viernes, 11 de septiembre de 2009

Viernes

Hola a tod@s!
Es 11 de septiembre y no sólo me acuerdo de dos torres ardiendo… un día como hoy hace 17 años conocí a alguien muy especial en el cine Yara de mi querida La Habana, a esa persona le dedico mi Viernes.
He tenido una semana movidita culturalmente hablando. En el cine comprobé que Lars von Tier sigue siendo el genio que se desplaza sobre una cuerda floja, su “Anticristo” es visualmente tremenda (la primera escena es de lo mejor que he visto en una sala oscura). Sin embargo, estoy de acuerdo con quien tilda al director de misógino, agresivo y tremendamente violento. Otra cosa es “Desgracia” protagonizada por un Malkovich envejecido que sigue mirando a la cámara de lado al mejor estilo Valmont en Las Amistades Peligrosas. La tesis de la película es que hay que aceptar lo que venga y adaptarse a ello. ¿Si todos hiciéramos lo mismo?... Y ayer fuimos a ver la última de Isabel Coixet, definitivamente esta directora perdió la pinza en Japón y no la encontró para terminar su “Mapa de los sonidos de Tokio”. Me dormí por momentos, no entré en la trama y tiene un final que parece escrito por un colegial que sólo ha visto dibujos animados de Disney. Algo bien diferente ha sido mi experiencia con la danza. En el Real tenemos al Bolshoi con su versión de Espartaco. Las críticas han sido fabulosas y yo puedo decir que se nota el poder y la fuerza de los bailarines rusos, pero no todo brilló, el cuerpo de baile necesitaba un par de bastonazos de la “maitre”. Al día siguiente, lo hice a propósito, fui a ver al Ballet Nacional de Cuba… una vez más el Lago de los Cisnes. A diferencia del Bolshoi estos bailan en un teatro de tercera de la Gran Vía madrileña. Sin embargo, una vez más me percaté del gran error que comete el Real con no programarlos. La función fue perfecta, con anécdota incluida: En el segundo acto, momento de máxima sincronización entre los cisnes, se dejó de escuchar la música… los cubanos siguieron bailando como si nada hubiera ocurrido. El público empezó a aplaudir, se escucharon unos cuantos ”bravo”, “fantástico” y alguien gritó: “esto si es arte”. La música volvió y ellos siguieron como si nada hubiera pasado. Yo pensé, con algo de chovinismo (lo reconozco), “¿Qué no puede hacer un cubano?” Esos bailarines que para llegar al teatro tienen que recorrerse media La Habana en bicicleta, en autobuses con forma de camellos, sudando toda el agua de sus cuerpos... son capaces de bailar hasta bajo las bombas y los admiro. Un aparte para los balletómanos: Viengsay Valdés estuvo muy bien todo el tiempo… pero se coronó en el tercer acto. No puedo decir lo mismo de Elier Bourzac. Siguiendo con la cultura… Ya se va la Leibovitz y sus fotos de Madrid. Dicen que, debido a lo derrochadora que es, peligran los derechos de autor de sus instantáneas. Por otra parte, sigue sin atraerme el Arte Islámico que se expone en la Caixa Forum.
En otra cuerda y sintetizando: Las coronas de las estatuas de Pascua ya tienen explicación… el misterio va cediendo terreno, se ha encontrado una muralla cristiana en las obras de Ópera… los que nos faltaba en Madrid. El paro sube también en USA. El gobierno español planea una subida general de impuestos (iva incluído) y baja la inversión en I+D… ¿Hay alguien más que está pensando dar su voto a los Verdes?
Os quiere,
Ed.
PD: En breve me voy a USA.

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