domingo, 20 de junio de 2010

Viernes. “…hay una cosa que sí me hace feliz, y es decir lo que pienso." Saramago.

Hola a tod@s!
Por aquí gozando de los primeros momentos de un verano que aún es más promesa que otra cosa, pero que pronto será motivo de mis quejas por aquello de las temperaturas insoportables y los aires acondicionados. Ha pasado una semana movida culturalmente y también en otros ámbitos. El cine me ha atrapado varias veces y casi siempre he salido sin la sonrisa del satisfecho, en esa cuerda: El nuevo “Dorian Gray” está desteñido o demasiado maquillado para competir con el libro de Oscar Wilde. Allí el genio predice, desde una sociedad donde ser mayor o aparentarlo era un plus, que la belleza y la búsqueda de la eterna juventud estarían en el orden del día. ¿Algún parecido con la realidad actual? Sin embargo el texto, una vez más, queda en el cielo y la película en la ridícula superficie. Por su parte “Sex and the city 2” es una bazofia, ni siquiera se desarrolla en NY. Quizá lo mejor, o lo menos malo, es ver a Liza Minnelli cantando Single Lady. En cambio, “The last station” me encantó, aquí tenemos los últimos días de Tolstoi, cuando dejó de ser el gran escritor para convertirse en el icono de un movimiento cuasi-social. Hellen Mirren está sublime en su papel de Condesa. Y por último, con acento y humor inteligente argentinos, “Dos hermanos” me divirtió, me hizo pensar y la pasé bien. También estuve por la ópera, ya os dije que ha sido una semana movida, y esta vez me quedé realmente impactado con el montaje que han hecho de “Die tote Stadt” (La ciudad muerta) del controvertido Korngold. Esta pieza es realmente sui generis, en ella hay algo de espectáculo hollywoodense sazonado con ingredientes típicos de la Europa central y la historia de pérdida y soledad que, por siglos, ha protagonizado la vida. Como le dije a un amigo reciente, no será mi ópera favorita pero merece la pena. Y en la línea de las pérdidas esta semana hemos tenido una importante: Saramago se ha ido. He decir que su estilo nunca caló en mí pero el eje filosófico de sus novelas consigue quitarme el sombrero. Hace poco un viejo amigo me hacía ver que el portugués era admirador de Fidel… querido Ariel, hasta el sol tiene manchas.
En otra cuerda, me he enterado que un policía de Rivas Vacia, puesto para el cual se necesita tan solo el graduado escolar (ni siquiera un bachillerato), puede ganar algo más que un científico, jefe de grupo de investigación del sistema nacional de salud… para este puesto es necesario haber sido licenciado, luego doctor, varios postdoc, estancias largas en el extranjero, publicaciones y luego seis años en un programa donde tienes que demostrar: capacidad de liderazgo, capacidad científica, creatividad y unas cuantas cosas más… ¿Razonable? No me extraña que las cosas no funcionen y estemos en crisis. Y siguiendo con el tema, ya es evidente quien manda, quien domina: los inversores, el mercado… esos “entes” que no tienen cara, que nadie ha elegido y que pueden estar en París, Abu Dhabi o en un barco por el Caribe. Es increíble que los gobiernos, la UE y todos tengamos que estar pendientes de ellos. Pero más increíble es que estemos enfrascados en salvar este modelo que es una basura. Tanta basura como lo es Alemania con su "fama" de seria y sólida. En mi experiencia ni una, ni otra. El país funciona pero es un asco, y sus habitantes, en mi experiencia personal, distan bastante tener esa "seriedad" de que alardean. Son humanos, se equivocan, dice “digo” donde dijeron “diego”... pero se creen con la verdad en la mano y es hora de quitársela ya.

Os quiero,
Ed.

sábado, 12 de junio de 2010

Hola a tod@s!

Una semana sin Viernes y otra con algo de retraso y es que, si somos autocríticos, nadie hace las cosas bien, nadie cumple al cien, nadie se ha ganado el derecho de tirar la primera piedra… ser humano quiere decir no ser perfecto, cometer errores y, a veces, aprender de ellos. Todo esto es sano tenerlo en mente cuando destripamos las decisiones que otros toman y me refiero a las personales y también aquellas que tocan a millones de habitantes. Vivimos en tiempos convulsos donde lo que ayer fue válido hoy deja de tener sentido… pero si miramos hacia atrás, todos las épocas lo han sido y no merece la pena quejarnos tanto, sufrir más y vivir ahogados en un lago de incertidumbres. Nos ha tocado una crisis que no es sólo económica ¿y qué? Otros han vivido o viven una dictadura, hay miles de personas que sortean bombas cuando van al mercado, una raza entera fue sometida a un genocidio hace menos de un siglo y así la lista es enorme. Creo que es mejor ver la botella medio llena que medio vacía, es saludable y es cierto. He reflexionado mucho sobre esto y quería compartirlo con vosotros, la vida, al menos para mí, es una y hay que vivirla ahora, hoy. Quejarnos y sufrir no es la mejor de las opciones, eso lo aprendí muy bien en la isla donde nací… allí la filosofía es: sé feliz aunque te lo impidan.

Os quiero,


Ed.