Hola a tod@s!
Creo que tendré que rendirme a la evidencia y llamar Sábados a mis Viernes, no hay manera humana que logre la disciplina de antaño. Pero aquí estoy de nuevo, seguro de que no hay un paraíso a donde volver, luchando por hacer de mi sitio el mejor donde vivir. Tarea nada fácil, España sigue convulsa con un abanico político variopinto en el que cada cual lleva su razón al altar de los votos. Pero no estamos solos en ello, Francia, nuestra vecina que siempre nos mira desde su altura blindada, ha vivido unas semanas de estrago que mucho ha dado de pensar. Allí, entre razones y cruasanes se ha tejido una amalgama de odios encontrados con un resultado funesto para la libertad de expresión. Pero la base de todo queda lejos en el tiempo, hoy vivimos el sin sentido de una religión que no sólo pretende mantener su culto, sino imponerlo y eliminar a todo aquel que no lo profese. ¿Cuál es la diferencia con lo vivido durante el apogeo de la Inquisición y las Cruzadas en nombre del dios de los católicos? Ninguna. Muchos amig@s que me leen profesan sus creencias y bendicen en nombre de su dios, os respeto y me congratula saber que encontráis la paz que ayuda vivir. Sin embargo, no puedo dejar de pensar cada vez que escucho una acción nueva de al qaeda o del estado islámico que eso mismo ocurrió en la noche de los tiempos al amparo de la iglesia católica, la misma que hoy se muestra moderna con Francisco en su trono. En el fondo son lo mismo, sólo están desfasadas. Pero no quiero un contrapunto, el dime y luego te diré… así que me muevo y dejo atrás la reflexión libre de cada cual. De la misma manera que cada cual ha opinado de lo poco acertada de la lista de cubanos exitosos en España que ha publicado “El Diario de Las Américas” de Miami.
Desde el otro lado del charco y a 90 millas de La Habana, dicen que 15 nacidos en la isla hemos triunfado por aquí, en la Madre Patria, y uso el “hemos” porque me han incluido. La crítica salta al ver que también se considera triunfal a quien ha sabido encontrar buen cobijo bajo las faldas de alguna famosa de estas tierras. Yo voy un poco más allá, la crítica debe estar en quienes los hicimos famosos siguiendo sus peripecias y riendo sus gracias de macho conquistador. Lo cierto es que nadie ha puesto en duda mi nombre en el listado, cosa también curiosa… ser científico y vivir por y para ello suena precioso. Sin embargo, en mi Facebook he pedido ayuda para terminar un proyecto que promete acabar con la metástasis y aquello ha sido lo más parecido a un “dale a quien no te dio”. Luego nos llevamos la mano a la cabeza cuando escuchamos que, debido a una patente, el tratamiento que elimina la hepatitis C cuesta una fortuna. Yo quiero terminar mi proyecto sin necesidad de patrocinio que lo “proteja” con una patente y no hay manera humana de conseguir docientos mil euros que es lo que se necesita. Ojalá no tenga que tirar la toalla y levantar el teléfono de Roche o Merck para ello. Y ya me voy con una recomendación, no dejéis de ver Birdman… el cine ha vuelto a las pantallas con esta película.
Os quiero,
Ed.