sábado, 12 de julio de 2014

Viernes sobre el tiempo...

Hola a tod@s!
Hablar del tiempo es algo tan insustancial e insípido que los ingleses, señores del no decir, lo toman como escudo para evitar cualquier acercamiento a su zona de confort. Pero las cosas van cambiando, hoy hablar del tiempo en Madrid se ha vuelto tema crucial, motivo de conversaciones sesudas y etcétera incluido. Estamos a 12 de julio, momento en que esta ciudad debería estar achicharrada por el “indio”, calcificada por el astro rey, sin una gota de agua y con todos sus habitantes protestando por los treinta grados a las una de la madrugada. ¿Y qué tenemos? La misma ciudad atrapada en unos escasos veinticuatro grados bajo el sol, a las doce del día y en el mismísimo centro. De la noche prefiero no hablar y no me quiero imaginar lo que sucede en Navacerrada. Yo, como mamífero que soy, seguí las reglas de la costumbre y en mayo guardé todo aquello que elevara la temperatura corporal y, también como mamífero de sangre caliente, estoy pasando un frío del carajo cada noche que salgo. ¿Qué ocurre? ¿No hablaban de calentamiento global? Probablemente la explicación resida en el mismo efecto que está descuarenjingando el clima del planeta. Parece ser que esta parte de Europa se calienta con la ventolera que viene del Caribe. Allí si la temperatura se eleva mucho, cosa que según mi sobrina está pasando, el aire más achicharrado que de costumbre se está elevando también más de lo debido. Entonces viene la putada para España, el corredor de vientos que nos calienta se queda sin ese aire calentito que se ha ido un poco más arriba y nos fastidiamos con un veranito de noches casi otoñales. Es una teoría.. que a mí de físico me queda poco. Lo cierto es que aunque me quede poquísimo me sigue ilusionando esa ciencia. Esta semana, mi amigo Cristóbal me llevó a un centro de nanotecnología para discutir sobre un proyecto que tenemos en común y la sorpresa vino de manos del físico ilustre que dirige aquel sitio. Luego de ponernos de acuerdo sobre lo que teníamos sobre la mesa, aquel señor puso cara de niño pillo y me enseñó unas fotos recién tomadas de una molécula. Allí estaba la ecuación de onda hecha realidad, los ceros que una vez calculé en la universidad se podían ver… la física cuántica tenía razón. Amén de que entendáis lo que estoy diciendo sólo quiero transmitir el enorme placer que sentí al ver, con mis ojos, lo que hace mucho sólo pude “sentir” a través de las matemáticas. Es hermoso saber que aquello que un siglo atrás se visualizaba con “garabatos” en un papel, hoy se verifica. Así es la ciencia y por eso sigo enamorado de esta ilustre señora. 
Os quiero, 
Ed. 
PD: Por cierto ¿habéis visto la súper Luna?

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial Ed!

Anónimo dijo...

Ya había leído un comentario tuyo en facebook sobre tu teoría de la temperatura en Madrid. Que tío más inteligente eres chaval.

Anónimo dijo...

well, well, well
Pero yo prefiero cuando te pones literario. Nada habrá que esperar a que te baje la isnpiración

Anónimo dijo...

Super luna, luna lunera, cascabelera.

Anónimo dijo...

Está contrastada esta teoría Ed?

Anónimo dijo...

Fisicamente tiene sentido.

Anónimo dijo...

Ya no vas al cine o a la ópera, científico?

Anónimo dijo...

Te daría dos likes pero no se puede así que te digo que me reí mucho con tu viernes porque a mi me pasó lo mismo, lo de guardar la ropa y luego tener frío. Por lo menos sé que no soy la única. En otro orden de cosas, me encantaría ver esa foto, pero la publicarán pronto me imagino no? Ah y finalmente sí que vi la super luna!!
Lissette