sábado, 27 de julio de 2013

Viernes de vuelta...

Hola a tod@s!
A veces aunque tengas mucho que decir, las palabras no salen o la desgana te puede. Por ello me he saltado un Viernes y retomo esta costumbre quince días después. Han transcurrido dos semanas de muchas aristas, alguna trágica e incomprensible como el accidente de tren que ha teñido de negro el norte español; otras menos trágicas pero también incomprensibles como la insistencia de Ana Mato y su ministerio de no-salud en discriminar la soltería y la homosexualidad a favor de la pareja compuesta por un hombre y una mujer. Mientras tanto sigo a la espera de la pre-evaluación de mi proyecto, algo de lo que no me fio porque los tentáculos de “las oportunidades y las estrategias” son demasiados largos y poco dados a reconocer la ciencia. Entonces, para que el aguardo no sea tan largo, retomo costumbres, patino, no voy al gym porque la muñeca izquierda sigue manifestando su dolor, leo, me cabreo con medio mundo y me río con la otra mitad. Entre tanto, me fui a la ópera y finalmente pude ver “Il Postino” en su noche de estreno, no, no con Plácido Domingo y sí, sí contrasté que aquello no tiene ni pie ni cabeza, que es un aborto musical y teatral, que no merece un minuto más en escena. Tampoco tuve suerte con el cine, varias veces visité la sala oscura y en el olvido se ha hundido lo visto, lo cual quiere decir algo. Esforzándome recuerdo una de eco-terroristas que llaman “The east” con planteamiento interesante pero guión para echar a los perros. Otra me viene a la mente con firma de Tornatore, pero muy lejos de aquella joya que se titulaba “Nouvo cinema Paradiso”. Esta vez se apareció con “La mejor oferta” que resultó lo peor que podía ofrecer. Fue el momento que me refugié en la ciencia, retomé las riendas de proyectos en curso y me alegré de ver reconocido en “blanco y negro” que sólo el 5 % de los resultados que se obtienen en modelos de ratones han sido transferidos a humanos. Esta es una lucha sin cuartel y con muy poco apoyos en la que llevo inmerso muchos años. Cada día se publican mil artículos donde ponen fin a la diabetes, curan la fibrosis quística, eliminan el cáncer y resuelven el asma… en ratones. Sin embargo, los hospitales siguen llenos de enfermos. El desarrollo de técnicas de ingeniería genética en roedores ha sido muy importante para dilucidar muchos mecanismos moleculares implicados en enfermedades. Pero, como casi siempre nos pasa a los humanos, se han magnificado los modelos de ratones y el éxito en el laboratorio nos ha cegado frente a la evidencia en el paciente. Llevo más de una década gritando que lo más alejado del sistema inmune de una persona, es el mismo sistema de un ratón. Pero ni caso, Nature (la revista) prefiere un elegante artículo donde un grupo de élite cura el Parkinson en ratones transgénicos frente a otro que intenta acercarse a la realidad con modelos humanos, que no son espectaculares pero describen mucho mejor la situación. Nada es negro y blanco, pero el gris del roedor sigue siendo más atractivo aunque, al final, bastante menos útil. Y con esto en mente entro en este fin de semana sin planes, asombrado de ver como una escritora como Lucia Etxebarría, movida por la ingente cantidad de dinero que le pagaban, aceptó participar en un reallity show del cual salió disparada cual bala… ahora es apaleada por aquellos para los que un libro no deja de ser papel con cosas negras impresas.

Os quiero, 
Ed.

sábado, 13 de julio de 2013

Viernes simple...

Hola a tod@s!
¿No habéis notado que no me quejo del calor? Es simple, estoy recluido. Paso del iglú en el que tengo convertido mi casa al iglú que he construido en mi laboratorio. Los momentos de transición, inevitables porque no he logrado hacer un túnel entre la casa y el laboratorio, los tomo como una aventura, un safari, un entrenamiento en condiciones adversas, exploración de un planeta muy cercano al sol o cosas por estilo. Así sobrevivo a esta estación que tantos se empeñan en echar de menos, yo no los entiendo, no veo nada agradable en sufrir cuarenta grados a la sombra cuando no tienes una charca de agua en 200 kilómetros, ¡por dios! Una noche me desperté soñado que estaba ardiendo la habitación, y no estaba lejos de la realidad, el termómetro marcaba 32 grados, inmediatamente tomé medidas para bajar aquello y evitar males mayores. En fin, que como el mar está lejos y uno tiene que trabajar… el modo reclusión está activado, lo cual ayuda a la tarea primera que me ocupa estos días que tiene por nombre: proyecto. Y así, recordando además que pertenezco a una de las dos líneas de evolución que en este planeta ha creado estructuras sociales organizadas, tengo a todo el laboratorio funcionando como un reloj suizo en pos del objetivo supremo. Por cierto, tanto nosotros como la otra línea de evolución que ha creado estructuras sociales muy organizadas, los insectos sociales, hemos entendido el desarrollo como una guerra perpetua. ¿Por qué diablos ha sido así? En nuestra historia que no es muy diferente a las de las hormigas por muy cultos que pensemos ser, no ha habido un solo momento en que el “quítate tú que me pongo yo” no haya tenido protagonismo absoluto. Es gracioso ver los grandes intentos de “humanizar” nuestra existencia con tratados de paz que luego se vuelven plataformas para generar guerra. ¿Y por qué hablo de esto? Quizá sea más interesante contar como unos locos-científicos italianos le han dado la vuelta a la tortilla y han usado el virus del HIV como vector para insertar información genética correcta en las células de niños que sufrían leucemias severas. Ingenioso y simple, como casi todas las grandes ideas. Ya sabéis que este virus es capaz de infectar las células del sistema inmune de una manera muy eficaz, pues si en vez de contener la información genética del virus, se rellena con códigos que rectifican un defecto que produce leucemia… ¡eureka! la cosa funciona y ya hay varios niños que se han salvado. Otra noticia de este tipo ha venido de Japón, donde un chavalito-loco-científico fanático de seguir sus experimentos al dedillo observó algo que parecía un error y al final resultó la prueba de concepto que da la clave para desarrollar órganos in vitro. ¡Qué lindo! Seguro que tod@s estáis emocionados con lo que cuento. Pues ahora mismo, vais a la página de change.org y firmad la petición que se le hace al gobierno español para que evite que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas  cierre; con 75 millones se puede dar viabilidad a los centros de investigación que los conforman. Recordad que Bárcenas tiene 48 millones, que dos traspasos de futbolistas sobrepasa esa cifra, que el país da 500 millones de subvenciones a la tauromaquia… pero sobre todas las cosas que nos encanta ir al hospital para que nos quiten una dolencia, apretar un botón y comunicarnos con alguien al otro lado del planeta, llegar a la cocina y encender el microondas. Todo esto ha salido de los laboratorios. No seamos estúpidos, por una vez. No os pido 50 céntimos para un proyecto, eso es demasiado soy consciente, sólo os pido que vayáis al link que os dejo abajo y firmad la petición… es fácil.

Os quiero, 
Ed.

https://www.change.org/es/peticiones/firma-para-salvar-al-csic

domingo, 7 de julio de 2013

Viernes un poco multicolor...


Hola a tod@s!
Voy cerrando una semana con un año más, sí ya tengo 44. El 3 de julio fue mi cumple, bueno el mío, el de Kafka, el de Tom Cruise y tropecientas personas más. Pero, el más cercano soy yo. Así que empezaré por dar las gracias por los whatsapps, emails, facebooks, llamadas etc que recibí desde un montón de sitios cercanos y lejanos. Como todos los años, la primera felicitación me llegó de un amigo de la infancia, Agus, que siempre se equivoca y me felicita un día antes. La última, también sin margen de error año tras año, fue de Paneque desde Chile… hace 25 años me felicita el 4 de julio. En fin, no cambiamos y eso, en parte, es muy bueno. Amén del cumple que celebré de manera des-estructurada por aquello del proyecto que me tiene a pan y agua, han sido siete días interesantes. Una buena noticia que no pienso comentar (verdad Belda?), una trifulca diplomática con Evo Morales, de nuevo el chico que está sirviendo de pretexto para la fría guerra del siglo XXI, un par de películas y muchos libros. Pero vayamos por partes. Ya dije que la noticia buena no lo voy a comentar, así que pasamos directamente a Evo. Este pobre personaje que no es de mi de agrado ha puesto en evidencia la basura y el poco respecto que inunda la diplomacia europea. Como ya sabéis, de vuelta a casa viniendo de Rusia, varios países de la unión, España incluida, les prohibieron el uso del espacio aéreo. Todo porque Obama quiere al niño Edward Snowden de vuelta a América para darle un par de nalgadas y de paso dejarlo sin ver la luz el resto de su vida. Bonito empeño. Por una parte, el dilema con Snowden es un poco Janus, tiene dos caras, y la cuestión se reduce a poner en sincronía el deber con la conciencia. Era su deber no desvelar los secretos, pero su conciencia le decía que aquello era vomitivo. ¿Hizo bien? Sea cual sea la respuesta, lo que le han hecho a Morales no tiene nombre. Ese señor es el presidente electo de un país que lo eligió democráticamente. El resto de naciones lo reconocen. Entonces por qué le niegan el paso por su espacio aéreo. Incluso si hubiese sido cierto que llevaba consigo al otro Ed, no hay razones para detener su viaje. Entre otras cosas porque mi tocayo no es un criminal, no es un banquero cabrón y sí un chaval que ha dicho claro y on line: “Este mundo es una mierda”. Así nos va. Por suerte de cosas lindas también se ha llenado la semana, por citar alguna… haber visto “Before Midnight” que es, sin lugar a dudas, una de las películas con mejor guión de la historia del cine. Me declaro fan de la trilogía (Before sunrise, Before Sunset y la actual) pero si la primera fue sutil, preciosa, tierna e inteligente, la segunda algo más floja pero también entrañable, esta tercera se sale del molde y hace de cada palabra una cátedra de la realidad. He “crecido” con la trilogía, he pasado por historias parecidas, me identifico con ambos sin ser ninguno de los dos y definitivamente me quito el sombrero frente a estos actores-guionistas que han plasmado la vida adulta de dos intelectuales, tal y cual es. En otra cuerda y con escritores por medio, también disfruté de Writers (aquí le pusieron: Un invierno en la playa, no sé por qué?) una historia deliciosa para reír, llorar y re-plantearse la vocación de contar, escribir. También tuve la visita de un amigo de San Sebastián y con él pudimos lograr el poder de tres, cosas de nosotros. Más adelante hice un experimento teatral con otros amigos y prometo contarlo el próximo Viernes.Pero no todo siguió siendo bonito durante estos días. De Chile ha llegado una noticia increíble, una niña violada por su padrastro será obligada seguir el embarazo… ¡Qué moral cristiana! Pero es que la iglesia pocas veces ha caminado con pie bueno.
Y para acabar, prefiero venirme arriba y hablar del Orgullo Gay... esa celebración que nos hace fuerte a pesar de los pesares. Hoy no trataré de justificar la importancia de salir a la calle y reivindicar el derecho de quien no es frecuente pero si normal. Es evidente que hay que seguir haciéndolo. Mientras tanto exista este gobierno que nos tilda de no-naturales, mientras tanto haya que salir del armario cada “single day” porque se mantiene la jodida costumbre de generalizar, mientras muchos mientras existan, habrá que salir una y otra vez. El sábado me sentí bien, Madrid vuelve a reivindicar su Orgullo Gay, Prado se llenó de todas las opciones, esas que, en el mejor de los casos, hacen gracia a quienes se cree normales por el simple hecho de ser frecuentes… y me repito, ya lo sé.
Os quiero,
Ed.