domingo, 29 de julio de 2012

Viernes... para empezar la semana


Hola a tod@s!
Porque la vida nos pone más de un obstáculo, porque algunos de ellos son altos, pero sobre todo porque sé que alguien tendrá la fuerza y el apoyo necesarios para saltar la valla que el azar ha puesto en su camino… escribo este Viernes con la ilusión de empezar la semana lleno de optimismo y buen humor. Resulta que han pasado siete días tremendos, a la ciudad donde estoy viviendo ha llegado millón y medio de personas de sopetón, y eso se nota. Entre deportistas, masajistas, comités olímpicos, club de fans, vacacionistas despistados y estudiantes de inglés, aquí no hay quien llegue a tiempo a ningún lugar. Los buses no pasan por donde tienen que pasar, los metros se colapsan cada dos por tres, los británicos no pierden la calma pero es que yo soy latino. No obstante, las cosas van bien. Estos han tenido una suerte increíble, nos les llovió el día de la inauguración. La reina, esa cosa tiesa que aún piensa que tiene que mostrarse como de otro planeta, pudo asistir al evento sin resfriarse, la antorcha no se apagó bajo un torrencial aguacero y a mí la ceremonia me gustó. Creo que el mundo se percató que los british no necesitan demostrarle a nadie que son una nación con fuerza e historia para dar y tomar. La música reinó y no hubo efectos para mostrar grandeza… este país lo es de por sí. Si alguien tiene duda, que se dé una vuelta por los museos, bucee en la lista de premios Nobels o simplemente pasee por las calles de Londres. Estoy seguro que luego le quedará claro. Probablemente no estemos de acuerdo con ciertas actitudes (yo incluido), pero en términos generales aquí se ha respetado el saber, se ha fomentado el conocimiento y el resultado es palpable. Otro gallo distinto es el que canta en la madre patria. Sitio donde creo que se vivirá muy pronto el “¿y lo tuyo qué?” de mi querida Cuba. Me explico… resulta que hubo una época en la isla de las metáforas en la que cada vez que te encontrabas con alguien era mandatorio hacer la pregunta de cómo iban sus gestiones, planes, proyectos, anteproyectos o fantasía de proyecto que lo sacaría de aquel infierno y le pondría los pies en el paraíso exterior… léase cualquier país diferente a la metafórica isla. Es evidente que la opción que está tomando la generación con fuerza de la España de hoy es largarse a otras latitudes y no cargar con el problema que han creados otros. Yo los entiendo, hice lo mismo hace poco menos de veinte años, y probablemente lo repita. Ese país con sol, buena tierra para cultivar, parajes preciosos para descubrir y gente alegre está volviendo al medioevo. Por una parte, está la crisis económica creada y re-creada por la banca internacional en la que caímos como niños con zapatos nuevos, y por otro, la mentalidad obtusa que está guiando los pasos a seguir por la nación… para muestra el ministro de justicia y su reforma del aborto. Tal y como me dijo el siglo pasado mi amiga Roxy: “… hay cosas que están superadas” entre ellas la religión y el problema con el aborto, es simplemente demencial. Pero volviendo al buen humor… me encantará ver, desde otra óptica, que el español desperdigado por el mundo, haga lo mismo que hacemos los cubanos cuando nos encontramos con un compatriota: pasarnos hora y media repasando la lista de los amigos y conocidos para ubicarlos donde están ahora. Como dice mi madre: “No hay mal que por bien no venga” … esto me repateaba, he de decir, pero la señora muchas veces tuvo razón. Es probable que la juventud española necesite un terremoto, saber que no hay nada para toda la vida y que otras latitudes pueden darnos calor. Muchos también aprenderán que aquello de “mano dura con los inmigrantes” o “España no se pisa” duele cuando el dedo nos señala. Y por hoy lo dejo… me quedan muchas cosas por comentar: la expo de Munch que tiene la Tate Modern, la basura de Hirst que exhibe la misma galería, el gran coro que acompañó a Baremboin cuando dirigió esta semana la 9na Sinfonía de Beethoven en el Royal Albert Hall, las dudas sobre el accidente que se llevó la vida de Payá... Pero otros Viernes habrá. Os quiero y particularmente a ti (sabes quien), Ed.  

domingo, 22 de julio de 2012

Viernes...

Hola a tod@s!
Luego de unas semanas de lluvia, lluvia y otra vez lluvia, por aquí, y hablo de Londres, hemos visto el sol. El tan anunciado verano parece que ha llegado, ojalá para quedarse. Mientras tanto, otros sietes días me han transcurrido entre experimentos, paseos para seguir empapándome de esta ciudad, una escapada a Cambridge y dos veladas magníficas con mi amiga Miriam. Otra canción distinta es la que suena en la madre patria, donde las campanas del rescate total cada vez replican con fuerte, el ambiente es más denso que la leche condensada y para guinda el ministro de justicia anuncia que la malformación de un feto no es razón para permitir un aborto. Más que nunca debo reconocer que este señor me engañó, se disfrazó de progresista y yo le creí… aunque nunca le voté. Hoy lo califico de retrógrado, ultra católico y facha mayúsculo. Pero prometí crear una especie de balsa de aceite con mis Viernes durante este verano; por ello vuelvo al sitio donde estoy y os cuento que para seguir probando mi hipótesis tendré que cambiar de sistema, el que usaba no es lo suficientemente estable y podré tener problemas con la reproductibilidad de mis datos. También que me he puesto a observar a los british, en plan casi experimental, y estoy sacando conclusiones curiosas que os iré contando. Os adelanto una: saludar es de mala educación. Por otra parte, la ciudad me sigue fascinando… aquí puedes encontrar de todo y en cualquier rincón. Por no ir muy lejos, un día entre semana, luego de activar las células, mi amiga Miriam, paraguas en mano, me pasó a recoger por el laboratorio y luego de caminar dos escasas manzanas nos sumergimos en un ambiente totalmente cubano donde no faltó el feeling a capela, la guaracha santiaguera y el fino arte de un violinista exquisito. Y si la ciudad te agobia, por aquello de la gente por doquier, un tren te lleva en menos de una hora a Cambridge, lugar precioso donde se respira ciencia y saber profundo en cada metro cuadrado. Hasta allí fui el sábado y he de reconocer que me emocioné al estar frente al laboratorio Cavendish, el sitio donde el átomo fue reconocido y modelado por primera vez, o en las puertas del Trinity College, lugar donde la Física surgió y la Matemática moderna tuvo su primer parto. El tiempo me acompañó y hasta pasee en barca por el río Cam… lo de Cambridge viene de ahí, sé que ya lo sabéis pero a veces conviene repasarlo. De joven, cuando estudiaba Física Nuclear siempre quise visitar este santuario, por ello recordaré esta visita como algo especial que ha tenido que esperar algunos años para ocurrir. Y para terminar, hoy domingo tuve una BBQ en la casa de Miriam con otros científicos del instituto donde estoy. La buena conversación, la carne a lo argentino, unos plátanos maduros frito “cuban style”, el clima agradable y la excelente compañía ha hecho que mi semana terminara arriba del todo. 
 Os quiero, Ed. 
PD: A quien el desatino ha dejado sin trabajo: mi apoyo y todo lo demás está contigo. Miriam, gracias por la acogida.

sábado, 14 de julio de 2012

Viernes de semana cargada...

Hola a tod@s!
Vaya semanita hemos tenido. Para los que no hayan estado por el planeta, en España se ha armado la de dios es cristo y maría magdalena una alegre señorita. Resulta que el gobierno ha adoptado un “paquete” de medidas que es como si “eso mismo” se introdujera por un orificio angosto. Sin ir más lejos, a este que escribe lo deja con unos cuantísimos euros de menos y con un pie en la calle o, mejor dicho, fuera del país. Por si esto fuera poco, el ministerio que “desampara” la ciencia anuncia una reducción mayor en el presupuesto destinado a financiar proyectos y recursos humanos en este campo. Tal y como dice una amiga, cuando sólo tienes una moneda ¿a qué la dedicas? ¿Te compras un libro o comes? El problema es que en España se la damos al “mercado”. Sin ser muy ducho en economía, parece bastante claro que si bajan los sueldos y suben los precios el resultado no será crecimiento y empleo. Quizá la solución pase por convocar a unos cuantos cerebros de economía, pero los de verdad, escucharlos y hacerles caso. Los políticos, por lo general, son eso… políticos y no cerebros especializados en resolver problemas concretos. Pero voy a dejar el tema por hoy, la vida tiene que seguir y tal y como les comenté a mis becarios en un email, lo único que no nos pueden quitar es la ilusión. Recuerdo que cuando estaba en la Isla Metafórica, pasando hambre (que alguien se atreva a decirme lo contrario), con helicobacter pilori, cincuenta kilos de peso, durmiendo en el laboratorio o donde sea y acumulando los salarios porque al mes no llegaba a los dos dólares… seguía ilusionado con salir adelante y lo logré. Por eso prefiero recordar que Gustav Klimt hoy cumpliría 150 años, decir que Chavela Vargas dio un concierto en Madrid con 93 años que evidentemente me perdí, comentar que la NASA ha sacado una foto panorámica de Marte, cosa que me hizo soñar que viajaba en una nave espacial a otro planeta e intentaba que alguien resolviera un problema con el ordenador, que esta semana se restauró la comunicación marítima entre Estados Unidos y Cuba luego de 50 años de interrupción, he de decir que en aquel último barco viajó mi abuela paterna regresando de una Nueva York demasiado fría para sus huesos. También que el bosón Higgs, esa partícula no-divina, está apunto de ser descubierta pero aún no hay certeza de ello… y en esto quiero recrearme. La partícula identificada recientemente, es un bosón… hasta ahí estamos de acuerdo. Lo es porque da lugar a dos fotones, pero para que sea la predicha por Higgs debe cumplir con algo más. Habrá que esperar a que midan el spin y entonces se podrá decir, con poco margen de error, que esa partícula que “dio masa a las demás en el primer momento” existió realmente. Eso sí, sin la intervención de ninguna divinidad. Y de mi parte, aún no puedo contaros que tenga un bosón nuevo en el bolsillo pero si que la hipótesis que me trajo a Londres, la ciudad-agua, parece ser verdad. Ayer viernes, pasadas las 8 de la noche no pude contener mi alegría cuando los resultados que mostraba la pantalla del citómetro confirmaba lo que había pensado y llevaba dos semanas implementando herramientas para demostrarlo. Si, fue el momento en que se me olvidó que soy más pobre, que el país donde vivo se derrumba, que en la ciudad donde estoy no para de llover… di un par de voces y algún británico fino me miró con perplejidad. Entonces recordé que por algo escogí esta profesión, en la que 364 días al año estás amargado porque pasas horas enterrado en el laboratorio, pero uno basta hacerte gritar como un niño pequeño que acaba de encontrar su tesoro… en este caso el mío es una conexión entre el sistema nervioso central y la defensa innata. A que suena bonito. Os quiero, Ed.

domingo, 8 de julio de 2012

Viernes de retorno...

Hola a tod@s!
Algún tiempo ha pasado sin “Viernes”, el hartazgo ganaba a la voluntad y España me ahogaba con su pesimismo, problemas reales-ficticios y esa atmosfera de indignación que tiene como dirección ninguna parte. Tal y como alguna otra vez he hecho, metí en una bolsa algo de ropa, un par de libros y huí. Quise alejarme de ese ruido que no deja pensar e interfiere con cualquier forma de vida. Y es entonces que me veo aquí, en otra ciudad, hablando otro idioma, rodeado de otra cultura. Me he venido a Londres por un par de meses, intento enfriar el cerebro ayudado por la lluvia y las temperaturas otoñales de esta parte del “unidísimo reino”, desarrollo un proyecto profesional interesante y, probablemente, un cambio en mi vida. Atrás he dejado, por ahora, los riesgos de una prima, los cacareos políticos y los escándalos financieros. Aquí también tenemos algo de eso pero en otra lengua suena distante, diferente. Llegué hace una semana y me instalé en una zona fantástica (Angel-Islington), mi casera es una profesora de literatura retirada que canta en un coro música de Verdi y tiene un novio de su edad que conoció hace unos cinco años. Ellos viven arriba, yo en el “basement”. El piso tiene un patio para tomar el sol, ese astro que apenas veo y por ahora no echo tanto de menos. Duermo arropado por edredón. Me levanto muy temprano cada día y el laboratorio de la UCL donde trabajo está a distancia de un paseo. La ciudad poco a poco la voy haciendo mía y lo primero que he hecho es evitar el metro a favor de los autobuses. Ya estuve en el Covent Garden viendo al Royal Ballet la noche que cumplí 43 años, gracias, gracias… y ese día volví a saludar a Newton y Darwin en Westminster, cosa que hice en la rica soledad elegida. Otro día, mi amiga Lilo me arrastró a White Chapel Gallery donde, una vez más, me pregunté ¿cuánto tiempo tendrá que pasar para que ese tipo de basura-creativa deje de llenar espacios? Y una tarde los del laboratorio me hicieron beber una pinta de cerveza que no me emborrachó pero si hizo menos entendible mi inglés. Así las cosas, tengo un año más y me dispongo a disfrutar todo lo que esta ciudad me ofrezca que parece ser mucho, mientras tanto pongo en orden pensamientos, proyectos, vida y tarareo aquello que reza: “heaven is a place on earth with you”.
Os quiero, Ed.