Hola a tod@s!
Luego de otra ausencia “viernil” intento ser puntual, pero no lo conseguiré y seguro que con las prisas, y mi mala costumbre de no volver sobre el texto que escribo, se me escapará otra “pifia” como la que ya muchos me han señalado en mi “Viernes” anterior… y es que “apaliar” me suena mejor que “paliar” aunque este último sea el término adecuado. Mi ausencia, y retomo el tema inicial, fue debida a unas vacaciones cortas en una isla repleta de figurantes y buscadores del deseo… Ibiza, famosa por sus fiestas atiborradas de drogas, es un lugar donde volveré en busca de playas con aguas calientes y atardeceres marcados por una luz especial. He de decir que en mis días ibicencos no se me vio en una discoteca y que otra Ibiza es posible disfrutar. Allí terminé de leer un libro de Ena Lucía Portela quien se me antoja la nueva Carpentier y allí comencé “El color del Verano” de quien no tiene el lugar merecido en el altar de los grandes de la literatura: Reynaldo Arenas. Donde estén sus letras que se quiten las “ñoñerías” e infantilismos que llenan la FNAC y atiborran las mentes de los lectores del metro.
En otra cuerda, es agosto y mi padre, el mismo que ya no sabe que existo, ha cumplido años. También Fidel Castro cumplió años y yo quisiera no acordarme que existe… menos ahora que le ha dado por predecir una guerra nuclear a mil kilómetros de su nevera. Sería mejor que analizara por qué el 20 % de la población cubana vive en el extranjero y un número elevado de los que están adentro quiere irse de aquel infierno. Pero creo que estos cálculos no se le dan bien y prefiero moverme a otro tema para no terminar vomitando… En la India (algo más lejos del epicentro de la guerra nuclear predicha) se ha entregado la medalla Fields, es el Nobel de Matemáticas que se da cada 4 años y a investigadores menores de 40... esta vez se ha reconocido, entre otras cuestiones, el cálculo de la velocidad a la que crece la entropía (el desorden, el caos...) muchos pensarán: “que me importa a mí la entropía y su velocidad” y yo respondo: la entropía y su evolución es uno de los secretos mejor guardado de la naturaleza; dominarlo será la puerta a muchos caminos... no obstante, seguro que la mayoría seguirá pensando que es mejor preocuparse por los precios de los pisos, la marcas de lujo y el valor de las copas, por suerte otros hacen el trabajo. Según esta edición de los Fields, Francia está, nuevamente, en la cúspide de las matemáticas... aquel país sigue siendo cuna de pensadores a pesar del "carismático" Sarko que hoy deporta rumanos, ayer marcaba a los nacionalizados con el sello de “ciudadanos de segunda” y mañana provocará que los "arrabales" de París vuelvan a incendiarse. Pero mejor dejarlo a un lado e irnos al cine: “Mr. Nobody” o las múltiples posibilidades de vidas, todas válidas e incluso hasta buenas, es una obra de arte. ¿Alguien identifica sus nodos como yo? Sin embargo, “Phillip Morris” no merece la pena y mucho tiene que ver la pésima actuación del “enmascarado” Jim Carey. Por cierto, las cacareadas escenas de sexo, por las que ha sido censurada en Estados Unidos, son una auténtica chorradas que en países como España no elevan la temperatura de ningún espectador, ¿marketing?
Y para terminar… dijo la bailaora Eva Yerbabuena: "La música es lo que me conmueve, lo que me hace templar y bailar"… templar en Cuba es follar :-).
Os quiero, Ed.
PD: Fotos abajo...
Luego de otra ausencia “viernil” intento ser puntual, pero no lo conseguiré y seguro que con las prisas, y mi mala costumbre de no volver sobre el texto que escribo, se me escapará otra “pifia” como la que ya muchos me han señalado en mi “Viernes” anterior… y es que “apaliar” me suena mejor que “paliar” aunque este último sea el término adecuado. Mi ausencia, y retomo el tema inicial, fue debida a unas vacaciones cortas en una isla repleta de figurantes y buscadores del deseo… Ibiza, famosa por sus fiestas atiborradas de drogas, es un lugar donde volveré en busca de playas con aguas calientes y atardeceres marcados por una luz especial. He de decir que en mis días ibicencos no se me vio en una discoteca y que otra Ibiza es posible disfrutar. Allí terminé de leer un libro de Ena Lucía Portela quien se me antoja la nueva Carpentier y allí comencé “El color del Verano” de quien no tiene el lugar merecido en el altar de los grandes de la literatura: Reynaldo Arenas. Donde estén sus letras que se quiten las “ñoñerías” e infantilismos que llenan la FNAC y atiborran las mentes de los lectores del metro.
En otra cuerda, es agosto y mi padre, el mismo que ya no sabe que existo, ha cumplido años. También Fidel Castro cumplió años y yo quisiera no acordarme que existe… menos ahora que le ha dado por predecir una guerra nuclear a mil kilómetros de su nevera. Sería mejor que analizara por qué el 20 % de la población cubana vive en el extranjero y un número elevado de los que están adentro quiere irse de aquel infierno. Pero creo que estos cálculos no se le dan bien y prefiero moverme a otro tema para no terminar vomitando… En la India (algo más lejos del epicentro de la guerra nuclear predicha) se ha entregado la medalla Fields, es el Nobel de Matemáticas que se da cada 4 años y a investigadores menores de 40... esta vez se ha reconocido, entre otras cuestiones, el cálculo de la velocidad a la que crece la entropía (el desorden, el caos...) muchos pensarán: “que me importa a mí la entropía y su velocidad” y yo respondo: la entropía y su evolución es uno de los secretos mejor guardado de la naturaleza; dominarlo será la puerta a muchos caminos... no obstante, seguro que la mayoría seguirá pensando que es mejor preocuparse por los precios de los pisos, la marcas de lujo y el valor de las copas, por suerte otros hacen el trabajo. Según esta edición de los Fields, Francia está, nuevamente, en la cúspide de las matemáticas... aquel país sigue siendo cuna de pensadores a pesar del "carismático" Sarko que hoy deporta rumanos, ayer marcaba a los nacionalizados con el sello de “ciudadanos de segunda” y mañana provocará que los "arrabales" de París vuelvan a incendiarse. Pero mejor dejarlo a un lado e irnos al cine: “Mr. Nobody” o las múltiples posibilidades de vidas, todas válidas e incluso hasta buenas, es una obra de arte. ¿Alguien identifica sus nodos como yo? Sin embargo, “Phillip Morris” no merece la pena y mucho tiene que ver la pésima actuación del “enmascarado” Jim Carey. Por cierto, las cacareadas escenas de sexo, por las que ha sido censurada en Estados Unidos, son una auténtica chorradas que en países como España no elevan la temperatura de ningún espectador, ¿marketing?
Y para terminar… dijo la bailaora Eva Yerbabuena: "La música es lo que me conmueve, lo que me hace templar y bailar"… templar en Cuba es follar :-).
Os quiero, Ed.
PD: Fotos abajo...
2 comentarios:
Hombre, el precios de los pisos es algo muy importante para la gente, no lo pondría en el mismo nivel que la marcas de lujo y el valor de las copas... la necesidad de vivienda es algo básico :)
hola Jesús! Es cierto pero también es cierto que, por lo genera, sólo nos preocupamos por lo tangiblemente cercano y nos olvidamos que para ello se tuvo que trabajar en lo aparentemente lejos.
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