sábado, 17 de julio de 2010

Viernes

Hola a tod@s!
Como no siempre se puede ser puntual, sería hasta aburrido, aquí va mi Viernes escrito un sábado de mucha luz y promesas de calor.
Pasando un poco la euforia de una Copa Mundial de fútbol, momento en que La Roja fue protagonista en la gran mayoría de los corazones que laten en la Madre Patria, es el tiempo de reflexionar y aprender del evento que tanto hemos disfrutado. Como bien sabéis, soy poco futbolero y estoy en contra de la maquinaria que mueve este negocio. Sin embargo, me gustó ver que, por una vez, los españoles se creyeron capaces de algo y entonces lo lograron. Esta es la manera de hacer las cosas, ha sido la filosofía que ha hecho de Estados Unidos una gran potencia. Ahora hay que aplicarlo a todos los ámbitos y seguro que saldremos de la crisis que nos ahoga. Desde otra latitud también nos llega una buena noticia: Argentina aprueba el matrimonio homosexual y esto significa que la brecha se ha abierto en el cono sur. Como siempre pasa en estos casos, el debate estuvo plagado de grandes locuciones del estilo: "Tengo amigos homosexuales, parientes homosexuales y no tengo ningún problema". También hubo lecciones científicas sobre la vida sexual de las plantas, de los pingüinos y los marsupiales, pasando por el socorrido listado de gays ilustres y el repaso de historia argentina y universal, la constitución, el matrimonio, las segundas nupcias… No han faltado los comentarios del estilo "son igual que nosotros, viven como nosotros, sienten como nosotros", todo esto como si se estuvieran refiriendo a seres de otro planeta. Pero al final ha valido de algo: Argentina entra en el ilustre listado de diez países que reconocen a los homosexuales como seres con los mismos derechos… ya es hora. Y sin movernos de país pero pisando el suelo firme de Madrid, hace poco pasé una noche inolvidable con Nacha, la misma Guevara que ilusionó al mundo entero con “Nacha de Noche”, sus tangos rebeldes y los versos de Benedetti. Ya no logra los agudos de antaño pero si mantiene ese sentido del humor ácido que la caracteriza y sobre todas las cosas escuchar su “Te quiero” fue realmente especial… me acordé de much@s. También estuve en el auditorio nacional escuchando la 5ta de Bruckner y fue increíble la interpretación que hizo la Staatskapelle de Berlín bajo la batuta de Barenboim. Esta agrupación con más de 450 años suena como un solo instrumento y es la única forma de no estropear una sinfonía, difícil de escuchar, en la que un viento fuera de lugar logra fastidiar todo el conjunto. Por el cine muy poco se me ha visto pero puedo recomendar la última de Rodrigo, el hijo de García Marqués, quien vuelve a un barrio de Los Ángeles y cuenta historias entrecruzadas de mujeres infelices que pretenden cambiar sus vidas (Madres e hijas). Y por último, ¿alguno pensó que no hablaría de la isla?... Cuba, el eterno tema, vuelve a la primera plana con la liberación de varios presos políticos luego de una negociación con España y la iglesia católica. Ya están aquí, ya son “libres”… pero ¿Qué diablos se piensa el gobierno de Cuba? ¿Quién se cree que un destierro es poner en libertad a alguien? La cuestión es que en ese país siempre fue así, siguiendo la tradición de la colonia, el gobierno de Castro se apoderó de la isla y se cree dueño de ella. Desde niño escuchaba: “quien no quiera esto que se vaya”. ¿Por qué? Me gustaría que alguien me respondiera… pero evidentemente nadie lo hará, porque no encontrarán ni una sola razón para “acostumbrarse a todas esas cosas”… Olga Guillot ha muerto.
Os quiero,
Ed.

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