Hola a tod@s!
Con algo de retraso escribo este Viernes donde se me abarrotan ideas, hechos y alguna lluvia… Ha culminado una semana que unos definen como negra por aquello de las fuertes caídas de las bolsas otros, con más razón, por la marea oscura que amenaza las costas americanas, y unos más por ver como otro país europeo cede su confianza a la derecha. Mientras tanto, y por Madrid, estuve dedicado a evaluar la carrera científica de aquellos, no tan jóvenes, que aspiran a un puesto de investigador “estabilizado” en el campo de la biomedicina. ¡Horror! La ciencia en España necesita un lavado pero no de cara, de cerebro. La desorientación que se vislumbra a nivel institucional llega a ser un verdadero caos cuando se disecciona el plan que cada investigador tiene para desarrollar su futuro. Pocos tienen una idea sólida y un proyecto conciso. Y es que, amén de la falta evidente de buenos recursos financieros, la capacidad de liderazgo científico es un factor común que atenta contra la salud de un sistema que padece grandes dolencias… Cambiando de tercio y para endulzar la amargura de tanto despropósito intenté buscar en el arte lo que me negó la ciencia. Y tuve suerte… esta semana el cine me dio cobijo dos veces y disfruté con sendas obras de arte que recomiendo: “La nana” y “Room in Rome”. La primera es la segunda película chilena que veo. Un guión con pequeños, muy pequeños huecos, actuaciones perfectas, una ensalada de primeros planos, la ausencia de música que no molesta y la radiografía de un mundo poco explorado en la gran pantalla. Por su parte, “Room in Rome” es lo último de ese genio del cine español que siempre ha sido Julio Medem. La definiría como una poesía visual, con dos protagonistas creíbles, en medio de una situación que much@s reconocerán como vivida. Luego de estas dos experiencias casi orgásmicas y con el ánimo en “10” me dirigí al teatro para zambullirme en “El público” de Lorca, montado por El temple. Definitivamente España aún no ha entendido esta obra monumental de uno de sus grandes dramaturgos. Lorca planteó la revolución en el teatro con este texto y por aquí se olvidan de lo que quiere decir “revolucionar” las tablas. En fin, “no body is perfect” (Billy Wider, 1969).
Y para terminar… por aquello de irme a dormir que mañana es lunes, Gaga amenaza con inundar Europa con una gira ahora que Times la define como la artista más influyente, Almodóvar filmará su muchas veces anunciado thriller contando con Antonio Banderas pero no con Penélope Cruz. Los premios de teatro reconocen en Urtain la genialidad que ha sido este montaje, el Rey no parece tener cáncer de pulmón y “España no es Grecia” es la frase que más se oye por estos días.
Os quiero,
Ed.
Con algo de retraso escribo este Viernes donde se me abarrotan ideas, hechos y alguna lluvia… Ha culminado una semana que unos definen como negra por aquello de las fuertes caídas de las bolsas otros, con más razón, por la marea oscura que amenaza las costas americanas, y unos más por ver como otro país europeo cede su confianza a la derecha. Mientras tanto, y por Madrid, estuve dedicado a evaluar la carrera científica de aquellos, no tan jóvenes, que aspiran a un puesto de investigador “estabilizado” en el campo de la biomedicina. ¡Horror! La ciencia en España necesita un lavado pero no de cara, de cerebro. La desorientación que se vislumbra a nivel institucional llega a ser un verdadero caos cuando se disecciona el plan que cada investigador tiene para desarrollar su futuro. Pocos tienen una idea sólida y un proyecto conciso. Y es que, amén de la falta evidente de buenos recursos financieros, la capacidad de liderazgo científico es un factor común que atenta contra la salud de un sistema que padece grandes dolencias… Cambiando de tercio y para endulzar la amargura de tanto despropósito intenté buscar en el arte lo que me negó la ciencia. Y tuve suerte… esta semana el cine me dio cobijo dos veces y disfruté con sendas obras de arte que recomiendo: “La nana” y “Room in Rome”. La primera es la segunda película chilena que veo. Un guión con pequeños, muy pequeños huecos, actuaciones perfectas, una ensalada de primeros planos, la ausencia de música que no molesta y la radiografía de un mundo poco explorado en la gran pantalla. Por su parte, “Room in Rome” es lo último de ese genio del cine español que siempre ha sido Julio Medem. La definiría como una poesía visual, con dos protagonistas creíbles, en medio de una situación que much@s reconocerán como vivida. Luego de estas dos experiencias casi orgásmicas y con el ánimo en “10” me dirigí al teatro para zambullirme en “El público” de Lorca, montado por El temple. Definitivamente España aún no ha entendido esta obra monumental de uno de sus grandes dramaturgos. Lorca planteó la revolución en el teatro con este texto y por aquí se olvidan de lo que quiere decir “revolucionar” las tablas. En fin, “no body is perfect” (Billy Wider, 1969).
Y para terminar… por aquello de irme a dormir que mañana es lunes, Gaga amenaza con inundar Europa con una gira ahora que Times la define como la artista más influyente, Almodóvar filmará su muchas veces anunciado thriller contando con Antonio Banderas pero no con Penélope Cruz. Los premios de teatro reconocen en Urtain la genialidad que ha sido este montaje, el Rey no parece tener cáncer de pulmón y “España no es Grecia” es la frase que más se oye por estos días.
Os quiero,
Ed.
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