viernes, 25 de diciembre de 2015

Viernes... navideño

Hola a tod@s! 
Al final va ser cierto que España es diferente. Luego de unos meses imposibles con peleas pre electorales, debates por doquier, tortazos al presidente y otras lindezas… llegó la navidad, no tenemos gobierno y a nadie le importa. Somos un país de “breaks”, ni dios mueve un dedo en semana santa, el verano o navidad. Ya nos empezaremos a preocupar de todos estos temas en enero… ¿qué más da? 
Mientras tanto que los políticos se exprimían uno a los otros, mil cosas sucedían. En Madrid se estrenó una versión de Don Quijote para chuparse los dedos, resulta que las coreografías empolvadas se pueden modernizar, traerlas al siglo XXI sin perder la puntas ni quitar los fouttés. Y allí estuve.
En Madrid también, un conocido periodista lanzó un libro donde coloreaba la justicia, con entrevistas a varias personas, personalidades dirían, dibujos y pinturas alegóricas… el objetivo era captar la opinión sobre la justicia de quienes tienen algo que decir. Y allí estuve y no hablo del lanzamiento que también, sino del libro… en sus páginas estoy. Más tarde, y seguimos en Madrid, un hashtag se hizo medio-viral en la red, #CIENCIAsexyIdiPAZ inundó los twitters de amigos, conocidos y simpatizantes. Presentábamos la memoria científica de mi Instituto y se me ocurrió que la palabra que mejor caracteriza a la ciencia es SEXY. Acaso existe algo más sexy que descubrir, crear, inventar, salvar, mejorar… todo eso y algo más es la ciencia. Minutos antes de subir al podio y resumir nuestro año científico-sexy, una noticia me ponía pletórico: me concedían un proyecto de excelencia, luego de luchar mucho la agencia consideró mi propuesta financiable… y allí también estuve para contarlo.


Luego llegó un día difícil, dos años sin mi madre, dos años sin sus cartas ni su voz al otro lado del teléfono. A todo nos acostumbramos, la soledad y el vacío de la existencia es un hecho contra el que he luchado pero poco a poco visualizo la irremediable derrota… Entonces llegaron las elecciones, el momento de decidir entre los colores… a mi el naranja me mola. Por primera vez aparecen matices entre el rojo y azul. No puedo ser hipócrita, no puedo olvidar mi historia, nadie es perfecto pero hay que intentarlo. La noche electoral se convirtió en una reunión con amigos, discusiones suavizadas con vino. A casa me fui sin gobierno claro y en ellas aún seguimos. La semana avanzó con reuniones fructíferas y promesas al teléfono. Se acercaba la noche buena y su glotonería familiar. Lissette llegaba desde NY y un día entero no bastó para ponernos al día, recordar, reír y reconocernos mayores pero iguales.
Compré comida para cocinar, se me olvidó la yuca, la dejaré para noche vieja. Mi 24 estuvo lleno de olores y sabores… más tarde, ya en la noche, servimos la mesa y comimos. Jose renunció a su familia por seguir siendo la mía, a pesar de que la pareja no existe hay cosas que están por encima de esa tonta razón. También me acompañaron, vía whatsaap, mis “becarios” que no son tal porque todos tienen contratos. Marta hizo un vídeo que me arrancó una sonrisa y las gracias le doy. Y así llega el viernes y decido temprano escribir mi Viernes. Alicia me espera en Cuenca. A Dani lo reservo para enero.
Os quiero, 
Ed.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Viernes...

Hola a tod@s! 
A veces es necesario decir basta, tirar la toalla, dar un portazo y usar la ventana. Sin embargo, nunca sabemos cuando es el momento propicio, ese instante jamás se muestra evidente o simplemente lo disfrazamos de inoportuno. Los trenes se detienen y los dejamos marchar a la espera de otro ¿mejor? Los coches se nos antojan demasiado lustrosos, falsos o gastados en demasía. Parece ser que el tren del cual nos bajamos, o nos echaron, eran tan perfecto que en realidad nunca existió… mis Viernes se distancian, la desidia se torna corpórea y me frena. Lo urgente, al final, hace que olvide lo importante. ¿Qué tal si digo basta? ¿Qué pasaría si de pronto hago lo que nadie espera? Eso que parece impropio y desaconseja la experiencia. Estoy críptico, ya lo sé, pero es lo que tiene los “egoblobs”, al menos así fue como clasificaron mis pobres Viernes… estos textos que llevan casi veinte años vagando por el ciberespacio, mucho antes que el primer “egobloguer” dijera “aquí estoy”.  
Andamos por el principio de un diciembre probablemente histórico. En breve España votará qué quiere para los próximos años. Todo pinta que algo cambiará… o no. El panorama si ha cambiado, hay actores nuevos y creo que ganas. Algunos ilusos, otros con más cálculos, probablemente más formados. El gobierno actual se desgasta, el presidente no da la cara, teme la retórica perfecta de sus contrincantes. Pero este país es costumbrista y las costumbres, probablemente, se impongan. Mientras tanto, Madrid se ahoga en una nube de polución. La ciudad se anega en sus coches, los madrileños no renuncian a ellos y el aire deviene irrespirable. La alcaldesa intenta diluir la boina contaminante. Pero la alcaldesa sola no puede. Los pulmones pagan la factura, yo vivo un diciembre de asma. Llegará el momento en que desde la alcaldía se tenga que imponer mayores restricciones y será criticada Carmena, pero los humanos somos así. El cáncer de pulmón llegará después. ¿A quién le importa ahora? Por criticar hasta la pobre Carmena ha sido reprochada por decir que su relación, que ya suma cuatro décadas, ha sido y es abierta. Los críticos dicen que es vulgar hablar de esos temas. Yo digo… dejad el doble rasero para la casa. Me parece fantástico que tengamos nuevos y reales referentes. Harto estamos de esos idilios que sólo se mantienen felices en Facebook. La verdad es más cruda y el deseo humano tiene muchos matices. Tener un modelo de éxito basado en la apertura de una relación es, sencillamente, empezar a vivir “down to earth”. Pero no todo ha sido denso y contaminante por estos días en los cuales ni sale sol ni tu rostro (guiño para los cubanos de mi generación). Porque es diciembre y porque tengo el mejor grupo del mundo, organizamos una cena, nos dividimos en subgrupos, compramos comida y cocinamos cosas deliciosas… por estos momentos de compenetración con los de mi laboratorio, esos chic@s que lo dan todo por un sueño, sueño desprovisto de dinero y llenos de muchas respuestas, por eso momentos y la cara de Jose Germán, uno de ellos, cuando me enseña un experimento… merece la pena seguir adelante. 


Os quiero, 
Ed.
PD: J gracias por prestarnos la casa y por muchas cosas más.