jueves, 8 de julio de 2010

Viernes de Sicilia, futbol y alguna cosa más...


Hola a tod@s!
Aún tengo la maleta sin deshacer y las impresiones por asentarse. También tengo un año más, ya cuentan 41, sin libros de instrucciones para envejecer y empeñado en seguir pidiendo peras al olmo.
Debo decir que mi ausencia “viernil” mucho tiene que ver con un viaje a Sicilia que me hizo desconectar del mundo habitual para vivir otro sui generis. Seguro que algunos de vosotros habéis estado en esa isla, sé de alguien que vivió varios años en una de sus ciudades… pero reviento si no cuento lo que allí observé, respiré, disfruté. Ocho días se pasan corriendo y las imágenes se amontonan… en Palermo quedé impresionado con la arquitectura, verdaderamente excepcional y totalmente abandonada. Allí se goza, no de ruinas preparadas para el turista sino de edificios preciosos que están en ruinas. Eso sí, se necesita casi un milagro para lograr salir de la ciudad y fijar el rumbo a otra parte de la isla… ¡lo de la señalización no tiene nombre! Otra maravilla son los “templi” cerca de Agrigento, estos sí están remodelados… te transportan en el tiempo disfrutando del espacio. En Siracusa busqué a Arquímedes pero el señor del agua desplazada optó por desplazarse a Bostón u otra ciudad americana donde la ciencia tenga un lugar y es que Sicilia, en general, parece un sitio abandonado y detenido en un momento que ya pasó. Más tarde encontré a Taormina, donde hay turistas y hasta un restaurante de auténtica comida siciliana con cocinera habanera y camareros pinareños. Allí aún se respira el aire de “permisividad” que la hizo favorita de la nobleza europea al principios del XX y aunque los famosos “chicos de Taormina”, fotografiados por aquel alemán que hoy tildaríamos de pederasta, ya ni siquiera viven… la ciudad los mantiene en el éter. De Taormina me quedo con las vistas más preciosas que he tenido frente a mí, es lo que tiene tener el mar al lado del Etna, un buen libro y alguna cosa más :-). El último puerto fue Catania, donde el caos del tráfico, los 40 grados a la sombra, la contaminación acústica y ambiental, los monumentos e iglesias cerradas y la elección de un mal restaurante no ayudaron a tener un grato recuerdo… Ema tendré que visitarla de nuevo contigo.
Al regresar, justo el día de mi cumpleaños y con la alegría de muchas llamadas, emails y sms de aquell@s que de mí se acordaron, me encontré con un Madrid que ardía por dos razones: El orgullo gay y el partido de fútbol contra Paraguay. Y aquí el corazón y la razón se me dividen en “menudos pedazos”. Por una parte, reivindico la importancia de manifestarse y festejar los logros de una comunidad que ha sido y sigue siendo despreciada por el sólo hecho de manifestar un gusto diferente. Pero por otro, pienso y seguiré pensado que un macrobotellón no es la forma de festejar nada. Pero esto último es esencia y la esencia es difícil de quitar. De hecho, se han dado muchos ataques contra las fiestas del orgullo gay madrileñas desde sectores conservadores y todos usan el “macrobotellón” como pretexto para crucificar al “descarrilado”. Y tienen razón, pero entonces el problema no son los gays, es esta generación… porque lo mismo se da en los San Fermines, el Pilar y otras miles de celebraciones que no tienen nada de rosa y si mucho de alcohol.
Y llega el turno del fútbol, y que quede claro varias cosas: no soy futbolero, no me parece correcto el dinero que se mueve con este juego y todo lo que ya saben que pienso al respecto… pero si me gustan los momentos especiales y disfruto del deporte. Los Mundiales, como las Olimpiadas, son de los pocos instantes de concordia que vivimos en este planeta. Los antiguos hacían treguas durante los encuentros deportivos y en España ha sido emocionante ver como durante el orgullo gay en una misma persona estaban la bandera española y la multicolor. Otro momento agradable fue ver la magnifica actuación de La Roja (me encanta el nombre) frente a los alemanes el miércoles pasado. No estoy muy seguro si disfruté más por el orgullo de segunda patria o por ver como se reducía la pretensión alemana. En lo que va de año hemos tenido que aguantar, y mucho, la cara de desprecio y superioridad de la Merkel cuando se refería al mundo latino. Hubiese pagado por ver la que lucía el miércoles por la noche.
En otra cuerda y prometo poner punto final en breve, Cuba liberará a 52 presos políticos en un evidente paso hacia adelante que espero sea firme y no otro simulacro. Pero no todo es rosado: mientras en la prensa oficial cubana se habla de las cesantías en Grecia y las huelgas del metro de Madrid, el pueblo espera “la lista” que no es más que los nombres de aquellos que perderán su empleo en los próximos días… no son desempleados, el gobierno los llama “excedentes”. Eso si, ninguno podrá salir a la calle a protestar por lo que le ha ocurrido, ni aparecerá en esa tele que sólo menciona el desempleo cuando ocurre a miles de kilómetros de allí. Mi hermana me ha confirmado que su nombre está en “la lista”.
Os quiero,
Ed.

PD: Fotos más abajo... también en mi facebook "Eduardo López Collazo".

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