viernes, 4 de febrero de 2011

Viernes...

Hola a tod@s!
Aunque la semana insta hablar sobre la visita de la papisa europea a Madrid y me refiero a la Merkel, ayer criticona y hoy hada madrina de la economía española. También los bytes se podrían deslizar con mayor facilidad hacia la crisis del mundo árabe que se va extendiendo cual ola imparable sobre toda África mora, algo que sigo con especial interés y deseando que la “cosa” se amplifique y llegue a confines insospechados… por ejemplo: el Caribe. Sin embargo, prefiero ser cauto, esperar un poco más y observar sin dejar de pensar y compartir esto último con tod@s vosotr@s. Y pensando he estado sobre lo que significa este medio por el que me comunico, las tres fantásticas W que presiden cualquier dirección de internet y la evolución de nosotros los humanos. A pesar de la inútil resistencia que muestran algunos frente a las nuevas tecnologías, poco pueden hacer por impedir la expansión de la forma “on line” de vida que cada día cobra más fuerza y preocupa. Está claro que quien no tenga un móvil, quien no use el “email”, quien no tenga un perfil en facebook… deja de estar conectado con la inmediatez, su vida no fluirá de la misma manera y sus oportunidades se reducen significativamente. Es probable que muchos digan poder vivir sin nada de estas cosas y eviten “las pantallas”… por ahora se puede, pero ¿estamos seguro que en poco tiempo se podrá seguir desconectado de “las pantallas”? La respuesta es no. De la misma manera que hoy nadie encuentra trabajo si no tiene un móvil para ser llamado a una entrevista, mañana será impensable lo mismo sino no se dispone de un perfil en facebook y otras mil modernidades que se nos va escapando a quienes nacimos por los sesenta. Y esto me preocupa… pero no de la manera superficial que se trata el tema, voy un poco más allá en el análisis y creo que la cuestión nos está afectando desde un punto de vista evolutivo (¡Dios la que estoy liando!). Internet y todas sus aplicaciones nos está cambiando a marchas forzadas. Si miramos la historia, corta según los cosmólogos adaptados a muchos ceros cuando se trata de contar años, los humanos hemos ido sacando la “evolución” de nuestra especie. Primero inventamos máquinas para no tener que desarrollar los músculos y de esta manera “perdimos” fuerza física y “oportunidades” evolutivas en aras de posicionarnos en la cúspide pero ahora hacemos algo parecido con el pensamiento. Estamos desterrando el intelecto de nuestra especie y colocándolo en internet. Con esta herramienta nuestras decisiones son más rápidas pero pensamos muchísimo menos. El desarrollo intelectual se va mermando en aras de una inmediatez y la conclusión es que con las máquinas dejamos de ser fuertes físicamente y con internet corremos el peligro de bloquear el desarrollo de nuestros cerebros. Sé que algunos pensaran que es una alarma innecesaria “típica” de quien escribe este Viernes. Puede que así sea pero hay datos, aunque no del todo fiables, que demuestran una ligera tendencia a la disminución del tamaño del cerebro en las nuevas generaciones. Cierto o no, nadie podrá desmentir el hecho de hoy en día somos mucho menos profundos al tratar intelectualmente cualquier problema y dejamos en manos de internet una gran cantidad de cuestiones claves. Por supuesto que cualquier paso evolutivo tarda una eternidad en manifestarse aunque no dudo que el proceso lo estemos acelerando, quizá en la dirección equivocada. Una cosa curiosa es la adición que crea internet, decir que este “ente” creado por nosotros mismos nos está dominando no es del todo disparatado. Los humanos creamos internet y también le damos de comer cada día, pero “ella” nos fideliza (¿existe este término?) de la misma manera que algunas plantas se perpetúan porque proporcionan sustancias adictivas. ¿No estará aprendiendo demasiado rápido? Si nos ponemos un pelín serios, la evolución no es otra cosa que la adaptación de una especie al medio para garantizar su supervivencia. Y cuando hablamos de medio hay que tener en cuenta que para nuestra especie el medioambiente cognitivo es de vital importancia, justamente esto ha cambiado de manera radical en las últimas décadas: Hoy lo digital gana a lo analógico. Todo parece indicar que quien no se adapte a ello perderá fuelle en la evolución acelerada hacia no sé donde aunque, sinceramente, tengo esperanzas en que una rectificación a tiempo evite que internet nos gane la batalla.
Os quiero,
Ed.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Increíble que nadie haya hecho un comentario a esta entrda. Te has lucido Ed. No puedo estar más de acuerdo y lo que es mejor me has hecho pensar más allá. Gracias, Eli