Cincuenta vueltas alrededor del Sol... y sin marearme. Medio siglo
de inseguridades, alegrías, muchas lágrimas, varias pérdidas, algunas
decepciones y millones de momentos memorables. Feliz estoy de poder decirlo.
Hoy recuerdo muchas cosas importantes. Compartirlas con mis amigos es un placer...
elegí cincuenta y las enumero sin orden ni concierto:
1.
Leer
la biografía de Marie Curie cuando no superaba el metro de altura.
2.
Compartir
lo que aprendía con mi madre.
3.
Enamorarme
perdidamente de alguien que llamé “Ein”.
4.
Llamar
a mi madre por teléfono para decirle que me admitían en Física Nuclear.
5.
Un
beso en el ascensor de un edificio habanero.
6.
Ver
bailar a Alicia Alonso su Giselle, 50 años después de haberse estrenado en el
personaje.
7.
Recibir
el grado de doctor rodeado de amigos y apoyado por quien “me salvó de entre los
muertos”.
8.
Ver
la torre Eiffel a lo lejos… estaba llegando a Paris.
9.
Reconocer
el “skyline” de NY desde un avión de Lufthansa.
10.
Comprobar
que la IRAK-M no sólo inhibía la respuesta inflamatoria durante una bacteremia,
lo hace también en un contexto tumoral. Y más tarde comprobar que la metástasis se puede explicar mediante una fusión.
11.
Ver a
los impresionistas en el Orsay y luego escuchar los acordes de Giselle sentado
en una escalinata.
12.
Entrar
en la tumba de Tutankamon siglos después.
13.
Descubrir
el poema que más me gusta de Borges (fue en un cuartucho de 12 y Malecón).
14.
El
debut de Lorna en El Lago, lugar donde estuvimos tod@s sin conocernos aún.
15.
Aterrizar
en Barajas… llegaba a Europa.
16.
Cada
carta de mi madre con una rosa amarilla en su interior, durante años y años.
17.
La
expresión de Lilo buscando, en su cartera, dinero para pagar un imposible.
18.
Descubrir
qué era el cubismo mientras leía La Consagración de la Primavera en aquel
Jovellanos perdido.
19.
Una
comida con tres amigos… uno de ellos ya no está.
20.
Cuando
me dieron la nacionalidad española y unos algunos años después llego a dirigir uno de los Institutos de Investigación más grandes e importantes del país.
21.
Pasear
por NY con Nelson y Lissette o por La Habana con Ariel. Repetir paseo con
Lissette pero por Madrid.
22.
Discutir
con Carlos de ciencia frente al mar y con Karel en Milán.
23.
Escuchar
la 9th Sinfonía de Bethoveen cada nuevo año.
24.
Saber
que hay amigos que siempre están
25.
Soñar
muchas cosas con mis amigos del pueblo: Iván, Leidys, Jany, Agustín, Eddy… ¡Cuidado
con soñar! A veces se hace realidad.
26.
Caminar
frente al mar mojándome los pies en varios mares, en muchas latitudes.
27.
Ver
por primera vez el Guernica de la mano de Ángel y Argeo.
28.
Cuando
un error en un experimento me mostró el camino de lo que sigo estudiando hoy:
la tolerancia en el sistema inmune innato.
29.
Tener
un laboratorio que produce varios Summa cum laude cada año.
30.
Aquellos domingos de eternos desayunos y lectura de El País (Lilo, Caveda y yo).
31.
Llegar
a Europa con veintitantos años, veintitantos dólares, mil ilusiones y solo. ¡Se
dice rápido!
32.
Crear
EMPIREO de la nada y con amig@s.
33.
Hablar
de mis experimentos en Milano, Freiburg, Provindence, Londres, NY, St Louis, Gante,
Singapur, Madrid…
34.
Una
conferencia de Miriam Palacios donde no entendí nada pero me hizo ver el camino
a seguir.
35.
Otra
conferencia, esta vez mía, con Miriam Palacios en la audiencia… años después de
la suya y en Londres.
36.
Poder
preguntarle a Daína Chaviano lo que intrigó a toda una generación y luego
tenerla como una amiga alegre con quien no pierdo el contacto.
37.
Emocionarme
con mil espectáculos que tengo en mi mente.
38.
Encontrarme
con amigos aquí y allá: Paneque en una escalera de metro, Shelly siglos
después, Alina muchos siglos después, Iván en una playa, Petita por Miami,
Ariel en Madrid, Yovany y Dilaila en un hotel…
39.
Recibir
un premio de literatura cuando mi fuerte es la ciencia.
40.
Recibir
un premio y luego otro y más tarde otro sin dar crédito al primero ni creerme
los siguientes.
41.
Salir
a la calle a celebrar que ¡por fin! somos iguales… un sábado 3 de julio de
2005.
42.
Encontrar
a Ismael y formar una familia con él junto a Pelusi, Wakito, Milky y Tamalín
(cosas nuestras, no indaguéis).
43.
Poder
celebrar nuestra unión rodeado de su familia y mis amigos… en especial aquellas
eternas compañeras de viajes: Lilo, Any, Lissette y Shelly.
44.
Leer “Tq” en mi teléfono.
45.
Ir de
la mano de mi esposo a donde quiera porque existe una ley que me ampara.
46.
Crear
mi propio Castalia con amigos que se han vuelto imprescindibles y luego
ampliarlo a lo que llamamos el “Brunch”.
47.
Publicar
un libro y tener previstos dos más.
48.
Cada
saludo digital de personas virtuales que dejan de serlo por la maravilla de la
palabra escrita.
49.
Saber
que existen hermanas que te aportan la vida como las Anas y Paloma.
50.
Poder
decir que sigo fiel al niño que fui.
Os quiero,
Ed.
2 comentarios:
Así vale la pena llegar a la media rosca, pero te advierto que "ya se acabó el alboroto y ahora empieza el tiroteo" Estás en el umbral de lo más interesante de tu vida. Abre los ojos, y disfruta
Te conocía solo de vista y te conozco solo de un encuentro. Corren mis lágrimas y a la vez se asoman sonrisas.
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