Hola a tod@s!
Mientras en Cannes se rumorea sobre un premio para Bardem, en la India buscan supervivientes de otro accidente aéreo y por España seguimos perplejos con un gobierno atonal que ahora dice: “no es hora de tocar las rentas altas”… los científicos (muchos con 300 euros menos cada mes) estamos de fiesta por un artículo aparecido en Science. El equipo de Venter (el mismo que lideró uno de los programas de secuenciación del genoma humano) ha cruzado la frontera y logra una célula “medio sintética”. Este “loco” estuvo "borrando" genes de un microorganismo hasta determinar la mínima cantidad necesaria para mantenerlo vivo. A partir de aquí sintetizó ese "mínimo" y lo transfirió (la palabra más exacta es transfectó) a otro microorganismo que, previamente, había sido vaciado de todos sus genes. El resultado no puede ser más espectacular: El “bicho” receptor asumió el material genético y se comporta como se prevé que lo haga el microorganismo que "inspiró" los genes artificiales. Estos experimentos abren un abanico increíble de posibilidades en muchas direcciones y hablo de cura de cientos de enfermedades y también de oxigenar sitios donde no se puede respirar. ¿Sabéis cuánto costó? Unos 30 millones de dólares… 10 menos de lo que ha pagado el Barca por un tío que pega a un balón… con estas cosas a veces pienso que se debería cambiar aquello de “Spain is different” por “en España somos imbéciles”. Por aquí a nadie se le ocurre invertir en ciencia pero sí en balones y ladrillos. Recuerdo ahora cuando se me ocurrió acudir a “inversores” particulares para financiar un proyecto contra el cáncer, pensé que el tema y las expectativas me abrirían las carteras de los que tienen… no fue así: no era “fashion”, no era vender o alquilar pisos por internet, tampoco un “call center” o una nueva línea de ropa para famélicas… “Spain is different” y no nos quejemos que tod@s somos cómplices de ello.
En otra cuerda, por el continente negro, más exactamente en Malawi se condena a 14 años de cárcel a una pareja homosexual sobre la base de que “esos enlaces no pertenecen a su cultura ni a sus creencias”… muchos han comentado que estas cosas sólo ocurren en África, pero no es así, sin ir a la memoria de otros que vivieron en Cuba aquello que llamaban UMAP (campos de concentración para “reeducar” a homosexuales), yo recuerdo en mi pueblo un juicio a dos chicas por ser lesbianas… nadie me lo contó, una de ellas era mi vecina, la otra una conocida. También hemos sabido que a Chomsky le negaron la entrada en Israel porque sus opiniones no gustan a ese gobierno, a Yoany la meten en un calabozo durante unas horas porque al gobierno cubano no soporta lo que dice, alguna amiga deja de escribirme y leer mis Viernes porque no está de acuerdo con mi posición con respecto a los Castros… por favor, ¿Cuándo vamos a respetar la opinión de los demás? En este punto viene a colación un comentario, hecho en otro contexto, de alguien que se define “más de letras que un libro”: “¿Y con tantos años seguís en lo mismo?” Y es que la vida es un ciclo eterno sobre los mismos temas. La experiencia indudablemente es un plus que a veces no nos sirve de nada.
Os quiero,
Ed.
Mientras en Cannes se rumorea sobre un premio para Bardem, en la India buscan supervivientes de otro accidente aéreo y por España seguimos perplejos con un gobierno atonal que ahora dice: “no es hora de tocar las rentas altas”… los científicos (muchos con 300 euros menos cada mes) estamos de fiesta por un artículo aparecido en Science. El equipo de Venter (el mismo que lideró uno de los programas de secuenciación del genoma humano) ha cruzado la frontera y logra una célula “medio sintética”. Este “loco” estuvo "borrando" genes de un microorganismo hasta determinar la mínima cantidad necesaria para mantenerlo vivo. A partir de aquí sintetizó ese "mínimo" y lo transfirió (la palabra más exacta es transfectó) a otro microorganismo que, previamente, había sido vaciado de todos sus genes. El resultado no puede ser más espectacular: El “bicho” receptor asumió el material genético y se comporta como se prevé que lo haga el microorganismo que "inspiró" los genes artificiales. Estos experimentos abren un abanico increíble de posibilidades en muchas direcciones y hablo de cura de cientos de enfermedades y también de oxigenar sitios donde no se puede respirar. ¿Sabéis cuánto costó? Unos 30 millones de dólares… 10 menos de lo que ha pagado el Barca por un tío que pega a un balón… con estas cosas a veces pienso que se debería cambiar aquello de “Spain is different” por “en España somos imbéciles”. Por aquí a nadie se le ocurre invertir en ciencia pero sí en balones y ladrillos. Recuerdo ahora cuando se me ocurrió acudir a “inversores” particulares para financiar un proyecto contra el cáncer, pensé que el tema y las expectativas me abrirían las carteras de los que tienen… no fue así: no era “fashion”, no era vender o alquilar pisos por internet, tampoco un “call center” o una nueva línea de ropa para famélicas… “Spain is different” y no nos quejemos que tod@s somos cómplices de ello.
En otra cuerda, por el continente negro, más exactamente en Malawi se condena a 14 años de cárcel a una pareja homosexual sobre la base de que “esos enlaces no pertenecen a su cultura ni a sus creencias”… muchos han comentado que estas cosas sólo ocurren en África, pero no es así, sin ir a la memoria de otros que vivieron en Cuba aquello que llamaban UMAP (campos de concentración para “reeducar” a homosexuales), yo recuerdo en mi pueblo un juicio a dos chicas por ser lesbianas… nadie me lo contó, una de ellas era mi vecina, la otra una conocida. También hemos sabido que a Chomsky le negaron la entrada en Israel porque sus opiniones no gustan a ese gobierno, a Yoany la meten en un calabozo durante unas horas porque al gobierno cubano no soporta lo que dice, alguna amiga deja de escribirme y leer mis Viernes porque no está de acuerdo con mi posición con respecto a los Castros… por favor, ¿Cuándo vamos a respetar la opinión de los demás? En este punto viene a colación un comentario, hecho en otro contexto, de alguien que se define “más de letras que un libro”: “¿Y con tantos años seguís en lo mismo?” Y es que la vida es un ciclo eterno sobre los mismos temas. La experiencia indudablemente es un plus que a veces no nos sirve de nada.
Os quiero,
Ed.
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