Viernes

Hola a tod@s!
Ya no hay engaño posible… estamos en verano. Y las temperaturas te hacen hacer locuras, dormir sin ropa, poner el aire acondicionado a tope, contaminar hasta la madre de los tomates, pillar una faringitis del copón, contradecirte en tus opiniones y, sobre todo, hacer lo que has dicho NO VOY HACER MÁS. En fin, como siempre digo, el mar.
Entre las contradicciones de la semana estuvo ir a ver Rigoletto, luego de jurar que no iría a verla. ¡Soy voluble! Como ya sabía el montaje es impecable, también las luces y el vestuario –aunque he de decir que este último no me fascinó-. Se notaban los dos millones de euros en todo momento. Sin embargo, los cantantes no me llegaron. La Gilda (Mariola) se mostró dadivosa con un par de “pianísimos” a lo Monserrat pero no brilló y el resto no me emocionaron en lo absoluto. Sin embargo, sé de otros que tuvieron más suerte y asistieron a un evento único: el lunes Leo Nucci interpretaba el dúo Sí, vendetta, tremenda vendetta junto a la soprano Patrizia Ciofi cuando el público irrumpió en aplausos. La ovación obligó a Nucci a cantar un bis durante la ópera. El barítono italiano hizo historia. Nunca había sucedido algo así en el Real (está en youtube, merece la pena verlo).
Por otra parte, prometí ir al cine y no he pisado una sala oscura en estos siete días… eso sí he conocido a personas interesantes, me he divertido, me he bañado en la piscina, he compartido con amigos y paseé por el Retiro en buena compañía. También estuve en la exposición de la Leibovitz (Alcalá 31), allí se pueden ver unas 200 fotos de la retratista de este mundo. Muchas instantáneas son conocidas, no obstante merece la pena estar frente a ellas y descubrir aristas nuevas. Me impresionó una foto de Nicole Kidman. También está la que llamo el escuadrón del terror (los altos mandos del gobierno de Bush) y pregunto: ¿Ha fotografiado a Obama? Tampoco encontré ninguna foto de rey que ya no está entre los vivos, Michael Jackson… anoche, antes de acostarme, un amigo me mandaba un sms anunciándome la muerte de quien me hizo bailar en mi infancia y una sensación rara me recorrió el cuerpo.
En otra cuerda, me leído de nuevo Cien botellas en una pared y ahora estoy con La Consagración de la Primavera… no sé qué me pasa pero cuando tengo cambios en mi vida necesito volver a los orígenes. Nada… que sigo las recomendaciones del personaje de Chus en La flor de mi secreto: “… si te quedas como vaca sin cencerro…” A mi me funciona.
Os quiero,
Ed.
PD: Marlen lo siento mucho, te mando un beso.

Viernes

Hola a tod@s!
Ya es viernes y hoy mi querida Sylvia recibe su doctorado, a ella le dedico este “Viernes” con todo el cariño que merece. También en esta semana alguien muy especial recibió su grado de doctora; mi becaria Vanesa defendió, con gran precisión, los últimos datos que se han generado en el laboratorio, los mismos que me llevarán próximamente a Estados Unidos para realizar experimentos imposibles en Madrid. Y por todo ello estoy contento.
Esta ciudad ya está ardiendo, por las calles se llegan a los 30 grados y los aires acondicionados aumentan el calor, la contaminación y el sudor de los transeúntes. Yo sufro cual esquimal esta época, quien no me conoce a fondo nunca pensaría que mi nacimiento se produjo en el Caribe. No obstante a ello, intento evadir las temperaturas y gozar de las bondades que ofrece Madrid a quienes paseamos por sus calles. Finalmente ya tenemos las fotos de la Leibovitz en Alcalá 31, instantáneas históricas como la tomada a Lennon justo cinco horas antes de morir o la última foto hecha a su pareja, la escritora Susan Sontag, en un París nublado. Xavi seguro que te encantará. En el museo Reina Sofía siguen, expuestas con un desorden que no llego a entender, las esculturas de Juan Muñoz, y es que el tan cacareado nuevo “orden” del Museo no me ha inspirado absolutamente nada. Quizá no lo haya entendido. ¿Alguien me lo explica? Por su parte, el Real trata de rentabilizar un Rigoletto que ha costado algo más de 2 millones euros y algunos describen con un “bueno”… no tengo opinión en este apartado, no la he visto ni la veré. Lo que si vi fue la Coco Chanel de Audrey Tatou. La eterna Amelié hace una buena interpretación de los años oscuros de quien revolucionara la moda femenina y yo disfruté de su actuación y de la historia. También disfruté de la adaptación al cine que han hecho de la primera novela de la trilogía Milenium. Aunque no es una película que recomiendo.
En otra cuerda y moviéndome hacia la política: Mientras por aquí el gobierno eleva los impuestos (justo después de las elecciones europeas) en una maniobra que pocos entendemos, la administración de Obama amplía los derechos de los gays y plantea una estrategia sólida para salir de esto que unos llaman “Crisis” y otros “la putada que nos ha tocado vivir”. Como dijera el poeta: “en fin, el mar”. Os deseo a todos un buen fin de semana, los de Madrid hay mucho cine que ver y un par de cosas interesantes en el Teatro. Los de NY, según Nelson, id a ver a los rusos que están quemando el MET con sus saltos imposibles de repetir.

Os quiero,
Ed.
PD: Nereo otra vez será, Shelly ánimo, Abri gracias, Lilo y Babbo, ahora nos vemos menos que antes… ¿Hacemos algo por remediarlo? Jordi, ¿nos damos el gusto con el cine este finde? Franz, el pan hay que hacerlo, Virginia nos vemos la semana que viene, Alê en breve tendrás una sorpresa, Emma te llamo mañana, Carlos felicidades por el premio, JA suerte con el trabajo en NY, Cristina enhorabuena… todo comienza ahora. Ángel Rivero aunque no respondo a tus emails siempre los leo.

Viernes

Hola a tod@s!
Ya está aquí el temido calor, los treinta y tantos grados no se despegarán de nosotros por un buen tiempo y yo sufro con esto. Aunque ojalá todo sea tan “bien” sufrible como la temperatura madrileña. Algunas veces se hace insufrible la espera de un email que nunca llega o un sms que se ausenta de por vida. Con todo hay que aprender a vivir, disfrutar de esas ausencias puede que no sea un masoquismo planificado.
Ayer jueves era festivo en Madrid y unos amigos nos fuimos a recorrer las hoces del Duratón, nos bañamos en algunas de esas “pocetas” medio congeladas, disfrutamos de un picnic, anduvimos bajo el sol y al lado del río, jugamos una partida de parchís y hablamos de lo poco de divino que tiene vivir. Fue una jornada preciosa, el campo me llena de vida. En cambio, un día antes había asistido a una fiesta de productores españoles… allí estaban todas las caras famosas de la tele actual. Niños y niñas que inundan Internados y hacen olvidar que Física y Química son ciencias serias y hasta el título a un disco antológico de Sabina. Ellos se creen el centro del mundo y otros le dan el dinero para que se lo sigan creyendo. Me deprimió todo aquello tan urbano y falso. Estos son los chic@s que podrán terminar su bachillerato con los conocimientos justos para no comer hierba si se caen ya que el gobierno no ha tenido otra mejor idea que sentenciar: “En Bachillerato no se repetirá el curso entero con cuatro suspensos”, ¿hasta dónde llegaremos? Y esa pregunta también me la hice al saber que Ronaldo vale 94 o 96 millones de euros. ¿Qué valor añadido tiene este chico? ¿Dónde están las vacunas, los métodos de enseñanzas, las obras de arte que puede aportar a la humanidad? Estamos locos TODOS porque de una manera u otra lo permitimos.
En otra cuerda, he estado dos veces en el teatro. La primera, algo medio experimental que hacen los recién egresados de la Cuarta Pared. La cocina, así se llama la obra, es una cocina real donde los sueños se suceden y los personajes se van simplificando hasta llegar a su esencia. Me gustó la puesta a pesar del desnivel entre algunos de los actores. Otra cosa es el montaje que ha dirigido Mario Gas en el Teatro Español: La muerte de un viajante se me antoja imprescindible. Recuerdo que hace mucho tiempo alguien, con mucha razón, me dijo: “Si quieres aprender lee La Consagración de la Primavera”. Hoy yo diría: Si quieres entender el capitalismo ve a ver “La muerte de un viajante”. Amén de un texto espectacular, la puesta merece la pena y los actores también… me quedo con el final: “Hoy he pagado la última letra de la hipoteca y mañana no habrá nadie en casa”.
Y para terminar… Cuba, mi querida isla se tambalea con la crisis y creo que vuelve lo vivido en el 92. No sé qué decir… eso si es un problema.
Me quedan cosas por comentar, alguna peli que he visto y una consideración sobre los “singles” de hoy. Pero eso será otro Viernes. Pasad el mejor fin de semana que podáis. A los que viajan buen y seguro viaje, a los que se quedan refrescaos todo lo que podáis.
Os quiero,
Ed.
PD: Jordi, vaya comunicación hemos tenido esta semana. Abri, genial la excursión… gracias!!! Virginia, bienvenida a mi vida y a estos Viernes. Any la pasamos bien ¿no? Ariel, no por gusto siempre te he tenido como uno de mis grandes amigos. Nereo espero ese email. Sylvia en breve doctora. Vane… el lunes por la noche podrás decir “I am a PhD”. Shelly no te me pierdas.

Lunes

Hola a tod@s:

Una reflexión rápida sobre el día de ayer. Las elecciones europeas no han movido las masas de España. Una de mis becarias no votó “Europa no me importa” dijo. Nadie sabe que la mayoría de las decisiones se toman allí y es que en los debates sólo se escucharon reproches partidistas. ¿A dónde conduce todo esto? En este continente se está dando una crisis peor que la económica: la de la apatía y el cansancio. Ese es el germen de la decadencia, así murieron grandes imperios de la antigüedad. Estamos pasándole el testigo a los asiáticos y no nos damos cuenta que puede ser el fin de siglos de cultura.

Otra cosa me preocupa y no me refiero al color azul del que se ha teñido este continente desde anoche... están proliferando los extremismos. Esos partidos que nadie prestaba atención están ocupando un lugar, por ahora discreto, en los parlamentos. Hoy recuerdo una frase del gran Zweig: "El día antes de estallar la guerra, tomábamos chocolate en una terraza, al sol" . Anoche cuando supe los resultados de las elecciones envié un sms-preocupado a varios amigos, nadie me respondió... Hoy me veo en el espejo y noto que estoy tostado, ayer estuve tomando un bayles en una terraza, al sol.

Os quiero,

Ed.

Viernes

Hola a tod@s!

Ya es viernes y la ciudad se prepara para otro fin de semana que cada cual sobrellevará como pueda. Luego de un auténtico verano creo que tendremos días menos cálidos, salpicados con algunas gotas que serán bienvenidas o aborrecidas según los ojos y el corazón.

Algunas almas estarán destrozadas por la pérdida de sus más queridos en un accidente aéreo que nadie explica. En él volaba una catalana recién casada, mientras su marido regresaba a Dubai. Otros celebrarán que la movida madrileña haya sido coronada por la casa de la sabiduría y es que en Harvard, Almodóvar recibió un “honoris causa” por ser el artista indiscutible que es. Los más pragmáticos reflexionarán sobre la muerte anunciada de esto que llaman capitalismo, más ahora que la emblemática General Motors ha sido nacionalizada y con ello cae un icono de otros tiempos. No faltarán los que duden si votar o no el domingo en unas elecciones europeas en las que prácticamente nadie cree. Yo no estoy en ninguno de estos grupos, me limito a reflexionar sobre la importancia relativa de las cosas, a repasar los hechos recientes. Reconozco que nadie tiene la verdad y que todos piensan tenerla. Somos unos comediantes sin guión que vamos por la vida interpretando un papel que no está del todo escrito. Y la pregunta sigue siendo: ¿Qué es lo importante? Para un científico como yo podría ser descubrir otra IRAK-M y llenar nuevamente las portadas de mil publicaciones que prometen la panacea. Tal vez prefiera vivir un “Last chance Harvey” (en español: Nunca es tarde para enamorarse) donde un arrugado Dustin Hofman y una gastada Emma Thomson entierran las frases pre hechas: “me agobio” y “necesito mi espacio” para vivir sin miedos su “last chance”. Y recomiendo esa película que es un “Before sunrise” para quienes sobrepasan los cincuenta. En general son pocos lo que no tienen miedo a la vida y nos lanzamos de cabeza a las piscinas, con la ilusión de que el agua amortigüe la caída. La mayoría son aquellos que ahorran agua y prefieren observar, plácidamente, como nos vamos rompiendo la cabeza al saltar.

En otra cuerda está Madrid, ajena a los sentimientos sigue ofertando y ofertando para quienes puedan gozar. George Lavaudant nos propone un Edipo en el Matadero que intenta reunir las tres tragedias en unas horas que se hacen poco sufribles. Eusebio Ponceda y La Marull no me convencieron y mucho menos la puesta oscura con elementos de mala multimedia. Por otra parte, sigue la feria del libro con sus estantes en el Retiro donde también se exhiben unas esculturas, a mitad de camino entre Picasso y Botero, que no me dejaron indiferente. Y, como no, la fotografía inunda la ciudad. Cindy Sherman con Goldblatt están en el Fernán Gómez, El Reina Sofía exhibe un viaje al Líbano, Patrick Faigenbaum anda por el Círculo de Bellas Artes, Bratkov se muestra en el Canal de Isabel II y en Alcalá 31 está Annie Leibovitz con sus mil retratos a famosos. PhotoEspaña vuelve con fuerza y yo me despido, no sin antes anotar la mano tendida de Obama hacia el mundo musulmán. Ojala tenga el efecto deseado y podamos vivir en un planeta algo mejor.

Os quiero,

Ed.