sábado, 16 de enero de 2010

Viernes

Hola a tod@s!
Una semana más o menos, según se vea, y lo cierto es que poco me he movido físicamente hablando pero si he viajado con el pensamiento. Muchos de estos viajes han tenido como destino una isla caribeña que, una vez más, recibe el azote de la naturaleza, evento que nos dice alto y claro: Dios no existe… porque si existiera no permitiría lo que le ha sucedido a los haitianos. El planeta se está volcando con Haití y es que queda muy bien ser solidario en estos momentos y mandar aviones con comida y medicinas… otra historia será cuando dentro de un tiempo deje de ser noticia; entonces nuestro primer mundo seguirá con su crisis, los bancos con su dinero y los políticos con sus discursos vacíos. Estoy apático, pero como para no estarlo. En momentos como este dan gana de gritar lo que decía Mafalda: “Paren el mundo que yo me bajo”.
En otra cuerda y sin mucha síntesis: Algo de esperanza me da la creación de un impuesto sobre la responsabilidad en la crisis en EEUU, la pregunta es: ¿Para cuándo en España? Este país que ha sido hundido por el ladrillo y el negocio fácil sigue sin tomar una medida cuerda que evite la gestación de una nueva hecatombe económica. Ningún gobierno ha sido capaz de educar al español para que deje de ver el “bien” inmobiliario como la única inversión posible y rentable, en fin. Cambiando, Almodóvar, ese otro maldito que el mundo aclama y su país desprecia, se alza con el galardón de la crítica por sus “Abrazos rotos”. El premio fortalece su posición en los Globos de Oro. Hugo Chávez, el castro venezolano, quiere telenovelas socialistas en vez de los culebrones actuales… la buena medida sería abolir semejante “legado del arte televisivo latinoamericano” pero, convertirlas en productos de propaganda socialista es algo funesto. Mi generación creció teniendo que soportar aquellas producciones insufribles de la televisión cubana, donde una Mayté Vera (el Panqué Vera según el programa de Ramón… esto es totalmente para cubanos) nos mostraba los sufrimientos de una familia antes de la revolución y la alegría que 1959 traía a sus casas. ¡Por dios! En sintonía con esto último, me llegan rumores y sólo son rumores, que se propone a Fidel Castro como premio Nobel de la Paz en el año que comienza… sólo espero que el calentamiento global no haya afectado la razón nórdica. Por otra parte, todo parece indicar que el centro de la galaxia tiene una forma más achatada de lo esperado; las pirámides egipcias fueron construidas por trabajadores libres y no esclavos como se pensaba y que las aventuras de la homófoba-ultracatólica Iris Robinson le costará el puesto a su esposo, el principal ministro del Ulster. Y yo, quiero ir al cine…
Os quiero,
Ed.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué ocurrirá cuando deje de ser noticia? Pues que allí estarán los que estaban antes, están ahora y seguirán estando después cuando nadie se acuerde: los misioneros. Aquellos que dan su vida por los que más lo necesitan. ¿Dios existe?

Emanuela dijo...

Eduardo,
efectivamente Dios podria existir y ser malo. O podria existir y no ser todopoderoso - como un supereroe que tiene un enemigo que no llega a matar. O podria existir, ser muy decente pero gustarle las corridas - los toros siendo nosotros. O ser un niño que juega con la arena - creando y distruyendo mundos.
Al final me quedo con Wittengstein: "Sobre lo de que no se puede hablar, hay que callarse".
Un beso
Emanuela

Felipe dijo...

dios seguramente no existe, pero sus casposos lacayos de sotana ricamente enojoyada campan a sus anchas vomitando sus falacias...

Eduardo López-Collazo dijo...

Hola!

"Anónimo/a" que podías poner tu nombre... Creo que decir que Dios existe porque los misioneros están allí es más que cuestionable. Ema gracias por tu comentario. Felipe estoy muy de acuerdo con lo que dices. Saludos, Ed.