Hola a tod@s!
Va acabando una semana atípica, con clima atípico y medidas ¿atípicas? Y hablo, por supuesto, de lo que remueve a la madre patria desde el miércoles: las medidas anti-crisis que son, más que todo, medidas anti-sociales y muy poco izquierdistas. Se acabó el estado de bienestar, ya es hora de apretarnos el cinturón si queremos mantener, mínimamente, lo que tenemos... pero ¿esto va con todos? Creo que no. Empezando porque las medidas llegan algo tarde, no es un secreto para nadie: ZP se ha caracterizado por esperar, esperar y ver qué pasa. Tampoco es secreto que con una política económica más acertada otro gallo cantaría… y lo que sí es un enigma es el hecho de que personas preparadas y con mando hacen estupideces. Muchas cosas me pude imaginar de este gobierno, pero bajar los sueldos de los funcionarios, congelar las pensiones, recortar el gasto farmacéutico… ufff!!! me lo hubiese creído de la Aguirre, pero del gobierno al que voté, no. Es evidente que gobernar no tarea fácil, eso de contentar a todos es harto difícil, sin embargo, otras muchas cosas se me ocurren hacer y no soy economista. En la cabeza de todo animal cuerdo puede danzar otro paquete de medidas: Traernos las tropas españolas que andan, desandan y gastan dinero por el oriente medio, revisar los impuestos a las sociedades donde las grandes fortunas tributan al 1%, retirar o disminuir las ayudas, subvenciones y exenciones a la iglesia, reducir el presupuesto de la Casa Real, no permitir las jubilaciones millonarias a los bancarios que destrozaron el país, recuperar el dinero prestado a los bancos luego de su metedura de pata. Todos estos nichos debieron ser previos a quitarles un 5 % de su sueldo a los funcionarios mileuristas, en cuyas economías 80 euros significan la comida de la semana. Pero es evidente que quien manda es el caballero Don Dinero y ese señor tiene como mejor aliado el mercado especulador. No hay más que hablar, ZP ha dado una clara muestra de lo que siempre ocurre: el poderoso siempre gana.
Y prefiero terminar aquí aunque deje cosas por comentar, Cannes por resumir y tengamos a Garzón en la calle.
Os quiero,
Ed.
Va acabando una semana atípica, con clima atípico y medidas ¿atípicas? Y hablo, por supuesto, de lo que remueve a la madre patria desde el miércoles: las medidas anti-crisis que son, más que todo, medidas anti-sociales y muy poco izquierdistas. Se acabó el estado de bienestar, ya es hora de apretarnos el cinturón si queremos mantener, mínimamente, lo que tenemos... pero ¿esto va con todos? Creo que no. Empezando porque las medidas llegan algo tarde, no es un secreto para nadie: ZP se ha caracterizado por esperar, esperar y ver qué pasa. Tampoco es secreto que con una política económica más acertada otro gallo cantaría… y lo que sí es un enigma es el hecho de que personas preparadas y con mando hacen estupideces. Muchas cosas me pude imaginar de este gobierno, pero bajar los sueldos de los funcionarios, congelar las pensiones, recortar el gasto farmacéutico… ufff!!! me lo hubiese creído de la Aguirre, pero del gobierno al que voté, no. Es evidente que gobernar no tarea fácil, eso de contentar a todos es harto difícil, sin embargo, otras muchas cosas se me ocurren hacer y no soy economista. En la cabeza de todo animal cuerdo puede danzar otro paquete de medidas: Traernos las tropas españolas que andan, desandan y gastan dinero por el oriente medio, revisar los impuestos a las sociedades donde las grandes fortunas tributan al 1%, retirar o disminuir las ayudas, subvenciones y exenciones a la iglesia, reducir el presupuesto de la Casa Real, no permitir las jubilaciones millonarias a los bancarios que destrozaron el país, recuperar el dinero prestado a los bancos luego de su metedura de pata. Todos estos nichos debieron ser previos a quitarles un 5 % de su sueldo a los funcionarios mileuristas, en cuyas economías 80 euros significan la comida de la semana. Pero es evidente que quien manda es el caballero Don Dinero y ese señor tiene como mejor aliado el mercado especulador. No hay más que hablar, ZP ha dado una clara muestra de lo que siempre ocurre: el poderoso siempre gana.
Y prefiero terminar aquí aunque deje cosas por comentar, Cannes por resumir y tengamos a Garzón en la calle.
Os quiero,
Ed.
1 comentario:
La democracia y las ideologías han sido enterradas por el dios mercado y la plutocracia que lo gobierna.
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