Hola a tod@s!
Una vez más desde Madrid y con el retraso que impone el cansancio de una semana llena de urgencias, aquellas que restan tiempo a lo importante, escribo este Viernes tardío pensando en las distopías de moda y sus peligrosas cercanías.
Durante siglos el ser humano ha dado muestras de enorme plasticidad, de pronto hace gala de su nombre “humano” arremetiendo, con heroísmo, contra la injusticia e instantes después es capaz de cometer las mayores atrocidades contra sí mismo. ¿Qué nos hace suponer que no volverá a ocurrir en nuestro entorno? Por esta época está de moda una serie, recomendable, basada en una novela, probablemente también recomendable, y hablo de “El cuento de la criada”. Tres capítulos y me han bastado para que la sangre se me hiele y tenga pesadillas. En la superficie está el mensaje feminista, compartido por los conservadores, contrario a la gestación subrogada… sin embargo, no está ahí el meollo de la distopía. La pérdida de libertades en aras de la defensa de un bien superior es el comienzo de ese todo que se puede tornar irrevocable. Es curioso, sentados en el mismo sofá y enfrentados a la misma trama, mi esposo y yo tenemos niveles desiguales de sobrecogimiento… la diferencia está en lo vivido. Yo nací en una especie de Utopía que, paso a paso, se convirtió en lo contrario, y así vivíamos con el apoyo de medio planeta por aquello de sus primeros fogonazos de esperanza. No hablo de que en la Isla Metafórica, léase Cuba, tenía que ocultar mi homosexualismo… no, en eso ni pensaba. Las energías se invertían en mostrarte activamente fidelista, entusiasta con las medidas que te hundían, agradecido por las humillaciones que te harían un hombre nuevo y un largo etcétera. Al igual que la protagonista de la serie, muchos se mantenían vivos por dentro soñando con un pasado y, en mi caso, con el futuro, porque pasado no había tenido. No es difícil llegar a situaciones parecidas, ya algunos las hemos vivido. Cuidado con retroceder en libertades, atento a las medidas extremadamente conservadoras avaladas por flameantes abogados en burbujas opusinas, mirad hacia la izquierda y hacia la derecha… por ambos lados acecha el desastre. Más de una vez he reconocido la cara de asco disimulada de quien se percata que voy de manos con un hombre, mi Facebook está lleno de “bendiciones” que tienden a la arrogancia de quien se cree en posesión de un credo al que todos deben convergir, decenas de veces he sido apartado por no compartir populismos y conclusiones que motorizan a las grandes masas, cosa que huelo desde la distancia, he perdido la cuenta de las ocasiones en las que he detectado la sutil intención de dominar para destruir… todos son gérmenes que, de poder, invadirían el planeta.
Os quiero,
Ed.
3 comentarios:
Lamentablemente la raza humana no ha sido capaz de sincronizar la evolución científico técnica con su evolución social y continuamos al borde del abismo de la intolerancia y atados al atavismo de la misma ignorancia de nuestros antepasados que vivían en cuevas
El texto contiene una carga de complejos pensamientos que me abruman. La Soñada Cuba...el 98 de recios intelectuales...el seguir somnoliento...el realismo mágico...y de pronto una frase salvadora y sagrada de mi admirado tio Antonio Begijar irrumpe en mi mente mientras leo y releo... " de mi vida, por encima de todo amo la libertad".
pedazo de texto bro!
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