “La desaparición de Eleanor Rigby” y hasta me gustó la especie de biografía que han hecho sobre Yves Saint Laurent. “La isla mínima” no la he visto, pero de ella ya se habla demasiado. Al teatro he ido poco, pero me llevo “La Plaza del Diamante” que los de por aquí recordarán de la telenovela, yo que soy de un “aquí” más reciente puedo deciros que Lolita debió ser actriz desde siempre, borda el personaje como una grande. Por el Real he estado una vez, un concierto de Piotr Beczala me hizo disfrutar de este polaco con voz grandiosa y planta considerable. Pero no sólo el arte es bello, en Cancer Cell han publicado un estudio realmente hermoso, los exosomas, esas trazas de material genético que llamábamos basura, son capaces de transformar células normales en auténticas “cabronas” que proliferan creando un tumor. Y así, sabiendo que la RAE no deja de estar muy por detrás de lenguaje “real” y que sólo aparenta modernidad al admitir “amigovio” en lugar de follamigo, me despido de vosotros con el firme propósito de “ser” sin “aparentar”… al menos aquí.
Os quiero,
Ed.