domingo, 9 de octubre de 2011

Viernes de Nobel, una pérdida y otras cosas…

Hola a tod@s!
Por Madrid vamos disfrutando de un otoño ligero que parece no querer establecerse. Mientras tanto, yo he estado la mayor parte de la semana evaluando a investigadores que, luego de seis años en un programa, deben demostrar que merecen una posición algo más estable dentro del sistema sanitario español. La tarea no es fácil y de alguna manera me hace sentir responsable del futuro de la ciencia en este país. Al mismo tiempo que escuchaba miserias varias de hospitales que no entienden que sin investigación no habrá aspirinas en el futuro, la prensa se ha ido haciendo eco de los premios Nobel que los suecos conceden cada año. La primera sorpresa agridulce fue saber que la inmunidad innata y sus mecanismos de reconocimiento se llevaron la mitad del premio de Medicina. El francés Hoffmann y el norteamericano Beutler pusieron el dedo en la llaga hace ya algún tiempo, y le dijeron al mundo que el sistema de defensa innato es mucho más específico que lo pensábamos. Sus descubrimientos inspiraron a una oleada de inmunólogos que se lanzaron a estudiar las reacciones primeras que tiene nuestro cuerpo frente a lo extraño, entre ellos yo. La parte amarga de este premio tiene como nombre Ralph Steinman, un canadiense que siendo postdoc descubrió las células dendríticas y, con ellas, la manera de “educar” a nuestras defensas. Steinman no supo que ganó el Nobel, tres días antes había muerto víctima de un cáncer. Según los estatutos, el premiado debe estar vivo… por unas horas la confusión se instaló en los medios, hasta que finalmente la Academia se pronunció y mantuvo el premio a Steinman. Al día siguiente tocó el turno a la Física que este año galardonó a tres científicos bastante jóvenes, Saul Perlmutter, Brian Schmidt y Adam Riess, por sus observaciones cosmológicas y decir rotundamente que el universo se está acelerando. Este descubrimiento, sorprendente, no tiene aún explicación clara. De alguna manera contradice la lógica del sentido común y se puede explicar con un ejemplo más sencillo: Si uno lanza al aire una pelota y esta sigue subiendo en lugar de lugar de caer al suelo… ¿Qué cara se nos pone? Pues esto es lo que sucede con el universo… sigue acelerándose. Más tarde en la semana llegó la Química y el israelita Daniel Shechtman se alzó con el premio en solitario por su descubrimiento, en 1982, de los cuasicristales. Cuentan que cuando Shechtman observó aquellas estructuras bajo el microscopio todos pensaron que era un error, un artefacto… vamos una metedura de pata. Los átomos en el cristal de esa imagen formaban un patrón que no podía repetirse y que, en teoría, era imposible. Shechtman defendió con rudeza su descubrimiento y los americanos, sin rudeza, lo invitaron abandonar el laboratorio por mentiroso. Un amigo me dijo que en el campo de los cristales todos deseaban que le dieran el Nobel, no tanto por justicia, y si mucho para no tener que escuchar una y otra vez su pataleta por el tema. Entonces llegó el jueves y con él el premio más mediático: Literatura. Por lo general con este Nobel hay controversias, esta vez el galardón se quedó en casa, el poeta sueco Tomas Tranströmer ha sido el agraciado. Ya sé que nadie lo conoce, incluso el mismo Varga Llosa reconoció no haber escuchado su nombre anteriormente. Debo admitir que tengo un amigo que si lo había leído, pero es que vive en Suecia y como el mismo dice: “No vale”. Tampoco a Cela lo conocía ni dios fuera de hispanoamérica cuando le dieron el Nobel, así que no hay porqué sorprenderse. Al final de la semana llegó el turno de premiar un esfuerzo por la Paz y esta vez se reconoció la labor de tres mujeres. Las liberianas Gbowee Leymah y Ellen Johnson Sirleaf, y la activista yenemita Karman Tawakkul tienen el Noble por la lucha no violenta en favor de la seguridad de las mujeres. Y yo no pude dejar de pensar que quizá algún día veremos en Oslo a las Damas de Blanco.
Y así terminó la semana, por el mundo muchos festejaban un premio y millones más se entristecían por la muerte de Steve Jobs. Debo decir que lo que siempre admiré de Jobs fue su mirada, en ella estaba su filosofía de vida. Este hombre creaba o incitaba a crear porque sus ojos no encontraban lo que deseaba tener en frente. La mayoría de los mortales no estamos de acuerdo con nuestras vidas, con nuestras interacciones, con el color de una pared… pero son muy pocos los que deciden cambiar lo que no les gusta o crear lo que consideran que debe existir, entre ellos estaba Mr. Apple, que no mereció un premio Nobel, y algunos que he mencionado en este Viernes dominical que si lo han recibido.
Os quiero,
Ed.
PD: Escribí una especie de Obituario de Jobs en la publicación on line con la que colaboro. Os dejo el link aquí: http://www.ociogay.com/OcioGay/Pantallas236.aspx

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias!!!

Anónimo dijo...

De veras piensas que las damas de blanco merecen un Nobel?

Anónimo dijo...

Ya estaba esperando tu crónica de Nobels. Me ha gustado mucho, como siempre. Lo que más es que no has hablado nada de la boda de la duquesa... es lo mejor, no hay que darle más publicidad a esa estúpida.
Heri

Anónimo dijo...

Me ha gustado como conectaste los premios con lo de Mr. Appel.

Anónimo dijo...

gooooooddddddd

Anónimo dijo...

El sabelotodo no sabe geografía o que? Subnormal Oslo no es la capital de Suecia. Y los Nobel son suecos.

Anónimo dijo...

Ed muy buen resumen. Es un gusto leerte.

Anónimo dijo...

Pobre anónimo que califica a Ed de subnormal. Los Nobel son suecos pero el premio de la Paz se da en Oslo. No doy crédito con la Peña.

Anónimo dijo...

Jaja que bueno lo del anónimo que se desacreditó el solito.

Anónimo dijo...

Me sigues gustando tus Viernes.

Anónimo dijo...

Muy bueno. El simil de la pelota que se sigue alejando está muy bien.

Un abrazo,

Pablo

Anónimo dijo...

Me gustó este viernes de recuento de Nobeles. Pena lo de Steinman, y bien por la academia sueca por ser flexibles cuando se requiere.

Así que Fumero se había leído a Tranströmer, jajaja.

Besitos.

LILO

Anónimo dijo...

Cuando hablarás del neutrino y la velocidad de la luz?

Anónimo dijo...

Al fin puedo hacer mi comentario número 14!!! Ed tienes que hablar de cosas más polémicas para que se mueva esto :-)

Anónimo dijo...

Te he leído en Ociog tb.

Anónimo dijo...

Algún día te lo darán a ti.

Anónimo dijo...

Sólo citaré un ejemplo. Desde mi punto de vista Camilo J. Cela, no se merecía bajo ninguna circunstancia este premio. Si comparamos la obra de conjunto de Alejo Carpentier o el mismo Lezama Lima, con respecto a lo que escribió este señor. Resulta incomprensible que a Carpentier no le haya dado el premio nobel de literatura. Como me resulta incomprensible que al señor Cela le otorgaranel Premio Cervante, después que dijo ante los medios que (cito textualmente y ahí están las hemerotecas) el Premio Cervantes era una mierda.

Anónimo dijo...

aún tienes un largo camino que antes, pero estoy seguro que desde algún lugar del universo, no se cual, pero estaré disfrutando de la ceremonia y entrarás triunfal. No necesitarás bastón, ni estarás encorbado, vestirás sobrio pero elegante. Así ocurrirá será un otoño espectacular y regresarás a Madrid, tal vez para entonces te inviten porque pondrán tu nombre a una calle donde naciste y la Academia de Ciencia, la que radica en La Habana te rendirá todo un homenaje. Por qué no? Un abrazote

Anónimo dijo...

se te ha escapado el nobel. a ver al año que viene.

Anónimo dijo...

Otro buen resumen de los Nobel. Me han gustado siempre desde que lo haces. Admirable como sacas tiempo para tantas cosas. Ah, y los comentarios obtusos ni caso. En todos los blogs hay un/a tont@ que intenta reventarlos. Por no hablar de las tiñosas envidiosas.