jueves, 9 de mayo de 2013

Viernes en Hawaii...


Hola a tod@s!
Luego de algo más de treinta horas de viaje, un sinnúmero de husos horarios y un frío atroz en el aeropuerto de Los Angeles… estoy en Honolulu. Realmente no soy consciente de cuán lejos me encuentro de cualquier otra parte del planeta. Es lo que tiene viajar en medios rápidos, por aquello de que el alma va con retraso no interiorizamos las distancias ni los cambios. Por aquí andamos, sin saber muy bien de que va este complejo de islas perdidas en el Pacífico y con la plena seguridad de que me marcharé de ellas sin tener idea de lo que realmente se cuece entre sus volcanes.
Hasta Hawaii me trajo un congreso de inmunología, el que anualmente convoca la Sociedad Americana a la que pertenezco desde hace unos años. Un evento muy bien organizado donde me han compactado las cosas que me interesan de tal manera que he tenido suficiente tiempo para vacacionar. Hablar de ciencia a los niveles que hemos visto aquí seguramente es aburrido, para los más entendidos sólo decir que tuve la oportunidad de escuchar en directo y luego charlar con Medzhitov, el bioquímico ruso devenido inmunólogo de Yale. Para el resto, también puedo decir que justo ayer me encontré en el agua a uno de los actores de Sex and the City. Así todo, mientras, el organismo trata de adaptarse a un desfase de 12 horas, aunque los amaneceres, la playa y los ocasos ayudan. Cosas curiosas me han sucedido, como cuando paseando por el downtown de la ciudad me percaté que no llevaba el mapa ni la guía-inútil que compré en Madrid… con un sol abrumador y algo de cabreo pregunté a una nativa si existía alguna oficina de turismo cerca, entonces me indicó que entrara a un sitio donde quizá me podrían ayudar. Me dirigí al lugar, especie de despacho escolar donde se lleva la “contabilidad” de la asistencia de los alumnos y cosas por el estilo, con la plena seguridad de estar en el sitio incorrecto. Una vez dentro expuse mi razón y aquella señora de años vividos resultó ser una enamorada de Madrid, ciudad en la que vivió la movida, lugar donde alquiló un piso en la calle Ibiza, sitio que añora a pesar de que sus recuerdos se visualizan en blanco y negro. En fin, que las sorpresas siempre están al doblar una esquina o al entrar en una oficina. Gracias a ella no perdí mi tarde y visité las cosas importantes del sitio.
Amén de las playas, sorprendentemente calientes, algo me ha llamado la atención de este lugar y es la ausencia, casi sospechosa, de un movimiento social visible. Por ninguna parte se ven vestigios de una protesta, ni de una inconformidad. En la universidad no existen graffittis, ni carteles. Hay que decir que hace un siglo los EEUU "tomaron" por la fuerza al reino de Hawaii, depusieron a su reina y en el transcurso de unos pocos años anexaron el país. Según internet existe un movimiento independentista en la isla, pero yo no he visto ningún atisbo de inconformidad. Parecen estar contentos con su estatus y muestran serenidad a todas horas. Otra cosa evidente es el sobrepeso de una gran parte de la población, algo que no me extraña. Entre el poco estrés al que están sometidos y la alimentación hipercalórica, lo extraño es que no rueden. Pero yo, realmente, he desconectado… “he bajado el katao”, con el cable a tierra y nada de tensión. Entonces os cuento que exploré el arrecife en un submarino y pude comprobar aquello de que uno se vuelve azul cuando tienes un montón de metros de agua sobre la cabeza, también estuve en Pearl Harbor y entré en un submarino de guerra para comprobar que vivir allí dentro era algo difícil. Me hice una foto con la bandera americana en plan “nacido el 4 de julio” y la subí a Facebook para recibir críticas varias y diversas… a las  que he respondido con un: “Luego de librarte de una dictadura queda la difícil labor de despojarte de la que llevas por dentro”. Salí de Cuba para ser todo lo libre que pueda y eso incluye hacerme una foto con la bandera que me apetezca. Comprobé que la gente de por aquí lleva la danza en la sangre; los ballets de occidente deberían prestar más atención a los movimientos y el trabajo de piernas que se pueden ver por estos lares. También constaté que la virilidad del polinesio no está reñida con las flores y la delicadeza que engendra fraternidad.
De cualquier manera, me quedo con algo de Hawaii, algo que me transportó por un segundo a una juventud, un mar lejano, un sol caliente, un momento de sueños… Resulta que un día, luego de bañarme en la playa, busqué un sitio donde ver la puesta de sol… allí, junto a otros tantos fui testigo de ese momento mágico en el que el astro desaparece y, probablemente, el agua hierve por habérselo tragado. Entonces me vino a la mente cuando hacía lo mismo en 12 y Malecón, en aquella Habana donde soñaba con cambios, laboratorios, películas, viajes y libros prohibidos. ¿Cuánto tiempo ha pasado? Mucho, pero nunca será suficiente para olvidarlo.
Os quiero (aloha!),
Ed.




8 comentarios:

Anónimo dijo...

quien paga estas vacaciones? porque poco de ciencia habras visto. Ay el cientifico de la salsa.que despotismo

Anónimo dijo...

Considero que cada uno debe de disfrutar de la plena libertad, no entiendo que por una simple foto con una bandera, alguien, no se quien te critique, las banderas son simbolos de los países y me pregunto por que uno no se puede fotografiaar con la bandera americana, española o japonesa. Amo la libertad al maximo y considero estamos en todo el derecho de disfrutar de la misma.

Seguramente te escribiré otras lineas en otro momento. Se ha roto la quietud. Disfruta al maximo y en hora buena. Gracias por tu "Viernes".Un abrazote

Anónimo dijo...

uno de los más bellos e interesantes que has escrito!
Argeo

Anónimo dijo...

Bien por ti!!! me hiciste recordar (y añorar, no te voy a decir que
no!) los atardeceres en 12 y malecón ... y el agua cálida del mar,
sabes qué?! eso es una de las cosas que más extraño aquí, veo mar a
todas horas pero cada vez que meto un pie en él me recuerda que no es
igual al que escuchaba todas las noches mientras dormía en el piso 14
de 12 y malecón.
un bso ... y como siempre...lindo en las fotos! jejejeje
Eric

Anónimo dijo...

Huele a mar tu Viernes

Anónimo dijo...

Que musculitos jajajaj

Anónimo dijo...

Vives como un cura (de los de antes) carajo! Besos y disfruta del encanto local

Anónimo dijo...

Un "viernes" personal, intimo, despojado de los problemas que acongojan a Madrid...me imagino que ne Hawaii uno como que se olvida de todo....