sábado, 28 de enero de 2017

Viernes... a secas.

Hola a tod@s!
Ayer hizo un año más de la liberación de Auschwitz, una página vergonzosa de nuestra especie. En algún lugar leí que tiempo antes de que se iniciara aquel despropósito alguien hizo un censo de judíos. El propósito era identificarse para crear comunidades fuertes, el listado sirvió para localizarlos a todos. Ayer fui al teatro para ver “El cartógrafo”, una historia en tres tiempos sobre el gueto de Varsovia. También ayer seguí leyendo, por todas partes, las nuevas-viejas medidas de trump para hacer América grande otra vez… ¿hacer América grande?, América se ha hecho grande con inmigrantes de todo el planeta, con talento que buscaron un nicho en aquel sitio. Pero el concepto grande sólo engloba a una raza, una forma de pensar y un dios. Ayer pensé que estoy en mil listas: los no sé cuantos gays que influyen, los tanto-tantos científicos, los cuanto-cuanto inmigrantes que han triunfado… soy carne de cañón para la avanzadilla que quiere hacer a América y el Mundo grandes otra vez. Esta semana escuché al presidente de nuestro gobierno decir que no iba al cine, que desconocía las películas nominadas a los Goyas… ayer leí que Nuria Espert decía estar segura de que la concejala de cultura del ayuntamiento de Madrid ni siquiera leía. El ministro de economía no mencionó la palabra Ciencia en una entrevista de una hora de duración sobre sus objetivos en estos tiempos … la periodista que lo entrevistaba-acosaba tampoco se lo preguntó, en el ministerio de economía está la secretaría de estado de Ciencia.
Una farmacéutica me obliga a retirar una publicación por incumplir algún procedimiento burocrático, el resultado es negativo… casualidades. América quiere volver a ser grande, los británicos le siguen el juego y detrás irán cada uno de los países que quieren estar en el big club… sin mirar más allá, sin percatarse de que este pan es el hambre de mañana. Paren el mundo que, al menos yo, me quiero bajar.
Os quiero, 
Ed.

viernes, 13 de enero de 2017

Viernes y un amigo se va a Harvard...

Hola a tod@s! 
Ha pasado el tiempo y por pasar hasta un águila pasó por el mar. Probablemente pocos habrán notado la ausencia de Viernes, si una cosa tengo clara es cuan prescindibles somos.

Pero hoy recupero la costumbre, soy un animal de costumbres, no lo puedo evitar… Me despierto con una alarma en las redes sociales, todos los días tenemos una o dos y hasta tres. Hoy las manos a la cabeza como símbolo de espanto tiene una diana, Obama. A una semana de marcharse de la Casa Blanca elimina la ley que permite la regularización de cubanos que entran de manera ilegal a los Estados Unidos. Un privilegio, envidiado, criticado y utilizado. ¿Qué decir? Luego de ver las imágenes que llegaron de la Isla Metafórica y escuchar los testimonios de visitantes recientes… no me cabe duda que sus habitantes, potenciales y principales beneficiarios, no necesitan semejante ley. Los llantos desgarrados por la pérdida, espero que irreparable, de quien ya se fue pero parece estar en cada piedra según reza en los numerosos graffitis que proliferan en la tierra metafórica, junto con los gritos de “por qué no me morí yo en vez de él”, son datos que cualquier mente despejada interpreta como válidos, significativos y contundentes… ¿para qué se necesita una ley semejante en el país vecino si la Isla es el paraíso terrenal? Amén de la ironía, otra cosa me queda clara: el síndrome de Estocolmo puede tener efecto masivo y para muestra, mil imágenes. Pero como dije en el título, un amigo se va Harvard y yo lo envidio. Suspiro por él, tendrá la oportunidad de aislarse, vivir en una burbuja y hacer de ella su universo. Hoy más que nunca quisiera hacerlo, me encantaría comunicarme tan sólo con quienes hablan mi lenguaje, hacerme pequeñito y pasar inadvertido para los monstruos, poder soñar sin tener la conciencia de que voy a despertar. Pero se torna imposible, ya vivo en la red y me expreso sintético en 140 caracteres. A veces intento transmitir conocimiento y me veo contando letras para resumir “La Consagración de la Primavera” o referirme aquel guardián que correteaba entre el trigal o el centeno. Luego nos quejamos de trump y su insolente manera de comunicación… ¿por qué lo hacemos si hoy la lectura no va más allá de dos twists? De qué hablamos si aquellos que señalan a fidel como un tirano, luego dicen que franco promovía a la “gente de bien” o quienes, por el contrario, clasifican de dictador al segundo, salen a las calles anegados en lágrimas por la muerte del primero. ¿Dónde están las neuronas? En una película genial, parida en la Metafórica Isla al final de los sesenta, el protagonista sentenciaba que “la falta de memoria era una de las principales características del subdesarrollo”… hoy más que nunca lo subscribo. Agregaría, la soledad de espíritu y la búsqueda de un bastón sobre quien verter el peso de la culpa y el futuro. Estas últimas hacen que el hombre haya creado una pléyade de dioses, pobres criaturas que una vez inventadas han tenido que asumir la responsabilidad de engendrar a su creador: el hombre. Y así voy, envidiosamente contento porque un amigo se va a Harvard, porque otro entra en el selecto club de Nature y esperando que me pongáis verde por decir un par de verdades. 

Os quiero, 
Ed.