sábado, 16 de julio de 2016

Viernes... tardío y reflexivo

Hola a tod@s!
Nunca entendí por qué cayó Venecia, ni el imperio Romano. Los argumentos que leía en los libros y esgrimían los profesores no me convencían. Alguna vez pensé que sería un programa extraterrestre, ahora este sube, ahora aquel baja. Pero no hay nada como vivir la situación para entenderla, si es que contamos con algo de gris en la masa cerebral, por supuesto. El Reino Unido decide salir de la Unión Europea, y ahí están todos los estrategas del diario, con formación de tertuliano del corazón, diciendo que la Unión no es necesaria. ¿Alguien no ve que ya Gran Bretaña no es el imperio de mil colonias? ¿Alguien no se percata que su riqueza está en las transacciones financieras que tienen lugar en la City y debidas a las facilidades de mercado con la Unión y Estados Unidos? ¿Quién pasó por alto que hasta el inglés podría dejar de ser lengua oficial en la Europa Unida? Así comienza el declive de una gran nación. Decisiones mal tomadas, en este caso al amparo de un referéndum y volvemos a la eterna discusión sobre la democracia y sus peligros. Es cierto que si venimos de una dictadura, y yo levanto la mano, la social democracia nos parece un edén con ángeles pululando, sexuados y fisiculturistas, claro está. Pero el mecanismo puede fallar, ¿acaso el votante de baja formación ha analizado concienzudamente las consecuencias de su NO o su SI? Pero la democracia dice que esa persona también tiene derecho a decidir. Como también dice que para ser ministro o presidente de gobierno no se necesita formación, tan sólo esa chispa natural que te hace especial. Ahora entiendo por qué Venezuela, con Maduro, es un paradigma de democracia. Ironías Platónicas las llamaría yo y también llamaría la atención a los teóricos y filósofos sobre el tema. ¿No es hora de pensar que la democracia necesita una renovación? El problema está que en cuanto alguien se cuestiona los mecanismos democráticos se le tilda de facha-dictador, o elitista si se le quiere dar un mejor trato. Pero el problema sigue encima de la mesa. ¿Qué hacemos si un SI o un NO sale por el 51 porciento? ¿Qué hacemos con el otro 49 que está en desacuerdo? ¿Es una mayoría el 51? Y otra pregunta aún más dura: ¿Estamos todos preparados para decidir? No me respondáis, no quiero que más de uno mienta en nombre de la democracia. Lo cierto es que dar por terminado la evolución de la sociedad porque existe la democracia es tan poco inteligente como haber dicho, siglos atrás, que el feudalismo era el modelo cúspide de desarrollo social. No lo fue el uno y no lo es la otra. Admitirlo sería como admitir la veracidad de ese libro que llaman Biblia, pero bueno, aquí volvemos al otro eterno problemita, no resuelto, de quienes necesitan ese “algo” para vivir y quienes nos basta con vivir. ¿Es tan difícil entender que la ciencia es una verdad universal y flexible, mientras que la religión es una verdad personal? La ciencia intenta dar una interpretación lógica del mundo, en ella hay lugar para la equivocación y flexibilidad para asumir el error. En cambio la religión es una creencia interior nacida de la necesidad del acompañamiento. No estoy en contra de que cada cual tenga su verdad y muestre su fe. El problema lo tengo cuando quieren hacer de esa verdad personal algo universal. Para ello necesitaría mostrar la flexibilidad que tiene la ciencia para admitir las equivocaciones de algunas teorías, y la capacidad de evolución hacia explicaciones y leyes más cercanas al dato real. La religión es un “porque sí”, la ciencia es un “porque esto viene de aquello y aquello se demuestra de esta manera”. Todo ello sin tener en cuenta los desastres que han provocado y provocan los “en nombre de mi dios” que no es el tuyo. Siglos de guerras santas porque unos quieren imponer su verdad personal, recuerda que es tu religión, sobre otra persona que tiene otra verdad personal, con dios y libro sagrado incluido. Hoy nos quejamos de los radicales islámicos que matan en nombre de un dios poderoso que los ilumina, y a la vez defendemos la inocencia de los no radicales que siguen los preceptos del libro que define su verdad personal. Mandamientos que incluyen discriminaciones evidentes e imposiciones severas. Pues yo no los defiendo. De la misma manera que no creo que sea cultura matar a un toro por el hecho de ser tradición milenaria, no defiendo mantener una cultura que discrimina a la mujer, señala con el dedo al homosexual y frena el avance de la ciencia… y no me vale aquello de que “no matan por ello”, faltaría más. El cristianismo, aunque a base de tortas hoy se ha modernizado algo, hizo lo mismo durante mucho tiempo y por ello tampoco es plato de mi buen agrado. En fin, a veces pienso que pedir que detengan el mundo para bajarme sería una buena opción, más aún cuando en cualquier momento un fanático de hoy e igual que lo hizo el fanático de tres siglos atrás, puede arrebatarme la vida porque su verdad personal, supuestamente porque no me lo pregunta, no es la mía. Entonces luego, Facebook y todas las redes sociales dirían que hoy llevan mi nombre pero mañana volverán a cometer el error de creer que su dios es más poderoso. ¿Y si nos dejamos de dioses de una vez? Ah no, que hay que cazar pokemons.
Os quiero, 
Ed.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

From Facebook:
Demasiadas riflexiones para un solo viernes... �� La cuestión sobre la capacidad de la mayoría (y qué mayoría) para tomar qué decisiones, es peliaguda. Sobre todo porque se cruza, inevitablemente, con la del acceso a la formación y a la INformación por parte de toda la sociedad. En cualquier caso, creo que lo único mejor que la democracia es una democracia mejor. Y que votando se aprende a votar...

Anónimo dijo...

From Facebook:
Me encanto este Viernes;

Anónimo dijo...

From Facebook:
Suponiendo que vivamos en democracia. Fijate, pienso que el Brexit es lo mas cercano a la democracia, si los votantes no hubieran sido tan mentidos. En este sentido, no estaría en contra de encarcelar por perjurio como resguardo de la democracia...

Anónimo dijo...

Aciertas, aciertas, aciertas

Anónimo dijo...

Es harto difícil vivir en este mundo si tienes inteligencia para dar y tomar querido Ed. Adáptate.

Anónimo dijo...

¿No te parece increible cómo la gente se vuelve devota cuando pasa la edad? Se agarran a un clavo ardiendo en lugar de pensar un poco más. Cervezas y misa.