sábado, 2 de enero de 2016

Viernes... primero y con resumen.

Hola a tod@s! 
El 2016 me ha tomado por sorpresa, nada fue como lo había planificado, un elemento nuevo irrumpió sin fuerza aparente y se tornó huracán. Y aquí estoy, reconduciendo los días, llenando los vacíos y gozando de otros puntos de vista. Mientras tanto, 2015 se despidió con tortas políticas para todos los colores. España se diversifica, ya no se nos puede clasificar entre rojos y azules, existen los morados y los naranjas. A mí es que el zumo de naranja siempre me ha gustado. ¿Para cuándo un gobierno donde estemos todos o casi todos? Pero de esto estaréis cansados, en política todos tenemos opinión y todos dominamos la razón. Es una pena que los demás siempre estén equivocados, diríamos. 
Por todo ello mejor cambio de cuerda y le presto atención a mi amiga Marlen, la misma que dice: “habla de ciencia que es lo tuyo”. El año que despedimos nos trajo alegrías en muchos laboratorios y equipos de investigación. Visitamos Plutón y descubrimos agua en Marte, y dirá Lilo ¿para qué? Pues para lo mismo que Boole desarrolló su álgebra, hoy base de todo lo que hacemos con un ordenador, es decir todo. O para lo mismo que De Broglie predijo la existencia de la antimateria… quién diría que nuestros TAC se basarían en aquella locura inservible que no eliminaba el hambre de la humanidad, por lo tanto innecesaria. No sabemos cuándo necesitaremos dejar atrás el planeta azul que tanto hemos contaminado, y necesitaremos los conocimientos que hoy acumulamos sobre Marte y Plutón. Este año también nos dejó un método eficiente de “edición” genética… una aguja fina y precisa para modificar o insertar información en el genoma de una célula. La terapia genética gana sentido con este avance y también los condicionamientos éticos y la cara B de todo avance. A un paso estamos de mucho de lo que hemos visto en películas de clonajes y otros avatares. Estará en nosotros el buen uso de todo ello. Avanzando en el año se encontró el pentaquark y aquí nos vamos a la verdadera esencia del todo. Esta partícula se buscaba desde los años sesenta del siglo pasado y… voilá, ya dimos con ella. Ahora tenemos que interrogarla, pedirle explicaciones claras de su “comportamiento” y, de paso, entender un poco más sobre los pilares del universo. Pero no nos quedamos aquí, en África aparecían unos restos cuyas fotos dieron la vuelta al mundo. Una nueva especie humana se mete en el complicado árbol evolutivo que algunos se quieren cargar con el diseño ¿inteligente? de no sé quien. El Homo Naledi ha llegado para quedarse y, por lo pronto, parece ser un eslabón más entre el mono y el hombre. En cuestiones más terrenales, la biónica se torna realidad con chips que permiten dominar partes anatómicas insertadas, un rostro nuevo para un bombero que lo había perdido 14 años atrás se nos presenta como un avance sólido en la cirugía de reconstrucción, una epidemia eliminada con una vacuna eficaz y desarrollada en tiempo récord alegró la vida de todo un continente, el más negro, el más olvidado… Hoy me sigue retumbando en los oídos las palabras del director de una revista “cool” de este país que me dijo: “los científicos sois aburridos”. Este señor nunca sabrá lo que es realmente diversión… eso sí, he de decir que mientras la mayoría de los que me leéis habéis recibido una paga extra para los gastos de fin de año, quien escribe descubrió que su nómina se redujo en diciembre. Cuestiones de prioridad de esta sociedad.
Os quiero,
Ed.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

algo sucede que no he podido hacer comentarios en los Viernes anteriores. Buen resumen del año científico Ed. Gracias por todo. Abrazo, Heri.

Anónimo dijo...

Excelente, amigo.

Anónimo dijo...

siempre has sido un poco naranja tú :-).

Anónimo dijo...

La ciencia debe resolver los problemas del momento y no divagar en teorías absurdas y planetas. Los economistas deberían dirigir todo el cotao.

Anónimo dijo...

Hablo un sabio, lo digo por el comentario anterior. Ed tiene razón, la ciencia no puede tener límites. Es creatividad.

Anónimo dijo...

guaperas.

Anónimo dijo...

Ciencia sin economía no va a ninguna parte. Lo siento.

Anónimo dijo...

posado de invierno, dónde?

Anónimo dijo...

Por cierto, ¿sabes que Leibnitz confirmó su teoría sobre el código binario (que llevaba años elaborando) cuando llegó a sus manos el I Ching con sus líneas continuas y discontiuas? Ya ves, siempre puedes aprender algo nuevo, jajaja,

Anónimo dijo...

Querido y admirado Ed:
2016. ¿Cuántos economistas, abogados y expertos en marketing hay en tu laboratorio? Desgraciadamente si queremos cambiar este mundo debemos hacerlo desde dentro y utilizando sus propias armas.

Anónimo dijo...

Genial el resumen Ed.

Anónimo dijo...

para cuando un programa científico en la tele que no sea a las 2 de la mañana jaja.

vital dijo...

Investigación / ciencia tendría que estar, necesariamente, delante de muchas otras cosas. Felicidades

vital dijo...

Que gustó da leer tu blog. Felicidades

Anónimo dijo...

Diría yo que tiene mucha rima tu Viernes.