sábado, 9 de febrero de 2013

Viernes... para los de España

Hola a tod@s!

 ¿El frío tiene pensado irse? No es que yo quiera que venga el calor insoportable pero estamos teniendo unos vaivenes de temperaturas curiosos. Ayer se me ocurrió ir al cine a última hora y casi pierdo las orejas por congelación al salir. Sin embargo, durante la semana hubo momentos de calor, preocupantes para el mes en que estamos. Probablemente el clima se está sincronizando con la locura generalizada que vive este país. Y si es así, la que nos espera. Por una parte tendremos los vientos suaves de brisas acogedoras que nos envía la cúpula del gobierno y amplifica el periódico La Razón. Por otra, los rayos y centellas de una “Garganta Profunda” que manda a El País papeles con contabilidades Z. Luego, chispea llovizna fina con bálsamo de Aloe Vera mientras la vicepresidenta asegura que ella y los suyos son pobres al servicio del pueblo elector. Entonces es el momento de un huracán tipo Katrina con fuerzas “esperanzadoras” y epicentro madrileño que tiene como objetivo no dejar títere con cabeza. Y aquí se armó “el sal pa fuera”, “el quítate tú que me pongo yo”, “el desmelene y tú más” interno. Se acabaron los paños calientes, las caritas de “yo no fui”. Para muestra la declaración de la presi de los castellanos que se quitó la mantilla, se puso las chancletas y se echó al solar. Con las manos en la cintura le cantó las cuarenta a la otra presi “esperanzada” terminando con un “pa chula yo”. Y todo esto con un montón de parados y otro montón que no trabajan por aquello tan caribeño que reza: “ellos hacen que me pagan mientras yo hago que trabajo”. En fin que mejor rememoramos viejos tiempos y esgrimimos lo que los cubanos decíamos en los años noventa: “cambiando de tema”, porque casi es mejor evadirse, no contaminarse, aunque tengamos la maldición de la basura por todas partes. Por ello prefiero seguir contándoles que “La parte buena de las cosas” no es sólo una postal para admirar la guapura de su protagonista, es también la demostración que una comedia romántica, más americana que los cowboys, puede ser buena. También insto a los que admiran a Hitchcock vayan a ver la recreación que el Hollywood de hoy ha hecho de los momentos en que creó Psicosis. No es lo mejor que he visto pero merece la pena. A los de Madrid, no estaría mal acercarse al “El americano perfecto” que ha parido Glass para el Teatro Real. A quien le guste la monotonía “glassiana”, me incluyo, podrá disfrutar de una puesta singular que no llega al rango de ópera pero se queda muy por encima de un musical. Así las cosas, mientras esperamos “el no sé que” salvador he retomado la lectura de autores cubanos y en el metro me veréis con un libro de Jesús Díaz, mientras que en casa hace cola el gran Virgilio.

Os quiero,
Ed.