Hola a tod@s!
Se me han pasado dos viernes sin Viernes y ya hoy es sábado. A veces simplemente las ganas de escribir se van de paseo y se llevan a la inspiración. Pero sé también que sólo la dedicación te salva de la desidia. Entonces aquí estoy, en Madrid, un sábado cercano a agosto, escribiendo otro Viernes tardío.
La semana ha pasado veloz, en España seguimos sin gobierno y la capital se ha convertido en el regio lugar donde más seguidores de Pokemons Go se han cuantificado. Dudosa reputación ganada a pulso por aquellos que, heroicamente, han abandonado sus escondrijos para salir a la luz de una ciudad que es toda luz, no a disfrutar de sus bellezas, mas sí a cazar unos simpáticos bichitos virtuales que mantienen atontado a todo el planeta. Si antes la pantalla del móvil era el sitio más mirado, ahora las proporciones son de escándalo y a mí, simplemente, me preocupa. Ayer hablaba con una amiga, con la que suelo coincidir en muchas opiniones, sobre la oportunidad de, al menos, advertir a las nuevas generaciones que, probablemente, hacer deporte, socializar cara a cara, leer y otras muchas cosas puede que sean una alternativa interesante a mantenerte atado a una pequeña pantalla a la espera de que aparezca un Pokemon para cazar. Otros eran los tiempos aquellos en lo que esperar se remediaba con Stephan Zweig, Carpentier o incluso algún bloque indigerible de Lezama. Eran momentos largos, en colas interminables y horas eternas, hasta que un medio de transporte apareciera y hablo de mis tiempos en Cuba. Lo mismo he de dar gracias a aquellas desdichas porque contribuyeron, indudablemente, a mi acervo cultural. Rememorando nostalgias también estuve cuando OnCuba, una publicación de cubanos de afuera leída por cubanos de adentro, me hizo una entrevista que apareció esta semana (http://oncubamagazine.com/sociedad/eduardo-lopez-collazo-un-cubano-de-exito-en-madrid/). La interacción con el periodista, Amílcar Pérez Riverol (http://oncubamagazine.com/author/amilcar/), fue de lujo. Hablar con él, usando todos los medios electrónicos posibles, se convirtió en un intercambio de experiencias y en un inevitable viaje a la semilla. Luego vino la publicación como tal, momento en que te lanzas desnudo a la cruel piscina de la opinión. Para leer las opiniones de los lectores en el Facebook de OnCuba o en la propia web de la revista, necesitas una coraza de duro acero. Personas anónimas o aparentemente anónimas, como un supuesto Abel que se descubre por su estilo, se erigen críticos sobre tu condición, tus decisiones y esgrimen frases groseras para mostrar su desacuerdo o, simplemente, soltar toda su frustración del día a día. De errores están llenas nuestras vidas, nadie escapa de tomar decisiones equivocadas o que nos hacen caminar por derroteros espinados, acaso no es cierto aquello que dijo el poeta “… que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde -como todos los jóvenes, yo vine a llevarme la vida por delante.” Sin embargo, en cada cual está la posibilidad de tornar lo negro en rosa. Otros comentarios fueron incisivos con la homosexualidad, la oportunidad de una lista, de estilos y naturalezas contrarias a no sé qué dios. En este caso, sólo decir que mientras siga existiendo una persona señalada por su orientación sexual seguirán siendo necesarias las apariciones de homosexuales en listas y declaraciones. Quien diga lo contrario, simplemente nunca ha sentido en sus carnes el hecho de ser infrecuente. Y por último, hubo alguien que enarbolando su orgullo patrio, cuestionó mi opinión sobre la ciencia en Cuba. Siento enormemente tener que mantenerme en mi posición. En mis lecturas y estudios de todos estos años apenas han aparecido artículos que se refieran a grandes progresos generados en la Isla. Alguien habló de decenas de patentes deseadas por americanos que yo desconozco… probablemente se han escapado a las búsquedas por temas de interés que he realizado en las bases de datos internacionales. El intelecto no entiende de latitudes, en Cuba seguro que existen potenciales premios Nobels, pero la ciencia necesita un caldo de cultivo que se hace a fuego lento y con condimentos finos. Yo mientras tanto seguiré con mi filosofía de vida, la misma que me ha permitido “caminar hacia adelante sin mirar atrás”, me quedo con todos los comentarios sanos, los nuevos conocidos, los potenciales amigos, con Amílcar que sigue con sus sueños por el cono sur, con Maikel que hace ciencia en Oviedo, también con Alejandro el ecólogo que no renuncia a la Isla de las Metáforas y así una lista más larga que la de los “Abeles” enmascarados que dicen saberme poco cubano desde sus oscuras cavernas.
Os quiero, Ed.
Os quiero, Ed.
3 comentarios:
Me has dejado sin palabras, y créeme no es fácil ! Estoy totalmente de acuerdo en los comentarios que has hecho , la gente habla sin saber los sufrimientos o las dificultades que tiene cada uno en su vida hasta lograr llegar a donde quieres y con toda honradez. Felicidades de nuevo y como se dice " agua que no has de beber déjala correr " cada cual con lo suyo, es difícil que todos estén/estemos de acuerdo ,pero siempre las opiniones con respeto hacia todo y todos. Ah ! La generación que esta jugando a Pokemon , es una generación pasada los 30 años y aunque sea un poco exagerado como juegan ,no es más que eso un juego (otra parte de la vida ) un saludo
López-Collazo, a qué te refieres con esto que escribiste? "Otros comentarios fueron incisivos con la homosexualidad, la oportunidad de una lista, de estilos y naturalezas contrarias a no sé qué dios. En este caso, sólo decir que mientras siga existiendo una persona señalada por su orientación sexual seguirán siendo necesarias las apariciones de homosexuales en listas y declaraciones"
Tienes razón. La ciencia cubana es solo EXCELENTE cuando se compara con el PIB del país. Es mediocre comparada con la cantidad de personas con títulos universitarios. jejejejejeje y totalmente insignificante si la "tiras" contra la prensa oficial.
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