domingo, 1 de mayo de 2011

no es un Viernes...

Esto lo escribí cuando supe que murió Sábato (o Sabato como el firmaba), se publicó en una revista on-line con la que colaboro.

Os quiero,

Ed.


Es sábado y luego de una semana de Sol en Madrid llueve, no lo entendía, me puse hacer cosas propias de este día y el teléfono sonó… un amigo al otro lado dijo: “me he acordado mucho de ti, ha muerto Sábato”. Entonces miré por la ventana, una lluvia fina roseaba tristemente las calles de la capital, ahora lo entiendo. Ha muerto alguien que marcó una parte importante de mis tiempos universitarios. Por aquel entonces estudiaba Física Nuclear, mis mañanas se inundaban de cálculos complejos y partículas peligrosas a las que debía determinar su energía; de noche navegaba por La Habana cultural intentando llenar cada poro de mi piel con letras, danza, teatro y fue entonces que alguien me presentó a Sábato. El amor surgió “a primera vista”, aquel físico nuclear que por las mañanas midió la radiactividad artificial en los laboratorios de Irene Curie y por las noches creó una nueva forma de escribir, robó mi corazón. Sábato, o sus letras, rellenaron el tiempo entre una ecuación y otra, a él acudía los sábados temprano como quien se escapa de casa para verse con un amante. De él recuerdo aún, párrafos enteros que en su momento tuvieron la misma belleza que las leyes de Maxwell o la Relatividad Einstiana. De él leí su legado a los jóvenes cuando ya la vista no le permitía expresarse con la palabra y pasó a pintar grandes lienzos, libro que regalé a quien no lo merecía. Hoy pedía a quienes leen mi blog que me recomendaran un libro, creo que nuevamente buscaré la luz al final de… El túnel.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Tan conmovedor y poético que me salva tu Viernes frenético, por eso me extraña que no hayas preferido enfrascarte en la lectura de "Sobre héroes y tumbas", donde Ernesto Sabato (sin acento en el respeto de su origen italiano) logra penetrar mediante un lenguaje poético en las grandes pasiones de un tiempo donde el amor y el odio se vestían de peronismo, evidenciando las infinitas contradicciones del ser humano que esencialmente aun vivimos en nuestros tiempos. Como fuente inspiradora estaría perfecto, sobretodo para no dejar encerrada la poesía en dos o tres fraces hechas, sino en el màs profundo y amplio sentido de la palabra, que marca la vida de quienes prefieren el vuelo a la mera imagen de las alas. Tuyo, L'uomo del profondo blu (si tù no te firmas como tù, yo no me firmo como yo) ;-)"

Anónimo dijo...

Me ha encantado Ed, siento - y todo hombre de letras deberia tambien- como una perdida triste para la cordura y la etica de la vida... Un fuerte abrazo. Mi mas sentido pesame. E

Anónimo dijo...

Realmente hermoso....si algún día te enteras de que hay luz al final del túnel....dímelo por favor.
Abrzs
Toni

Anónimo dijo...

Dear Ed,

Te entiendo perfectamente, porque muchaas veces no hace falta conocer personalmente a un escritor sobre todo cuando a través de sus páginas descubrimos un mundo que de alguna manera nos marca.
Angel

Dario Zeruto dijo...

Me conmueves. Gracias.

Vladimir (Antoine) Azcuaga dijo...

Es Sabato, sin acento, que debe ser una interpretaciòn de algún fusionario un poquitin ignorante de cuando sus antepasados llegaron a América (creo que ya su padre era Giuseppe Sabato y no José Sábato), por eso él mismo se firmaba Sabato.