lunes, 29 de diciembre de 2008

viernes de dos ciudades y una ópera


Hola a tod@s!
Por estos días he aprovechado que mis becarias (ahora son sólo chicas) decretaron unas vacaciones bastante largas, para descansar y hacer un par de viajes cortos.
Barcelona fue el primer destino. La idea primera era asistir al concierto de Tracy Chapman… pero esto fue imposible, la negra tenía todo vendido y me quedé fuera de su “fast car”. No obstante de este fiasco disfruté mucho de la ciudad del diseño, de un par de amigas de mi pueblo natal, de mi ahijada y del mar. Siempre me pasa lo mismo cuando visito Barcelona: el pensamiento de una vida allí me asalta una y otra vez. Cuando comparamos la capital catalana con Madrid, esta última pierde en lo conceptual… sin embargo, al final prefiero la ciudad de andar por casa que es Madrid.
Al regresar me esperaba una ópera que no ha estado exenta de ciertas polémicas. De "Katia Kabanova" se ha dicho de todo un poco. Yo la renombraría como "La maldición del agua por todas partes" y le doy un sobresaliente a la puesta del Teatro Real. Es una historia aburrida de cuernos y arrepentimiento cristiano difícil de cantar. Un montaje aparentemente simple pero espectacular donde el agua tuvo un protagonismo inusual. También en Madrid, y si nos abstraemos de las luces y los turrones que inundan medio mundo por estas fechas, es recomendable un proyecto que llaman “km 0.8”. Se trata de ver cine mudo tal y como se disfrutó a principios del siglo pasado… sí, con pianista en directo… está en la Plaza de Los Cubos.
El segundo viaje fue a Santander. Allí compartí con la familia política, esa que tampoco podemos elegir del todo pero que en mi caso he tenido la suerte que muchos echan en falta en sus relaciones. De una manera u otra, con matices o sin ellos, se me ha aceptado como otro más (en Jovellanos, en La Habana, en Cáceres, en Madrid y en ahora en Cantabria)… es de agradecer.
Y por hoy es suficiente…

Os quiero,

Ed.

PD: Felipe, tuve suerte de no estar en la ciudad mientras las palabras de ese gran conocedor de la familia sobrevolaban Madrid. Ángel, por desgracia no todos los Varelas son como Félix.

2 comentarios:

Felipe dijo...

No veas lo que te perdiste el domingo camino de Colón, "la parada de los monstruos" (Tod Browning,1932)

Eduardo López-Collazo dijo...

Prefiero perdérmelo!!! Muchas gracias por tu comentarios siempre.