Hola a tod@s!
¿Se está rompiendo el sueño europeo? Sé que más de uno de aquí y allá se frota las manos con motivación diferente pero igual cara de pillo y es que, según los últimos datos, la Europa fuerte de la moneda única y el mercado común se puede ir hacer puñetas por las barbaridades griegas, la falta de entrega alemana, el poco poder ejecutivo de la nueva “alta dirección” y otras tantas lindezas que adornan las portadas de todos los periódicos del mundo. Si amigos, para aquell@s que no han estado en el planeta durante las últimas horas: la bancarrota de Grecia va arrastrando a todos y España está en remojo. Por la Madre Patria unos se preocupan, otros ni se han enterado y la derecha esboza una sonrisa, a lo Mona Lisa, para dejar constancia de su máxima: “Con Rajoy esto no sucedería” pero no les creo y se equivocan si ven motivos de alegría en una situación como la que acecha. Creo que es momento de unir los hombros y pintar una nación con posibilidades para el inversor… pero esto es uno de los “siete imposibles antes de desayunar”. Siguiendo en el país donde vivo, resulta que aquí, donde a todo se le da la vuelta, el velo musulmán se ha convertido en signo de rebeldía dejando atrás su verdadero y único significado: sumisión de la mujer en un mundo regido por el macho. Una adolecente ha armado la de “dios es Cristo” (creo que debí decir: dios es Alá pero no suena igual) porque quería usar el velo en clase cuando el reglamento escolar dice, bien clarito, que no se puede usar nada en la cabeza dentro del instituto. Evidentemente, esta regla estuvo pensada para las gorras y capuchas que vuelven locos a los jóvenes, pero es aplicable también al velo. A partir de entonces, se ha desatado un debate, en ocasiones estéril, sobre velo sí, velo no. Yo lo veo transparente: primero las reglas deben cumplirse y segundo estamos en un país que ha dejado atrás la sumisión de la mujer… permitir el velo, por aquello de la libertad de religión, es retroceder varios pasos. Por otra parte, de una vez y por todas debemos percatarnos que la educación no puede ser democrática. Los niños, los adolecentes y los jóvenes deben sentir la presión de las reglas para poder formarse. Luego fumaran todos los porros que quieran a sabiendas de lo que están haciendo.
En otra cuerda y moviéndonos de continente… ¿Quién asesora a Evo Morales? El presidente de Bolivia, ha dicho que en Europa todos son calvos debido a la ingesta de alimentos transgénicos pero no se ha quedado ahí, también ha dicho que los pollos hormonados hacen que los hombres “dejen de serlo” y se dé la homosexualidad. ¿Merece algún comentario? De cualquier manera estas cosas se pueden esperar de un personaje inculto y populista como este presidente o el mismo Hugo Chávez, pero no hay que olvidar que opiniones en tonos parecidos la tienen “super-megas-preparados-o-sea” de La Moraleja madrileña o la Curia Romana. En cuanto a lo que a mí respecta: me declaro un firme defensor del pollo.
¿Se está rompiendo el sueño europeo? Sé que más de uno de aquí y allá se frota las manos con motivación diferente pero igual cara de pillo y es que, según los últimos datos, la Europa fuerte de la moneda única y el mercado común se puede ir hacer puñetas por las barbaridades griegas, la falta de entrega alemana, el poco poder ejecutivo de la nueva “alta dirección” y otras tantas lindezas que adornan las portadas de todos los periódicos del mundo. Si amigos, para aquell@s que no han estado en el planeta durante las últimas horas: la bancarrota de Grecia va arrastrando a todos y España está en remojo. Por la Madre Patria unos se preocupan, otros ni se han enterado y la derecha esboza una sonrisa, a lo Mona Lisa, para dejar constancia de su máxima: “Con Rajoy esto no sucedería” pero no les creo y se equivocan si ven motivos de alegría en una situación como la que acecha. Creo que es momento de unir los hombros y pintar una nación con posibilidades para el inversor… pero esto es uno de los “siete imposibles antes de desayunar”. Siguiendo en el país donde vivo, resulta que aquí, donde a todo se le da la vuelta, el velo musulmán se ha convertido en signo de rebeldía dejando atrás su verdadero y único significado: sumisión de la mujer en un mundo regido por el macho. Una adolecente ha armado la de “dios es Cristo” (creo que debí decir: dios es Alá pero no suena igual) porque quería usar el velo en clase cuando el reglamento escolar dice, bien clarito, que no se puede usar nada en la cabeza dentro del instituto. Evidentemente, esta regla estuvo pensada para las gorras y capuchas que vuelven locos a los jóvenes, pero es aplicable también al velo. A partir de entonces, se ha desatado un debate, en ocasiones estéril, sobre velo sí, velo no. Yo lo veo transparente: primero las reglas deben cumplirse y segundo estamos en un país que ha dejado atrás la sumisión de la mujer… permitir el velo, por aquello de la libertad de religión, es retroceder varios pasos. Por otra parte, de una vez y por todas debemos percatarnos que la educación no puede ser democrática. Los niños, los adolecentes y los jóvenes deben sentir la presión de las reglas para poder formarse. Luego fumaran todos los porros que quieran a sabiendas de lo que están haciendo.
En otra cuerda y moviéndonos de continente… ¿Quién asesora a Evo Morales? El presidente de Bolivia, ha dicho que en Europa todos son calvos debido a la ingesta de alimentos transgénicos pero no se ha quedado ahí, también ha dicho que los pollos hormonados hacen que los hombres “dejen de serlo” y se dé la homosexualidad. ¿Merece algún comentario? De cualquier manera estas cosas se pueden esperar de un personaje inculto y populista como este presidente o el mismo Hugo Chávez, pero no hay que olvidar que opiniones en tonos parecidos la tienen “super-megas-preparados-o-sea” de La Moraleja madrileña o la Curia Romana. En cuanto a lo que a mí respecta: me declaro un firme defensor del pollo.
Os quiero,
Ed.
1 comentario:
Está claro que el sueño europeo necesita de lideres fuertes, soñadores y emprendedores cosa que con Merkel, Sarkozy, Brown, Zapatero no ocurre.
Ya podrían aprender estos un poco de Kohl, Miterrand, Felípe González, Mario Soares y tantos otros que han construido el sueño europeo.
Mientras los norteamericanos, que no daban un centavo por el euro; sorprendidos de que haya resistido 10 años, se frotan las manos de lo bien que le va a ir para su dolar la fragmentación monetaria europea.
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